Camínalo, el duelo es bueno


 

                                             El duelo es algo bueno. Es la forma de ir a través de las transiciones de la vida". 

                                             Rick Warren

 

Generalmente asociamos la palabra duelo con muerte; y sí, existe una estrecha relación entre este evento cierto que acompaña nuestras vidas hasta que ocurre, y el proceso natural de sobreponernos, que sigue cuando alguien muy cercano a nosotros, fallece. Sin embargo, las pérdidas y los duelos son una constante en nuestra vida, y se presentan de distintas maneras, no solo por el hecho de la muerte.

El duelo también aparece por eventos como el despido de un trabajo, el cambio de ciudad o país, el hurto de alguna pertenencia, el dolor por otras épocas, la ruptura de una relación de pareja.

Perder es inherente a vivir y morir es inherente a nacer, así que la opción es adaptarnos y seguir. La vida no se detiene, y esa es otra realidad que, aunque por momentos nos puede resultar abrumadora, no está en nuestras posibilidades cambiar.

Cuando alguien fallece.

La muerte de un ser querido suele ser la pérdida que más sentimos, así como la que más tememos. También, es la que más reacciones emocionales, físicas, cognitivas y espirituales nos genera. Es difícil y doloroso, sin embargo, y aunque en un primer momento no lo pareciera, podemos hacernos cargo.

El duelo ha sido definido como un proceso natural, psicológico, que surge tras las pérdidas, el cual debemos transitar de manera adecuada. No darle la espalda y tampoco acelerarlo, son elementos clave. Las emociones que no se trabajan oportunamente, regresan en algún momento. Siempre que nos demos el permiso de atravesarlo, debemos hacerlo a nuestro ritmo.

Existen diferentes estudios sobre las fases en que se vive un duelo; hoy quiero compartir contigo la Teoría de las 5 fases del duelo que en el año 1969 fue desarrollada por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross. Estas fases, según la autora, no necesariamente se pueden presentar en estricto orden, y no todas las personas pasan necesariamente por todas ellas:

  • Fase de Negación: Momento del shock. No creemos lo sucedido, nos resistimos a aceptar lo ocurrido.
  • Fase de Ira: Aparece el resentimiento, la búsqueda de responsables y sentimos mucha frustración ante la realidad.
  • Fase de Negociación: Aquí se guarda la esperanza de que nada cambie. Intentamos recuperar el control de lo que ha ocurrido.
  • Fase de Depresión: Aparece la tristeza y la desesperanza, como resultado de tomar conciencia de la realidad de la pérdida. Con ella pueden venir otras emociones como el miedo y el dolor. Supone normalización de estos sentimientos naturales.
  • Fase de Aceptación: Llega un estado de calma. Empezamos a convivir con el dolor de la pérdida y con la ausencia. Surge cuando dejamos de resistirnos.

Si estás pasando por un duelo, ¿en cual etapa piensas que te encuentras?, ¿qué emociones identificas en ella? Apoyarse en la familia puede ser muy útil para atravesarlas, si comparten la pérdida, la ayuda será mutua; y recuerda que, si el duelo se vuelve complicado, la recomendación es acudir a un especialista.

Vivir el duelo es bueno porque:

Nos ayuda a entender que las cosas cambiaron, que la vida no es igual pero que continúa. Nos muestra que debemos adaptarnos, aceptar el cambio y valorar lo que tenemos, todo lo cual nos ayudará a continuar y recibir todo lo nuevo que llegará a nuestras vidas, porque sin duda alguna, cosas nuevas llegarán.

Y para muchos expertos, el mayor aprendizaje que nos deja el duelo, es el desapego : aprender a vivir sin esa persona tan importante para nosotros, porque la realidad del duelo está en lo que sigue, en todo lo que viene y pasará, sin que ese ser querido forme parte de ello.

Los rituales: su importancia.

La mayor dificultad para elaborar adecuadamente el duelo en estos tiempos de pandemia, está en la imposibilidad de celebrar nuestros rituales como estábamos enseñados. Y es que los seres humanos nos valemos de ellos para iniciar etapas, cerrar ciclos, y en general para adaptarnos a los cambios contínuos, de allí los entierros, las celebraciones de grados, matrimonios, las despedidas, bienvenidas, etc.  

Y en los procesos de duelo, los rituales resultan importantes para transitar adecuadamente las etapas, llegar a la aceptación, fortalecernos y adaptarnos a la nueva situación.

Escribir cartas de despedida, hacer ejercicios de visualización, enterrar algo simbólico, dejar ir un globo, pedir perdón, agradecer, son rituales simbólicos aconsejados para estos tiempos en que muchos no hemos podido despedir como habríamos deseado, a nuestros seres queridos.  Entendiendo que es algo doloroso y difícil, es importante hacerlo desde todo el amor que le sentimos a la persona que ha partido, y como algo necesario para soltar y avanzar en nuestra vida.

Si tu como yo has sufrido la pérdida de un ser querido, ten presente que el duelo no es olvido, ahora creceremos alrededor del dolor y la ausencia, así que concédete el permiso y camínalo, después de sentirte muy mal, volverás a estar bien.

¡Ánimo!.

 

 

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Fuentes bibliográficas:

Centro de Psicología Integral MC.  (2021). Las 5 fases (o etapas) del duelo: la teoría de Kübler-Ross. Pozuelo de Alarcón – Madrid, España.

Espejo A. (2019). Como superar el duelo y adaptarse a los cambios. Ai Hop Coaching.

Pilar Pastor P.  Recursos para trabajar el duelo en grupo: El camino del duelo. Fundación Mario Losantos del Campo. Alcobendas – Madrid, España.

Vicente Alberola Candel- Lina Adsuara Vicent - Nuria Reina López. Intervención individual del duelo. Hospital Arnau de Villanova - Valencia España.


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