La tormenta tropical Gabrielle azotó Puerto Rico con fuertes lluvias el jueves por la mañana mientras se trasladaba a la República Dominicana.
Gabrielle se encontraba a unos 105 kilómetros (65 millas) al oeste-suroeste de Ponce, la segunda ciudad más grande de Puerto Rico, y avanzaba hacia el noroeste a 13 kph (ocho mph) con vientos de hasta 65 kilómetros por hora (40 millas por hora) y se prevé que se fortalezca ligeramente en los próximos dos días.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla activó a la Guardia Nacional, canceló las clases en todas las escuelas públicas del país y cerró las agencias gubernamentales como medida de precaución.
Si bien las lluvias parecían perder intensidad durante la mañana del jueves, se espera que retomen fuerza y se mantengan durante todo el viernes, de acuerdo con el meteorólogo estatal Ernesto Morales.
"No debemos bajar la guardia", dijo. "La tormenta es muy peligrosa. Hay un alta posibilidad de inundaciones".
Las autoridades reportaron árboles derribados en Ciales, poblado del centro del país, y deslaves en el pueblo montañoso de Utuado, mientras las cuadrillas de trabajadores despejan las carreteras.
Varios habitantes de Bayamón fueron reubicados dado que una montaña cercana de antemano ha sufrido aludes en semanas recientes en medio de un persistente clima húmedo.
Se prevé que arroje hasta 31 centímetros de lluvia (12 pulgadas) en la zona centro de Puerto Rico, y hasta 15 centímetros de lluvia (seis pulgadas) en otras partes del territorio puertorriqueño, en el este de la República Dominicana y en las Islas Vírgenes.
Miguel Ríos, director de la agencia Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD) de Puerto Rico, dijo que la tormenta tropical se ha sumado a un grupo de tormentas sobre la costa noreste del país.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami emitió alertas de tormenta tropical para Puerto Rico y partes de la República Dominicana, desde Cabo Engaño a Cabo Francés Viejo.
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