Un cagadero, comparada con Medellín


Con mucha pena y respeto por lo que voy a decir. Llega un amigo del interior y entra con su carro por la vía perimetral, pasando Canapote, San Francisco, la Esperanza y alguna parte de Olaya. “No, no, no, esta vaina es un descontrol total, música de pickup por todas partes. Y las basuras cubrían muchas aceras y la gente como si nada tomando ron y jugando dominó, cartas y al siglo”, me cuenta. Le dije, esto es muy común en los barrios los fines de semana, es domingo.

Sin tanto rodeo me dijo, así secamente y con seguridad: “Cartagena es un cagadero, comparada con Medellín”. Allá todo está limpio, el orden se nota y la ciudadanía trata de cumplir con las normas ambientales. Medellín es mucho más saludable que aquí. Le contesté, hombre sí, desafortunadamente aquí en Cartagena, pareciera que nadie le importara el medio ambiente, desde el ciudadano común hasta las mismas autoridades, pasando por las empresas. Peligroso todo esto, contaminación ambiental, visual y auditiva juntas, remató.

Siendo sinceros, en términos ambientales y de ciudad saludable, Cartagena está muy lejos de ser una tacita de plata. No nos podemos echar mentiras, comenzando por la alta contaminación que genera la zona industrial de Mamonal. No hay control adecuado de las autoridades y si lo hay no se nota. Sólo una pregunta, ¿Quién sabe cuál es el nivel de contaminación del aire en su zona de influencia y toda la ciudad? En los barrios populares y también de clase media, es normal ver las esquinas llenas de basuras regadas. El transporte público a sus anchas. Perros y gatos de todas las condiciones es normal verlos en las calles haciendo sus necesidades fisiológicas Y, por último, los ciudadanos nos comportamos ignorantes en educación ambiental.

Hagámonos unas preguntas: ¿Cómo es posible que tengan al Puente Heredia de Central Basurero, a menos de 20 metros del centro de la ciudad? ¿Cómo es posible que el Mercado de Bazurto siga siendo un foco de contaminación, si ya existe orden judicial de trasladarlo? ¿Cómo es posible que muchos medios de transporte público andan emitiendo gases tóxicos y ruidos? ¿Por qué en muchos barrios se amontonan basuras en las esquinas sin que apliquen sanciones? ¿Por qué para los típicos pickups no hay ley? Y para rematar, ¿por qué los vendedores o caseros andan con unos megáfonos estridentes en los barrios? ¿No hay control?

Estas condiciones como vivimos en Cartagena tienen sus consecuencias. La salud está afectada, estamos enfermos sin saberlo y en alto riesgos ahora con el coronavirus. La población pobre, es la más vulnerable, pero también la más contaminante. Existen varios puntos de la ciudad que son focos de contaminación ambiental. Los cuerpos de agua internos están ferozmente contaminados. Y como para desnudar aún más la situación, en pleno centro, en el Puente Chambacú, nadie ya aguanta los olores nauseabundos que salen del principal cagadero y orinal públicos de Cartagena, los manglares que están en todo el frente de las murallas. -Hay que hacer algo y pronto-


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