Hogar de los Tití Cabeciblancos sería declarado área protegida

A comienzos del año pasado la intención de construir un aeropuerto entre Cartagena y Barranquilla comprometía la finca el Ceibal, en el municipio de Santa Catalina (Bolívar), único hábitat del mono Tití, lo que causó una gran controversia entre ambientalistas y empresarios. Los primeros se oponían al proyecto, pues se pondría en riesgo a la especie, y los segundos lo veían como un proyecto para atraer a más turistas. Después de varios debates no se llegó a ningún acuerdo entre las partes interesadas y todo se quedó en solo un proyecto.
Casi dos años después el director de la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique), Olaf Puello, anunció que la finca del Ceibal sería declarada dentro de unos meses, como área protegida y hábitat de los monos Tití Cabeciblancos.
La noticia la dio durante una visita al lugar al que también asistieron Sandra Bessudo, Alta Consejera Presidencial para la Gestión Ambiental y la Biodiversidad, y una delegación extranjera de Conservación Internacional y la Fundación Proyecto Tití, entre otros.
Durante el recorrido de cuatro horas por el lugar, el director de Cardique dijo que se está trabajando en un documento detallado que permitiría declarar el bosque seco tropical del Ceibal como área protegida, teniendo en cuenta el trabajo para preservar el mono Tití y la conservación de múltiples especies de flora y fauna, en aproximadamente 300 hectáreas.
“Este territorio será declarado área protegida con el acompañamiento del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible”, anunció Puello.
PROYECTO TITÍ
La Fundación Proyecto Tití es una entidad privada, sin ánimo de lucro, que desde hace varios años se comprometió con la conservación de esta especie que solo habita en los bosques tropicales del Norte de Colombia.
Los Tití están en peligro de extinción por la deforestación y caza indiscriminada, para el comercio ilegal de animales silvestres vendidos como mascotas.
Desde su creación en 1985, Proyecto Tití se ha comprometido en aumentar la conciencia pública del peligro en que está este primate a través de proyectos en los que se involucran comunidades y organizaciones. El programa de campo comenzó en Colosó, Sucre, en 1987 y en 1999 se trasladó a la Hacienda el Ceibal.
Como una forma de salvar a los primates, la Fundación ha ofrecido nuevas alternativas a las comunidades vecinas, como en la vereda Los Límites, que vivían de la caza del Tití, y que hoy se dedican a elaborar artesanías y “ecomochilas” hechas con bolsas plásticas recicladas.