El Gran Combo: Parte final: salsa, sólo para quienes saben gozarla.


Cuentan los abuelos que los zapatos deportivos, entre ellos los tenis, aparecieron en Gran Bretaña ,inventados por un atleta de ese país, cuando finalizaba el siglo XIX.
Después, unos treinta años más tarde, los norteamericanos inventaron sus propios estilos en plena primera guerra mundial en año 1916 y desde allí pasaron a tierra colombiana.
Desde entonces los zapatos deportivos, y de manera especial los tenis de lona blanca , comenzaron a ser usados por los sectores populares y El Gran Combo no hizo espera para usarlos, e incorporar el tema a su repertorio musical, y así un buen día le escuchamos cantar:
Tengo que lavar mis tenis,
y ponerlos en el balcón,
porque quiero que se sequen
antes que se oculte el sol.
Tengo que comprarle pilas,
hoy a mi radio casete
Pues donde quiera que vaya , mi música llevaré…
Weh, eh! Tengo que lavar mis tenis , mis tenis, mis tenis
y como soy un tipo sencillo,
los lavo con agua y cepillo
Yo los tengo que lavar,
Hoy , cuando han pasado más de 40 años de la aparición de esta canción, recuerdo los años 60 del siglo pasado, cuando tenía que lavar los tenis blancos para las clases de educación física, o en su defecto, untarle “alba yarda” u óxido de zinc porque los ingresos familiares no alcanzaban para comprar el tubo de “Griffin” ,el betún blanco de moda.
Evoco también los días del año 63, cuando tuve mi primer radio transistorizado que funcionaba con baterías, y que se constituía en toda una “ cheveridad” “andar de arriba para abajo” con la música , de manera especial la que brindaban las nuevas emisoras de música moderna, las de las baladas, entre ellas” La Voz de las Antillas” , las cuales se fueron tomando el espectro radial y poco a poco desplazaron a las emisoras radiales tradicionales con el sistema FM ,y con ellas a la música del interior del país ( bambuco, torbellino, pasillo y otros), a los ritmos folclóricos de nuestra costa, ell vallenato, la ranchera y de manera especial borraron la arraigada tradición musical de Cartagena y sus cercanías que en ese entonces se extendía hasta algunas poblaciones de las Sabanas de Bolívar, propagada por las emisoras de un amplio espectro, o como diría un técnico hoy, de “gran potencia” entre ellas la invencible Emisoras Fuentes.
Más el tiempo transcurre raudo y años después, tuve la oportunidad de conversar con los otros , dos grandes cantantes de la orquesta: Luis “ Papo” Rosario y Jerry Rivas y así de esta manera, entender el origen de otra de las magníficas interpretaciones del “Gran Combo”: la Eliminación de Feos” esa que suena de esta manera:
Mirta Silva, y Rufo Hernández,
En un adiós de repente, Bobby Capó y Tito Puente
Yayo el indio, y Blas Hernández,
Daniel Santos donde andes
A Yomo Toro y a Cheo que se despidan,
Que viene, que esta semana que viene
van a eliminar los feos…
¿Y Por qué será que los eliminan?
¿Y por qué será que los eliminan?
¡Pregúntale al nene de Macorina,!
¿Y por qué será qué los eliminan?
¡Por que pa los feos no hay penicilina!,
¿Y por qué será que los eliminan?
¡Es que eso es muy feo, eso no camina!
¿Y porque será que los eliminan?
¡ Bueno yo no sé, pregúntale…!
¿Y porque será que los eliminan?
¡Es que se merecen la guillotina…!
Después, de manera muy confidencial, pero con el derecho de divulgarlo, “Papo” y Jerry me contaron que la canción es una tomadura de pelo a una treintena de músicos y orquestas de su época y que si bien es cierto que había algunos muy apuestos como Daniel Santos Y Bobby Capó, la mayoría de los nombrados eran muy feos tales como Cortijo, con todo su combo y Yomo Toro , entre otros.
La conversación con los cantantes trajo a mi mente los recuerdos infantiles fragmentados de los más feos que he conocido en mi vida, desfilando el famoso “Alfajía” de Turbaco, uno de esos personajes “toderos” que gran parte de su vida pasaba en el matadero y en su casa familiar de Loma de piedra, hoy desaparecida con el paso de la doble calzada de la Ruta del Sol.
Maneco, un mensajero, adscrito de manera voluntaria a la alcaldía sobresalía por su vozarrón y por lo grande de su mandíbula, que lo asemejaba a uno de los antepasados de la evolución del hombre de Neanderthal.
En Cartagena , es imposible olvidar a los choferes de buses de la antigua ruta Esperanza –Centro entre los cuales sobresalieron Zacarías, El Gallo Tuerto y La Muerte , un señor muy alto y delgado, al cual el personaje del baile del garabato, nada tiene que enviar; a ellos mis respetos en su tumba.

Sin embargo, esta canción tiene otra cuestión de por medio y es la actitud del maestro Rafael Ithier, quien en un comienzo se opuso a la grabación, pero que al final terminó cediendo, debido a la sabrosura que tiene la pieza musical, y a su impotencia para detener el mamagallismo de los integrantes de su orquesta, actitud cotidiana de nosotros los caribeños.
En otra de esas buenas oportunidades que nos da la vida a los amantes de ella en sus mejores versiones, como por ejemplo el goce de la salsa, pude acompañar al Gran Combo, en una de sus múltiples presentaciones en el Madison Square Garden de Nueva York , sirviendo de corista en una hermosa canción, muy poco escuchada en Colombia como lo es “Antero”, un homenaje muy sentido a este gran percusionista del Caribe, a quien ya , Cheo Feliciano le había dedicado la pieza musical Mano Caliente
Antero, la rumba viene a juntarse con el son (bis),
Y vienen to” los rumberos , a oír la combinación (bis),
Rumba , Tito y tumbadores, cantantes de profesión,
vienen a ver lo que pasa,
al juntarse la rumba con el son…
Se conocieron en Cuba,
Allá por El Malecón, Dios los cría ,
ellos se juntan, perfecta combinación ,
Antero , la rumba viene a juntarse con el son…
Más oh! La vida sigue dando sorpresas, y en una de esas aparece el maestro Rafael Ithier anunciando: Señoras y Señores, lo nunca, jamás visto en el mundo de la salsa: Andy Montañez, Gilberto Santa Rosa de Puerto Rico Y Ubaldo Elles Quintana de Cartagena de Indias, interpretando, a solicitud de los cartageneros aquí presentes :Hojas Blancas; esta ha sido la noche más espectacular de mi vida, y al cantar en medio de los dos colosos, no tenía otro camino que lucírmelas, como me las he lucido siempre con los otros grandes salseros del mundo con quienes he cantado muchas veces en el salón del club familiar de mi hermana Alba en el Barrio Chipre de Cartagena de Indias.
Esa noche en El Madison sentí de veras que mis “hojas blancas siguen cayendo” ,” que ha llegado el momento de sentirme contento por todo el bien que he hecho “ y que esa oportunidad no se presentaría de nuevo en mi existencia, y que de igual forma pasaría con el sueño, que me hizo levitar largo tiempo, después de mi despertar en estas cálidas mañanas de julio del 2013.


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