Muchos países del mundo, sobre todo en la Unión Europea, buscan este año prohibir los plásticos de un solo uso como bolsas, cubiertos y platos desechables, y regresar poco a poco al vidrio, que aunque es más costoso, es amigable con el ambiente.
Colombia todavía no ha regulado el uso de este tipo de material, así que en los montones de basura que vemos en calles, ríos y playas todavía hay mucho plástico. “La situación es tan grave que el 56% de los plásticos que utilizamos en Colombia es de uso único y luego termina en la basura”, afirma GreenPeace Colombia.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente, la producción mundial de plástico para el año 2015 alcanzó las 400 millones de toneladas.
Estas alarmantes cifras de contaminación llegan a los colegios de toda Colombia, por lo cual, de manera personal e institucional, se gestan ideas y proyectos para disponer mejor estos desechos.
Se ha comprobado que trabajar con fibras de poliéster a partir de botellas PET (siglas para Polyethylene Terephthalate) es una excelente forma de reciclar; un recurso rentable, útil y sostenible para producir ropa que es resistente a la humedad y se comporta como un buen aislante térmico.
En Bogotá, específicamente desde el Colegio Bilingüe Richmond, el profesor Mauricio Mancipe, licenciado en química y magíster en docencia de las ciencias naturales, ha impulsado este tipo de iniciativas ambientales con sus estudiantes y es así como Nicolás Fernández Mejía, Juan Diego Calixto y Nicolás Fernández Rodríguez (todos tienen 17 años y cursan grado 11º) han elaborado una chaqueta de plástico como proyecto en clases.
El profesor Mauricio Mancipe, en entrevista con El Universal, contó más sobre la importancia de esta amigable acción:
¿Cómo se empezó a gestar esta idea?
-Básicamente empezó desde el reto que se les puso a los estudiantes de identificar una problemática a nivel local, de índole social y ambiental.
Buscar algo que afecte de manera negativa al medioambiente, pero a su vez que tenga un impacto social directo y que no haya sido posible solucionar. Es ahí donde los estudiantes son invitados a pensar y a indagar sobre diferentes problemáticas, y ellos encuentran toda esta contaminación por plástico debido a la falta de regulación en el país respecto a estos plásticos de un solo uso y cómo se disponen, eventualmente.
La idea es que a partir de las diferentes habilidades investigativas, los estudiantes empezaran a proponer, a indagar y buscar una posible solución a esta problemática.
Entonces ellos dan con esta idea, la cual pueden trabajar como lo han hecho grandes empresas, al utilizar el plástico de un solo uso (en este caso las botellas PET) para poder generar prendas.
¿Cuál es el beneficio de este proyecto?
-En Colombia, realmente tenemos un camino largo por recorrer en cuanto a reglamentar los plásticos y este tipo de proyectos pueden darle un uso, por decirlo así, más permanente a este tipo de elementos, lo que sucede con las botellas de agua que compramos.La idea es reutilizarlos con una duración más larga a partir de residuos de plásticos.
Esto, mientras esperamos que legalmente se regulen los plásticos en Colombia.
¿Cómo lograr que más niños y la comunidad se preocupen más sobre lo que hay que hacer con el plástico?
-Parte de esto se hace en el colegio, pero también en la casa. Lo importante es hacerles entender a los estudiantes que nuestra naturaleza no tienen un objetivo más allá de ser un medio que suple nuestras necesidades, cambiarles un poco la visión antropocéntrica sobre la cual hemos estado en las últimas décadas.
Es importante que entendamos que el desarrollo sostenible debe ser la base de toda nuestra sociedad, dado que, si no cuidamos lo que la naturaleza nos provee y no le retribuimos, va a ser muy complicado que el estilo de vida que llevamos se pueda mantener durante mucho más tiempo.
Están de ejemplo las diferentes problemáticas ambientales que tenemos. La basura y todo lo que tiene que ver con desechos es algo crítico y es importante que todo el discurso de la sostenibilidad esté desde casa.
Debemos tener en cuenta la importancia de botar lo que realmente se puede botar, identificar lo que es realmente desechable, lo que puede reciclarse, lo que puede re usarse, identificar a dónde se pueden llevar ciertos tipos de residuos y tratar de entender que todo eso que se logra en casa se complementa con la educación. Por lo menos en el colegio lo hacemos desde esa perspectiva, generando consciencia en los estudiantes de que hay una relación de reciprocidad entre el ser humano y la naturaleza.
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Los estudiantes quieren continuar con este proyecto, buscando un impacto real en el medio ambiente, y además comercializar las prendas para que parte de sus ganancias apoyen a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).
Básicamente estos plásticos fácilmente reciclables se funden cuando se calientan y por tanto se pueden moldear repetidas veces, sin embargo, durante los distintos ciclos de reprocesado van sufriendo modificaciones así que no pueden ser reciclados más de 5 o 7 veces.
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