¡No más abusos con nuestros visitantes!


Son reiteradas las veces en que los medios de comunicación han hecho públicos los abusos cometidos en la ciudad de Cartagena por parte de propietarios de establecimientos en contra de turistas, generalmente provenientes del extranjero.

Los cobros excesivos de los bienes y servicios, dejan una desagradable experiencia, sumada al deseo de no regresar nunca más al lugar donde abusaron de la ingenuidad y el desconocimiento del visitante.

No hay quien controle estos actos, muchas veces provocados desde establecimientos que son de carácter informal. Este tipo de abusos, generan consecuencias adversas para la ciudad. La magnitud del hecho es castigada con la abstención de volver a visitar y con la advertencia a quien lo intente que puede ser víctima de la exagerada avaricia de algunos “comerciantes”, que en Colombia los robaron y que mejor escojan otro destino.

Pensar en abusar de lo turistas es un grave error. Es acabar con el deseo que visiten nuestra ciudad, generando un impacto negativo en el sector turismo y como consecuencia, en la economía del País.

Lamentablemente las quejas cada día son más numerosas. El turismo es un renglón muy importante para la economía de la ciudad; pero la inseguridad, el deterioro del centro histórico, y por si fuera poco el abuso en los precios, se convierten en la principal herramienta para que Cartagena deje de ser atractiva como destino turístico y cultural.

Ser amable, prestar un excelente servicio, cobrar lo justo por los alimentos y bebidas, no solo es lo correcto, es un deber de toda persona que pretenda obtener ingresos del turismo, tiene que cumplir.

Abusar de los visitantes es perjudicial para la ciudad y para Colombia. Se puede lograr riqueza y prosperidad de manera honesta.  El secreto está en ofrecer tanto servicios como productos de calidad, sumado a una excelente atención. Que muy lejos de denunciar públicamente este tipo de actos vergonzosos, el turista comparta sus gratas experiencias y sienta el deseo de regresar, pero a nadie le gusta estar donde lo tratan mal o donde se sienten estafados y robados.

Es un deber de todos, cuidar a nuestros visitantes, las autoridades que hagan lo suyo, los comerciantes que cobren lo justo y los ciudadanos que sean amables y pacientes con quienes nos visitan. No nos cuesta nada ofrecer una sonrisa, ceder el paso, brindar ayuda a quien lo necesite, ser cortés. Entendamos que con estos “pequeños” actos, podemos lograr grandes cambios y hacemos de Cartagena una ciudad agradable y un verdadero atractivo turístico, que nos beneficiará a todos. ¡No más abusos con nuestros visitantes!, no les quitemos las ganas de regresar.


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