La travesía de los emprendedores


Si usted pensaba que conseguir una cita en la EPS con un especialista; obtener un trabajo en el que le paguen un salario digno, trabaje en lo que estudió, tenga prestaciones sociales extralegales, se sienta a gusto; y conseguir un buen esposo/esposa que sea fiel, detallista, amoroso, responsable y gane mucho dinero era complicado … espere arrancar la aventura de ser emprendedor en Colombia.

En primer lugar, tomar la decisión de hacer empresa no es nada fácil. Es un proceso al que se requiere “botarle corriente” un tiempo para finalmente “medírsele” a la aventura. Los miedos son siempre sentimientos que están presente en la mente de toda persona que desee emprender: miedo a que las cosas no salgan como espera, miedo a que sus productos o servicios no sean bien aceptados, miedo a perder dinero, miedo a caer en el intento. Por tanto el Paso 1 para todo emprendedor es: vencer el miedo.

En el Paso 2 nos vamos a la parte creativa. Pensar en un nombre atractivo, original, entendible y que refleje la naturaleza del negocio. Suena fácil pero no lo es. En ese proceso se le van a ocurrir cualquier cantidad de locuras y algunas tonterías que anotará inicialmente en un papel y luego en su computador o Tablet para dejar de recuerdo cuántos nombres recorrió para finalmente llegar al escogido para su negocio.

Para el caso de mi primera empresa, escribimos 15 posibles nombres, y luego con la ley del descarte comenzamos a eliminar algunos. Quedaron 6, luego 3, y luego el escogido que era el segundo en la lista: One to One, por aquello del mercadeo relacional o personalizado.

Teniendo el nombre debimos proceder al Paso 3: buscar en Homonimia: http://aplicax.ccb.org.co/ccbconsultas/consultas/RUE/consulta_empresa.aspx si nuestro nombre escogido podía ser utilizado al no existir otro negocio con la misma denominación o razón social en Cartagena. El sistema nos mostró 9 nombres similares, 2 de ellos con la matrícula de la Cámara de Comercio cancelada, es decir no contaban y los otros 7 en ciudades diferentes a la nuestra y dedicados a otro tipo de actividades. Entonces… íbamos con todo con ese nombre.

Venía entonces el Paso 4: la documentación jurídica. Muchas personas deciden tomar el Acta de Constitución de la empresa de un amigo o minuta que le llaman, y hacerle las modificaciones a las que haya lugar. ¿Capital social?, ¿Capital suscrito?, ¿Capital autorizado? Cuál es cuál… (sí, yo todavía me confundo)… entonces no queda más remedio que buscar un abogado o contador de la familia y el círculo de amigos y pedirle ayuda. Cuando el documento está listo… comienza el Paso 5: pedir asesoría en la Cámara de Comercio para que lo revisen y cuando todo esté todo en orden, proceder a autenticarlo en notaría.

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En aquel entonces me fue bien, solo una revisión y listo. Pero ahora, que estoy nuevamente en esta travesía de abrir una nueva empresa, fueron 6 idas a la Cámara de Comercio, teniendo en cuenta que luego de 3 revisiones por las hermosas y flamantes asesoras, una vez ingresado el documento, éste fue devuelto porque tenía errores. ¿Cómo podía tener errores si había sido revisado por ellas mismas en 3 ocasiones anteriores? La respuesta es: no entiendo... pero cualquier cosa puede pasar en nuestras entidades macondianas.

Antes de la devolución del documento vino el Paso 6: el diligenciamiento de tres o cuatro formatos con cualquier cantidad de celdas para llevar (muchas de ellas preguntando la misma información). Recomendación: pida un turno y siéntese con una de las asesoras (ojalá le toque la más paciente) para que lo ayude a llenar los documentos, porque una sola cosa errada y tendrá que pagar nuevamente los 4.300 pesitos que cuestan los formatos y pasar por lo aburrido de hacer el trámite nuevamente.

En esta aventura me enteré que de febrero para acá han cambiado varios trámites: 1. Ya no tendrá que incomodarse yendo a la DIAN para que le entreguen su RUT puesto que la misma Cámara está obligada a realizar el trámite (ohhh qué grata sorpresa, una vuelta menos…) 2. Salió la ley 1780 del 02 de mayo de 2016 para promover la creación de empresas en jóvenes, por tanto si usted tiene entre 18 y 35 años de edad, el Certificado de Existencia y Representación de su empresa le saldrá muchísimo más económico, en nuestro caso más de 300.000 pesos menos de lo que costaba anteriormente (ver aquí la ley: http://es.presidencia.gov.co/normativa/normativa/LEY%201780%20DEL%2002%20DE%20MAYO%20DE%202016.pdf) y 3. La autorización de facturación se puede realizar de forma digital a través de la web de la DIAN (www.dian.gov.co).

Suena chévere lo anterior pero… teniendo en cuenta que lo que pude hacer en 2 idas a la Cámara de Comercio lo hice en 6, y que la página de la DIAN en muchos casos no funciona para realizar los trámites, que el Chat en Línea dura menos de 5 minutos abierto y resuelvas o no tu inquietud se cierra (te sale un marcador y todo 5,4,3,2,1 PUMMMM), que las llamadas al servicio al cliente se caen o nunca entran y que los turnos son eternos … no son buenas noticias del todo.

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Volviendo a los pasos, entonces tenemos que el Paso 7 es recoger el Certificado de Existencia y Representación, para luego proceder con el Paso 8 que es abrir la cuenta bancaria de la empresa (no olvide llevar el balance inicial, todo lo que le entreguen en la Cámara de Comercio y 100.000 pesitos como mínimo para abrirla. Ármese de paciencia, porque por estos días las filas en los bancos, especialmente en Bancolombia han estado eternas.

Paso 9, llenarse de valor para ingresar a la web de la DIAN a hacer el trámite de facturación. Le deseo suerte... a nosotros nos tomó dos días.

Paso 10, proceder a mandar a diseñar las facturas e imprimirlas (ojalá tenga un amigo diseñador para que le diseñe una marca agradable visualmente y original y que no le hagan cualquier cosa en la litografía). Paso 11, visitar la Dirección de Industria y Comercio para realizar su inscripción y poder realizar la declaración del ICA cómodamente… impuestos… oh impuestos… ya vamos a hablar de ellos.

Terminado este trámite, FELICITACIONES, usted está listo para comenzar su negocio luego de –teniendo suerte- unas dos semanas en estas vueltas. Ahora es cuando viene lo bueno… diseño de portafolio, tarjetas de presentación, definición de un discurso de marketing para todos, planeación estratégica, selección de clientes a los que apuntarle, llamadas, enviadas de mail… en fin… todo esto contando con que aún no tenga oficinas ni tenga que incurrir en costos fijos.

A los pocos meses –siendo optimistas- ya debe haber realizado varios negocios, por tanto –tristemente- le van a tocar la puerta las obligaciones tributarias, así que ni se le ocurra comerse la platica. Le va a provocar gastarse los primeros dineros que ingresen a la cuenta, pero recuerde reinvertir en el negocio y sobre todo, destinar aproximadamente el 33% de las utilidades para la DIAN… suena absurdo verdad? Matarse consiguiendo clientes para terminar dándole la tercera parte de las utilidades al Estado? Pues sí… la dura realidad de nuestro país es esa…

Va a mandar muchas propuestas que le piden con URGENCIA MANIFIESTA y luego no se dignarán ni a darle un no como respuesta, va a hacer negocios de los que tal vez se arrepienta después, va a hacer visitas infructuosas, va a encontrar clientes que escogen otras empresas por precio y no por calidad, va a amargarse, va a “estrilar”, va a desear no haber emprendido ese camino, ¿pero sabe qué? Finalmente va a entender que este mundo es para los arriesgados, para los osados, los audaces. Para aquellos que tienen un sueño y no descansan hasta lograrlo. Va a entender que la mayor satisfacción de ser profesionales es emprender, que no hay nada más grato que trabajar en lo suyo. Y se llenará de valor y fuerzas para continuar.

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Le aseguro que no es nada fácil, pero que es MARAVILLOSO luchar por lograr las metas de uno mismo y no del dueño de una compañía. Si usted está en este mismo plan me va a entender. Si quiere comenzar esta aventura no se desinfle, no pierda el norte. Le aseguro que ese es el camino. Organice bien sus proyectos, tenga clara su idea de negocio, su propuesta de valor, su planeación. Asesórese, organícese, y prenda motores que lo que le viene es fuerte, pero no más que usted. ¡Ánimo!


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