La educación y el proceso de paz.


El presidente Santos con su bandera de la paz que lo llevó a reelegirse a base de mermelada hoy ve como el país cada día pierde la confianza en el tan mencionado proceso de paz que parece ir en dirección contraria a lo que la sociedad realmente quiere.

Hasta los más optimistas, los que votamos  –incluyéndome- por tomar una vía distinta contra este grupo terrorista de las FARC vemos con mal presagio el camino que toman las negociaciones, es clara la contradicción de este grupo armado que en la mesa de la Habana dialogan los puntos acordados mientras sus filas, las que se encuentran en la selva aún continúan atentando a la población civil y al ejercito incluso cuando habían acordado un cese unilateral. Cabe aclarar que se está negociando en medio de conflicto y en eso ha hecho énfasis el gobierno al no ceder a un cese bilateral que puede llegar a ser mortal en estas circunstancias, sólo después de una firma, resultados concretos y muestras de paz por parte del grupo armado ilegal el gobierno debe acceder con la petición del cese sinalagmático.

Y es que con el emblema de la paz el presidente ha relegado todos los demás asuntos de vital importancia para el país, muestra de ello es el actual paro de educación básica que venía gestándose de hace tiempo atrás y no se actuó a tiempo antes de hacerlo inevitable. Sí bien es cierto los profesores con su ardua tarea del arte de enseñar no son lo suficientemente pagos lo cual los limita de forma directa en sus vidas y en aspiraciones a proseguir sus estudios también es palpable la posición del gobierno al exigir mínimos estándares de calidad ejecutando exámenes a dichos maestros para poder acceder a brindar conocimiento a los niños menores. Este tira y jala por parte de los dos lados ha dejado a la fecha de hoy más de una semana sin clase a los que finalmente son los realmente perjudicados y son los menores matriculados en todas las instituciones públicas del país.

A título particular sugiero se debe aumentar un porcentaje que ronde el 15% en materia salarial y se debe seguir con los exámenes de calidad para aprobar a los maestros para que puedan ejercer como tal, eso sí, cambiar el esquema de dichos exámenes y diseñarlos de acuerdo a la asignatura de cada profesor, de esta forma se está eligiendo a los más preparados para esperar un buen resultado en materia de educación, esta es una de las formas para equilibrar la balanza y acabar el paro que genera días irrecuperables en materia de aprendizaje para cada infante.  De esto y otros factores depende la mejora al sistema educativo, sin olvidar que a raíz del paro miles de jóvenes no podrían realizarán la prueba PISA - que es uno de los indicadores de calidad en materia educativa en todo el mundo  -programada para dentro de un par de días, una lástima.

Sin olvidar el pésimo servicio de salud que se les ofrece a los profesores punto sobre el cual ni la ministra ni el presidente se han pronunciado ofreciendo verdaderos cambios, el profesor también es padre de familia y necesita un sistema digno que cubra sus necesidades básicas. 

El gobierno tiene en sus manos la varita para seguir negociando y poner fin al paro, evidencia de lo atrasado en materia de educación son los resultados de las pruebas pisa en 2014 donde según el informe de OCDE (Organización para la cooperación y el desarrollo económico) en lectura y matemáticas Colombia ocupó el puesto 61 de 65 países participantes, sin duda un indicador alarmante que conlleva a mejorar las políticas de educación que hasta ahora han fracasado.

Adenda: El robo de la primera edición del libro de nuestro nobel en la feria del libro es fiel reflejo de nuestra sociedad pútrida, una vergüenza inmensa ante el mundo que ultrajen uno de los principales patrimonios literarios del país. 


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