“Hacke mate” a la libertad de expresión


Hace un par de días la cuenta en Twitter de la activista y columnista de El Universal, Rebeca González, fue tomada por un hacker que, al parecer, logró engañarla y obtener las contraseñas de su correo electrónico y sus redes sociales. No fue difícil darse cuenta; en la tarde del viernes se empezaron a leer algunas publicaciones en la cuenta de Facebook de la columnista que no eran propias ni comunes a lo que habitualmente publica.

Le saludé con la intención de indagar sobre sus últimas publicaciones y, antes de preguntarle ya me respondía: “Me hackearon todas las cuentas”. Para muchas personas parece insignificante que a alguien lo suplanten o tomen el poder de sus cuentas en estas redes, pero la connotación es diferente cuando se trata de una persona que ha mantenido una actitud crítica frente a muchas situaciones y es una notable activista que ha apoyado diversas causas. Los tuits de Rebeca les llegaban directamente a más de tres mil seguidores y en el último mes había estado muy activa opinando sobre las controvertidas declaraciones del gobernador de Bolívar sobre la pena de muerte para maltratadores de mujeres y conductores ebrios, además de un fuerte y constante apoyo al paro nacional agrario.

El suplantador utilizaba la cuenta original de la columnista para confundir a sus seguidores y pedirles que denunciaran las nuevas cuentas que esta abría, es decir, no la dejaba salir de la piscina donde se estaba ahogando. Cada vez que Rebeca abría una nueva cuenta para poder hacer la denuncia y avisar a sus amigos en la red social que la cuenta había sido tomada, el personaje enviaba mensajes advirtiendo que ninguna de esas cuentas era la de ella. Terminaban todas desactivadas por Twitter. Del mismo modo, en Facebook había publicaciones obscenas, otras que apoyaban al presidente Juan Manuel Santos y en contra del paro agrario, tema que ella había apoyado insistente y abiertamente.

La situación no terminaba ahí. Desde Bogotá, el periodista Camilo Andrés García (@hyperconectado anteriormente, pero que fue cambiada por @hyperconectadox) ─autor del libro Mucho Hacker─ se enteraba de la situación y se dirigía, a través de Twitter, a quien tenía la cuenta de Rebeca, incluso publicó en su blog (ver blog bit.ly/1fsgSo0) explicando el modus operandi del delincuente que había tomado la cuenta y de qué forma habría sido el rapto de la identidad digital de la columnista. Resultó también afectado luego de que este personaje ingresara también a su cuenta en Twitter con más de 20 mil seguidores. Hoy, en la descripción de la cuenta de García aparece el mensaje de: “No te metas con quien no debes”. (Ver perfil en Twitter http://bit.ly/N0zIHz)

“Esto se pone peligroso”, me dice la periodista Ana María Cuesta luego del hecho, y yo creo que es así, y que lo sucedido lleva adentro el miedo, la intriga y la tenebrosidad de algo que pareciera hacerse de manera fácil y sistemática. No tenemos la más mínima idea de quién pueda estar detrás de estos ataques ni con qué intención los hace, así que resta pedirle a las autoridades encargadas del tema que inicien una investigación para determinar quiénes son los responsables del ataque ─tan grave como callar a alguien que escribe en un medio impreso u opina por la radio o la televisión─ y a los ciudadanos el total apoyo a los periodistas afectados por esta preocupante situación, tan pero tan preocupante que no se sabe quién será el próximo.

En Twitter: @TresEnMil
germangp8@gmail.com


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