Turbaco, un municipio de 70 mil habitantes y solo un concesionario de vehículos nuevos, ocupó en 2016 el puesto 17 en el ranking de ciudades que más venden carros en Colombia. En total, el año pasado se matricularon 2.162 carros nuevos en este municipio, superando las cifras de ciudades capitales como Montería, con 1.807; Cúcuta, con 1.658; Pasto, con 2.054; Villavicencio, con 2.166; Armenia, con 1.481; Tunja, con 1.132 ; y Santa Marta, con 1.539.
Según las últimas cifras de Andemos, la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores, en lo que va del 2017 se han matriculado 1.555 carros en Turbaco, lo que posiciona a esta población en el puesto 22. Aunque la reducción, a falta de un mes, es significativa, la cifra aún es más alta que en varias ciudades principales como, por ejemplo, Santa Marta, donde solo se han vendido 1.362 carros.
A diferencia de lo que se pueda pensar, estos datos no significan que Turbaco sea un paraíso para los vendedores de vehículos del país. La posición privilegiada de este municipio en los rankings de la industria automotor responde a la “trashumancia de placas”, un fenómeno que se da en varias regiones de Colombia, y que tiene en aprietos a las ciudades capitales.
¿De qué se trata? La “trashumancia de placas” se da cuando el comprador de un vehículo le pide al concesionario que no lo matricule en la ciudad donde lo está comprando, sino que lo haga en un municipio vecino. La idea de hacer este cambio se basa en el supuesto de que los impuestos en las poblaciones pequeñas son más económicos que en las grandes urbes.
En el caso de Turbaco, la más damnificada es Cartagena, pues la mayor parte de los carros que están matriculados en la población vecina se compraron y circulan en la ciudad. Además, la capital de Bolívar también es sacrificada en los rankings de la industria, pues tanto en 2016 como en lo que va de 2017, se ha quedado en la casilla 14.
Un problema que va más allá de un rankingPero más allá de subir o bajar posiciones en el listado de las ciudades que más venden, los mayores problemas que tiene Cartagena con esta práctica son la disminución en el recaudo de impuestos y la falta de números precisos a la hora de establecer el parque automotor.
Según cifras del Departamento Administrativo de Tránsito y Transportes (DATT), en Cartagena están matriculados 31.581 automóviles, 8.598 camionetas y 3.106 camperos, entre otras categorías de automotores. Sin embargo, no se puede establecer cuántos carros en realidad se mueven por las vías de la ciudad, pues hay un porcentaje que no está matriculado en la ciudad, la mayoría de ellos, con placas de Turbaco.
Daniel Toro, decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Tecnológica de Bolívar, y experto en temas de movilidad, opina que esta práctica es un fuerte golpe a las finanzas del Distrito, sin embargo indica que, en parte, esta conducta es por las políticas de recaudo de la Administración.
“Claramente la ciudad está perdiendo recursos porque los ciudadanos no están tributando en ella. Hay varios factores que influyen en esta decisión. Uno de ellos es la diferencia de precios que hay entre los impuestos de Turbaco y Cartagena, pero además, para el dueño de un vehículo no es muy atractivo tener una placa de Cartagena porque eso le resta valor a la hora de la reventa, por el tema de la salinidad”, indicó Toro.
Sobre las placas que son de ciudades de otros departamentos, el experto culpó a la forma como se está haciendo el recaudo en Cartagena y Bolívar. Según explicó, actualmente la matrícula y el pago de impuestos de los carros es más tedioso que en ciudades como Barranquilla, porque se cobra por separado el impuesto que va dirigido para Bolívar y el que es para la ciudad.
Sobre este caso puntual, Toro señaló que hay estudios que evidencian que a medida que se facilita el mecanismo de pago, mejora el nivel de recaudo fiscal. Además, dice, la mejor forma de que Cartagena ataque la trashumancia de placas es equilibrar el precio con otros municipios y mejorar la forma como se hace el recaudo, para que los recursos no se vayan a otras poblaciones.
“Los niveles de motorización en Colombia son muy bajos comparado con otros países. En Colombia hay 100 carros por cada 1.000 habitantes mientras que en Estados Unidos hay 700. A pesar de estos números bajos, en ciudades como Cartagena ya hay un grave problema de movilidad porque hay muchos carros para pocas vías. A medida que el índice suba la movilidad será peor”, finalizó Toro.
Las estrategias del DistritoDesde hace dos años, el Distrito avanza en una estrategia para promover la matrícula de carros en Cartagena, entendiendo que la trashumancia de placas representa un hueco importante en el recaudo de impuestos para la ciudad. El Departamento Administrativo de Tránsito y Transportes (DATT), busca que tanto concesionarios como propietarios conozcan los beneficios de matricular carros en Cartagena y por eso apela a la conciencia ciudadana de los compradores.
El Universal intentó dos días seguidos hablar con Mauricio Féliz Monsalve, director del DATT, pero no atendió a las llamadas ni a los mensajes de texto. Finalmente José Molina, su director de Comunicaciones, se pronunció en nombre de esta entidad. Según explicó, para promover el registro local, a las personas que matriculan sus vehículos en Cartagena no se les cobra por dos años el impuesto de derecho de Tránsito del Distrito. Además, hay descuentos especiales para todos los trámites.
“Matricular carros en otras ciudades es algo muy común en la ciudad. En Cartagena ruedan carros con placas de Bogotá y nunca han estado allá. Esto ocurre porque la gente tiene en la mente que los impuestos son más baratos o posteriormente les ayudará a vender más rápido el vehículo, pero no es así. Cartagena tiene muy buenos precios pero lastimosamente hay cartageneros que prefieren tributar en otras ciudades, cuando es aquí que disfrutan y contribuyen con el deterioro de las vías”, opinó Molina.
El director de Comunicaciones también señaló que el DATT ha estado en diálogos con la Gobernación de Bolívar para unificar el cobro de impuestos del departamento y el Distrito, como se hace en otras ciudades del país. Lograr esta unión supondría un trámite más rápido y simple para los concesionarios y los compradores.
Estas estrategias empleadas por las autoridades locales se han traducido en una leve alza en el número de mátriculas en Cartagena, sin embargo, muchos ciudadanos continúan registrando sus carros en municipios como Turbaco, como lo evidencian las cifras del sector automotriz. Por el momento, concuerdan los expertos, además de un sistema de recaudo más competitivo por parte del Distrito, es necesario que los ciudadanos adopten un mayor sentido de pertenencia por la ciudad, y entiendan su responsabilidad fiscal con Cartagena.
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