UN PLURAL NECESARIO: CAMPO PROFESIONAL PSICOLOGÍA Y FAMILIAS


Por: Martha Silva Pertuz, PhD. Representante del Campo Psicología y familias. Colpsic, Zona Norte (región Caribe)

Introducción

Los campos Profesionales y Disciplinares son agrupaciones de carácter nacional y regional de psicólogos colegiados, en función de áreas del conocimiento y de aplicación de la Psicología, con el propósito de promover el desarrollo del área en el país y generar estándares de calidad para la formación y el ejercicio de la profesión, orientar la opinión pública, así como sugerir a COLPSIC políticas para ser presentadas por el mismo, a los organismos oficiales y privados. Los Campos Disciplinares y Profesionales favorecen la agrupación de los colegiados por intereses científicos y profesionales alrededor de áreas de su mayor interés. En el Colegio Colombiano de Psicólogos se reconocen en la actualidad 19 campos profesionales y disciplinares. Los Campos profesionales y disciplinares del Colegio Colombiano de Psicólogos trabajan por la integración nacional de los profesionales en Psicología en torno a campos específicos académicos y profesionales; apoyan las diversas funciones del Colegio Colombiano de Psicólogos; y contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida en la sociedad y a la orientación adecuada de la opinión pública en temas propios de la disciplina”. https://www.colpsic.org.co/campos/campos-disciplinares-y-profesionales/

Uno de estos diecinueve campos del Colegio Colombiano de Psicología (Colpsic), es el denominado Psicología y familias, terminado en S, si, en plural,  no es un capricho personal ni profesional o escritural, connota un amplio y profundo análisis individual y colectivo, que se dio durante tres años aproximadamente, por quienes propusieron, gestionaron y estuvieron atentas al “embarazo y parto”, durante 2018,  de este anhelado campo profesional colegiado, cuya maternidad fecunda la lideró la psicóloga Mildred del Carmen Puello Scarpati (q.e.p.d.) y,  hoy amorosamente tutelan las otras tres psicólogas comprometidas con esta gesta, en unión con los-as diferentes representantes de este campo en las distintas regiones geo- culturales de Colombia.

Las promotoras de este campo y autoras de uno de los textos en el boletín número 45 del Colpsic (Puello, S. Mildred; Roca, V. Margarita; Silva, S. Adriana & Silva, P. Marta. (2018). “¿Porqué el nuevo campo de Psicología y familias?”. Boletines Colpsic 45. Págs. 3 a 6. Campo Psicología y familias. - https://www.colpsic.org.co/wp-content/uploads/2021/10/BC-45-PSICOLOGIA-Y-FAMILIAS.pdf ), expresan que, la Psicología ha estudiado las familias desde diferentes campos como el clínico, social y educativo; también se le ha abordado a partir de diferentes epistemologías. Es importante resaltar que estudiar al sujeto desde la disciplina es imposible sin referirnos al grupo familiar considerado como pilar de la sociedad, pues este es el escenario que media entre el individuo y la sociedad tanto para el desarrollo de la identidad como para la socialización. Esto es debido a que en el ambiente familiar suceden interacciones y episodios mediatizados por las relaciones interpersonales, entre estos: la educación y procesos de cultivo identitario, de socialización, protección y pertenencia. Dichos episodios y red de relaciones construyen, en presente continuo, un aprendizaje interactivo a través del cual las familias proporcionan andamiajes para el desarrollo infantil y las ulteriores etapas de la evolución individual y de los miembros del grupo familiar.

Nudo

Ha existido un interés constante por perfilar de la mejor y más clara forma lo pertinente a las ontologías (de donde nacen o surgen), epistemologías (conjunto de saberes, conocimientos, teorías y conceptos avalados por una comunidad científica), metodologías y estrategias (formas y procedimiento al actuar en contextos de salud y psicosociales con las personas, individual y colectivamente), en este caso, psicólogos-as con las familias,  para abordarlas  preventiva, terapéutica y rehabilitadoramente así como a parejas y personas que lo requieren a modo propio o son derivadas por otros psicólogos o diversos profesionales e instituciones. La anterior advertencia e insistencia, se debe a que no han sido pocos los casos en que,  por confusión o violación en límites y roles del hacer y saber hacer en contextos, debido al mercantilismo, al facilismo de muchos psicólogos o por parte de quienes se sienten tales sin serlo, así como a la iatrogenia (también mencionada como yatrogenia) la cual es un daño no deseado ni buscado en la salud, causado o provocado, como efecto secundario inevitable, por un acto  “legítimo y avalado”, destinado a curar o mejorar una patología determinada; etimológicamente "Iatrogenia" proviene de la palabra Yatrogénesis que tiene por significado literal “provocado por el-la sanador-a” (médico, psicólogo, terapeuta en alguna área), con conocimiento de causa o no -por acción u omisión-: “ es cuando el remedio resulta peor que la enfermedad”, se suele popularmente decir.

Ahora bien, los psicólogos se deben y tienen, ético-responsablemente, que formar sólida, coherente y consistentemente desde el enfoque epistémico o escuela psicológica o saber-hacer interdisciplinar (clínico, social, educativo u organizacional, entre otros) que les genere (n) empatía, motivación e interés, con profesionales e instituciones, debidamente reguladas en lo jurídico y legitimadas en pro de lo saludablemente humano, de lo académico-investigativo y con apertura al aporte social contextualizado, responsable y pertinente. No se debe, ni es ético-lícito colocar en riesgo algo tan valioso, digno de humanidad y profesionalismo, como es la salud integral -especialmente la mental y relacional-, de personas, parejas y familias.

Los miembros de un grupo familiar, de una pareja o una persona, como consultantes o como “usuarios”, “pacientes” (desterrada la denominación “clientes”, aunque lo asuman o así gusten de llamarlos algunos profesionales) poco o nada están interesados en si el-la psicólogo-a tienen formación  conductual, cognitiva, psicoanalítica, sistémica, humanista, entre otras, corrientes paradigmáticas, que sean legítimas, certificadas por el cumplimiento teórico-práctico de un plan de estudio avalado por autoridades en el ámbito público y o privado (cumpliendo con la legislación, reglamentación de  perfiles y realimentaciones  permanentes con los planes de mejoramiento cuando hubiese lugar a ello, de las cohortes o promociones egresadas de estas). Por lo anterior, desde la propuesta del Campo de Psicología y Familias se asume, respeta y convoca al diálogo en torno al ethos familiar. Minimizar, erradicar o trabajar conjuntamente -terapeuta (s) y consultante (s)-  para aprender a manejar las múltiples manifestaciones del dolor humano, especialmente en lo psicosocial o relacional, que es el propósito máximo y, esto “se hace desde una responsabilidad epistemológica por la complejidad para estudiar la construcción del sujeto primero al interior de la familia -o cada familia, según su particular estructura y manera de funcionar- y,  luego en otros contextos sociales mediados por el aprendizaje interactivo del grupo familiar” (Óp. Cit. página 2). Analizar y acompañar mediante el diálogo o las intervenciones verbales del terapeuta (Intervenciones verbales del-a terapeuta: Escuchar, preguntar, señalar, clarificar, interpretar y motivar que surjan desde el interior de los consultantes mismos las alternativas de solución a sus circunstancias, especialmente las disfuncionales) con la finalidad de resolver los -o algunos de los- conflictos que se plantean en el grupo familiar es la razón de ser para estudiar, comprender y abordar familias, cada una en sí un “universo”: unidad en la diversidad.  En múltiples ocasiones, los psicólogos y profesionales afines coinciden en que a las familias hay que verlas y sentirlas como sistemas donde se despliegan y se analizan los comportamientos, patrones de comunicación, manejo de límites interaccionales y respuestas emocionales entre los miembros del grupo familiar. Por ello, por ejemplo,  la terapia familiar puede aportar mucho -y favorablemente- en casos de problemas de pareja, muerte de un miembro de la familia, divorcio, crianza y socialización de la prole, protección a sus miembros, especialmente a quienes tienen condiciones especiales de salud, manifestaciones de diversas formas de abuso y violencias entre sus miembros, patrones y estilos transaccionales y comunicacionales, además de otros muchos supuestos y emergencias ligados a la cotidiana interactividad y tipología familiar.

En el caso de la terapia familiar, en esta se suele presentar - abordar el mundo autorreferencial (Autorreferencias: Aluden a recursos personales, emocionales, cognoscitivos, afectivos, psicológicos, relacionales, del terapeuta y del consultante, como elementos útiles para el conjunto desarrollo de psicoterapia) de terapeutas y consultantes, se trabaja en pro de la resolución de los principales obstáculos que suelen darse en este tipo de relaciones, entre los que se pueden señalarla Diversidad, No todas las familias son iguales; la Privacidad,  en las familias se guardan muchos secretos complicados de sacar a la luz (violencias, abusos, incesto, hijos no conocidos, infidelidades de uno y  otro miembro de la pareja -si la hay-);   el Cambio, una familia cambia mucho a lo largo del tiempo por lo que es preciso analizar el desarrollo que ha tenido para llegar a la situación actual (ciclo vital individual y familiar); la Pertenencia, las familias generan un fuerte sentimiento de pertenencia que les lleva a “cerrarse” en sí misma o si existe muy baja esta pertenencia, a “abrirse” de tal forma, que no se preocupan y ocupan de las dinámicas y organización que va manifestándose en  la familia en el día a día.

Desenlace

Sin duda y acogiendo lo planteado por Julio Abel Niño Rojas (“La formación y profesionalización de los psicólogos en el campo de Psicología y familias, desde un enfoque sistémico”. Boletines Colpsic - 2018 No. 45 págs. 7 a 9) este nuevo décimo octavo Campo del Colpsic, Psicología y familias, tiene diferentes retos y proyecciones para el gremio de los psicólogos, entre los cuales es posible identificar: a) Realizar transferencias de conocimiento a diferentes organizaciones que atienden las familias, las cuales sean producto de investigaciones. ­ b) Desarrollar modelos de intervenciones que orienten protocolos y guiones para dirigir las prácticas profesionales. ­c) Generar información científica, que permita potencializar los planes y programas del Estado en la atención de las familias. ­d) Contribuir a la creación de políticas públicas sobre familias para la atención integral (corresponsabilidad del Estado y la sociedad). e) ­Fomentar estrategias de intervención en diferentes grupos poblacionales y problemas contextuales de nuestro país. Para el momento en que se escribe este texto, ha transcurrido  un año y nueve meses de vivir una pandemia por Covid 19 y  son muy variados los efectos en la salud familiar y mental que esta  ha generado  por el aislamiento en casas y apartamentos, la ansiedad, depresión, incertidumbre así como el sorpresivo pasaje del estudio y trabajo presencial a ser en gran medida tele-estudio y teletrabajo entre un sinnúmero de actividades mediadas virtualmente, en pro de la bioseguridad que mitigue el contagio, sus secuelas y las personas que han fallecido a causa de este mortal virus. Como anteriormente se acotó y dadas las circunstancias antes señaladas, para el Campo Psicología y familias, entre los otros del Colpsic, el reto es grande y la tarea permanente.

 

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