Ambiente


Cartagena y la prohibición de plásticos de un uso

Se busca que para el año 2025 las empresas que fabrican plásticos de un solo uso, puedan sustituirlos por productos amigables con el planeta.

IVIS MARTÍNEZ PIMIENTA

04 de septiembre de 2019 12:00 AM

En la Corporación Universitaria Rafael Núñez sede Cartagena, se hizo una audiencia pública para discutir la prohibición de plásticos de un solo uso.

Fue un debate abierto donde participaron organizaciones, empresarios, instituciones ambientales del Distrito y los representantes a la Cámara Harry González, Franklin Lozano y Juan Carlos Losada.

Carlos Almanza Agámez, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la CURN, dice que más espacios como este deben abrirse en la ciudad, y además responde:

¿Cuál fue la conclusión más importante de la audiencia?

- Sin duda, la importancia de poner en la agenda pública del Estado, los gremios, las organizaciones ambientales, la academia, la sociedad civil y, en general, de la ciudadanía la necesidad de tomar medidas urgentes, necesarias y contundentes para enfrentar la degradación ecológica y ambiental de nuestros mares, océanos, ríos, y cuerpos de agua internos. Estos han sufrido irreparablemente en las últimas décadas por la contaminación, la mala disposición final de los residuos plásticos y todo tipo de desechos inorgánicos producidos por humanos, afectando la biodiversidad y la misma salud de la población mundial.

Conciliar el interés público ambiental con el interés de gremios y empresas es el gran reto de estas iniciativas legislativas, tal como se hizo con la reciente ley que prohíbe el asbesto en Colombia, la cual, luego de años de iniciativas, debates y desencuentros, por fin tuvo aprobación con una transición que se espera minimice los impactos para la industria nacional.

Especialmente en Cartagena, el tema debe generar gran interés, por ser una ciudad rodeada de agua, pues parte de su economía depende del turismo. En sus parques naturales, playas, bahía, islas, lagunas y caños, es cada vez más evidente el impacto negativo de los residuos plásticos y otros desechos que afectan nuestros ecosistemas, y ponen en riesgo nuestra ciudad como un destino turístico sostenible.

Ha sido pertinente discutir en esta audiencia pública este proyecto de ley que cursa en la Cámara de Representantes, para prohibir en el territorio nacional la fabricación, importación, comercialización y distribución de plásticos de un solo uso, así como su sustitución y cierre de ciclos, de forma tal que se logre disminuir el impacto negativo generado por estos productos en el medio ambiente y la salud de los seres vivos.

¿Se deben preparar los empresarios cartageneros del plástico para ofrecer productos biodegradables?

- En la audiencia quedó evidenciado que los empresarios en Cartagena, que fueron la mayoría de los intervinientes, han liderado campañas y proyectos de alta responsabilidad social en materia de reciclaje, de disposición final de sus residuos plásticos al interior de sus organizaciones, de procesos de educación ambiental en sus áreas de influencia, involucrando a las comunidades en sus proyectos y campañas, etc, pero la discusión está en el impacto a gran escala en favor de los ecosistemas, el cual sigue siendo deficiente, en parte porque desafortunadamente no tenemos una sólida cultura de reciclaje y cierre de ciclos.

¿Cómo manejar el cambio en rentabilidad?

- Creo que los empresarios cartageneros saben que tarde o temprano hemos de cambiar nuestros hábitos y costumbres si queremos ciudades y ambientes sostenibles, y que el uso de plásticos de un solo uso está llamado a minimizarse, por lo que son industrias que, con esta ley o no, deben empezar a transformarse y explorar u ofrecer productos alternativos al plástico, que sean más amigables con el ambiente y nuestros ecosistemas.

La industria siempre encontrará la forma de reinventarse y seguir siendo rentables.

¿Dejaremos los plásticos de un solo uso?

- No lo veo viable en el corto plazo, aunque es lo ideal y necesario.

La oferta de productos en plásticos de un solo uso es masiva, por sus bajos costos de comercialización, y las alternativas al plástico implican unas inversiones económicas y de innovación que aún no son masivas.

El proyecto de ley señala unos plazos que van gradualmente desde los 2 años hasta el año 2025, cuando ya las empresas encargadas de la fabricación, distribución y comercialización de los plásticos de un solo uso de los que trata el proyecto de ley, deben haberlos sustituido. Ello, acorde con el Objetivo 14 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) que exige a los países que para el año 2025 han de haber reducido significativamente la contaminación marina de todo tipo. Honestamente hoy, si todo sigue igual, no es una meta alcanzable para Colombia. De allí la importancia del debate al que nos invita este proyecto.

Sin embargo, creo que podemos empezar con medidas que no requieren una ley, pero sí una voluntad del Distrito, así como de autoridades como Parques Nacionales Naturales y Armada Nacional, para –en la medida de sus competencias-, prohibir o restringir el uso y comercialización de productos en recipientes plásticos de un solo uso en zonas marítimas, playas, parques naturales e islas. Se podría reducir poco a poco el impacto de los residuos plásticos en estos ecosistemas tan determinantes en la industria turística local.

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