“Lo mío es mejor que lo tuyo”


"Los argumentos del científico Rodrigo Bernal, quien hizo una eficiente y brillante investigación sobre la vida y obra del científico Raúl Cuero, son 'mejores' que los del afrocolombiano quien se burló del país, por culpa de unos periodistas descuidados....". No!. Eso no es así, ni el razonamiento puede anclarse en un angulo tan fútil.
Miren, la cosa es tan delicada que atenta con sacar por la puerta trasera de la comunidad científica, local y mundial, a una persona que hace 50 años, en medio de todas las dificultades, salió de las entrañas de su Buenaventura pobre y de Colombia a especializarse en biología en Estados Unidos y doctorarse en microbiología en Inglaterra. Por lo menos ahora lo que diga el hombre ya ni como ciudadano se lo creen. El daño está hecho y es inocultable.
Los científicos, o por lo menos quienes se dicen voceros de esa comunidad en el país, señalan al periodismo de haber propalado, inflado y endiosado a Cuero para ponerlo al lado Rodolfo Ginás o Manuel Elkin Patarroyo, quienes dicho sea de paso, no fueron la excepción en críticas, muchas de ellas destructivas venidas de las entrañas mismas de colegas e instituciones médicas.
Recordemos que a Patarroyo le escarbaron tanto que hasta le cuestionaron qué tan efectiva era su vacuna contra la malaria.
80%,90%,88%. Claro!.Es que además de simplistas siempre nos vamos a los números.
Yo sé y respeto que la medición es algo sacro en el mundo científico:10 publicaciones anuales indexadas pero en revistas especializadas como Nature, varias especializaciones, un doctorado al menos, un magna y un suma cum laude, más de dos patentes en la Nasa (porque Cuero ya tuvo dos y dos certificados de esa agencia y eso no sirve ). Entonces sí, como decía Lín Yutang, ya tienes "mucha cara" en el mundo científico respaldado por un sólido palmarés. Y, cuidado que un periodista entrevista a quién no lo tenga!.
Le recriminamos a Cuero por decir a medias su relación con la Nasa, pero cualquiera que trae un curso de verano en Harvard viene endiosado.

Científicos timadores
Yo respeto la postura del ingeniero agrónomo, doctorado en Dinamarca y experto en palmas, Rodrigo Bernal y la forma como demuestra que Cuero tenía solo dos patentes y no trece, treinta y cinco publicaciones científicas y no noventa y que la universidad de Texas en donde dictaba clases es de las últimas; y así números y más números para medir. Pero no comparto su desilusión por el oficio periodístico del país y la irresponsabilidad que le quiere endilgar.
Es que creemos que el mundo de la ciencia es el mejor de los mundos, y que revestidos de la ética médica y profesional, los científicos no sucumbirían a "meter caña" para ganar reconocimiento o prestigio o a trenzarse en peloteras de intereses con homólogos como en la política...pero no.
Las movidas chuecas de miembros de la ciencia para ganar indulgencias o eso que llaman la fama científica, (que no es muy diferente a las otras famas en el mundo) abundan, y hasta dejan las omisiones de Cuero en pañales.
Y cito un interesante artículo de la periodista científica Esperanza García Molina, del diario La Razón de España, en donde hace una relación de prestigiosos científicos que le metieron 'mono' al mundo y a la ciencia, echando por la borda sus prosperas carreras.
A estos les sobraban charreteras y publicaciones científicas en Nature y otras revistas.
Reseña García Molina que el científico Hwang Woo-Suk en marzo de 2004, anunció que había conseguido, por primera vez en la historia, clonar un embrión humano, iniciando una nueva era de la medicina pero era una gran farsa.
Escribe la periodista que la Universidad de Seúl descubrió que el experimento era falso la prestigiosa revista «Science», tuvo que retractarse de las publicaciones, y de que había creído una mentira de tales proporciones. Hwang pagó dos años de cárcel.
Asimismo, Scott Reuben, el llamado 'doctor dolor', eminente anestesiólogo recomendó ciertos analgésicos y antidepresivos, como más efectivos que la morfina. Pero los medicamentos eran fabricados por farmacéuticas que financiaban sus investigaciones. La revista científica «Anesthesia and Analgesia», publicó diez trabajos de Reuben.
En 2009 el Centro Médico Baystate anunció que Reuben había fabricado los datos de sus análisis. El científico fue destituido y posteriormente abandonó la práctica médica.
García también cita que en 2005, la revista médica «The Lancet» publicó una investigación del doctor en medicina Jon Sudbø, que prometía grandes avances oncológicos y acababa con los tumores bucales. Ese mismo año se descubrió que Sudbø había inventado las vidas de los pacientes de las pruebas y 15 artículos científicos reprodujeron la información.El científico reconoció su mentira y perdió su título de doctor. Ahora ejerce como dentista en Noruega.
El Físico Jan Hendrik Schön de Bell Labs (el 'Olimpo de los científicos', dice García) en Nueva Jersey, publicó en 2001 un artículo en la revista «Nature» en el que decía ser capaz de “crear transistores de escala molecular mediante compuestos orgánicos”. Schön nunca pudo demostrar las pruebas, dijo que los datos los había perdido. Entonces fue despedido y perdió el título de doctor.
El ingeniero Rusi Taleyarkhan, de la Universidad de Purdue, Indiana, dijo en 2002 que había logrado “la fusión nuclear”. Pero según el artículo de La Razón “en 2007 la Universidad de Purdue abrió una auditoría interna y en julio de 2008, concluyó que Taleyarkhan era culpable de falsificación de pruebas”.
Lo cierto es que ya ni las publicaciones garantizan que no haya timos, farsas ni plagios.
Estoy en desacuerdo con Bernal cuando dice sentir pena o vergüenza ajena por la periodista María Isabel Rueda cuando en una entrevista a Cuero, ella le pregunta al científico afrodescendiente si aspira a ganarse el premio Nobel. Se le olvida a Bernal que ese periodismo colombiano que señala de haber propalado el endiosamiento y la adulación de Cuero, ha recibido el reconocimiento mundial por tantos logros y aportes a los que sería muy dispendioso referirse aquí.
Este rifirrafe entre los dos científicos, abre la gran discusión, no sobre el periodismo, sino de cómo está y para dónde va la ciencia en Colombia.


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