Sólo para enamorados (1). Roberto Ledesma: Con Mi Corazón te Espero.
Cumplía yo mis dos primeros años de vida, en 1952, cuando Roberto Ledesma llegó por vez primera a cantar en Colombia con el Trío Martino, primero en Medellín y luego en Bogotá, cantando sus versos de amor, en las brumasde la fama, la cual consolidaría años más tarde.
En 1961, en mi cumpleaños número 11, Roberto saltó a la fama con la canción “Con Mi Corazón te Espero” de Humberto Suárez, acompañado de José Fajardo, quien desde entonces daba sus primeros aportes a la construcción del género musical latino: La salsa.
Hoy, 55 años después, recuerdo con suma claridad, que la canción no me impactó para nada en aquellos tiempos de muchacho, cuando la música más importante, para mí, por supuesto, era la ranchera liderada por La Malagueña, Cielito Lindo y Allá en el Rancho Grande.
Se trataba de las mismas composiciones que cantaba Roberto en la Habana con su primer trío habanero, cuando aún era muy joven, al igual que las cantaba mi mamá Rosita Quintana en Turbaco, adornando su larga y bella cabellera negra con un bonche (cayena) radiante al pié de una batea llena de ropa, acompañada de un manduco, jabón de bola y lejía.
Estas eran las herramientas tecnológicas de ese entonces, del lavado de ropa en muchas casas de las gentes de humilde condición, tal como era de la de nuestra familia: honrada, trabajadora y muy apreciada por toda la población, tal como lo escribió el Maestro Calixto Ochoa en “Mi Biografía”, interpretada también por Diomedes Díaz, el Poeta y Cacique de la Junta.
Roberto, volvió a grabar cinco o seis veces después “Con Mi Corazón te Espero” y sus canciones viajaron por América Latina, El Caribe, América Anglosajona (USA) y fue en la segunda mitad de la década de los 60 del siglo pasado cuando se dio mi encuentro maravilloso con las canciones del “Bolerista Mayor”.
Ahora, cuando transcurre la segunda década de abril del 2016 las recuerdo completas, las oigo y canto, y lo mejor: las comparto con amigos y familiares en esas reuniones mágicas hasta la madrugada, cuando los espíritus sensibles y amantes del bolero, las sienten más hermosas y a cada uno de nosotros les parece que Ledesma y sus amigos las hubiesen cantado y compuesto de manera especial, para dramatizar nuestras vidas, o mejor para explicar con ellas, el drama de nuestras vidas amorosas.
“Con mi Corazón Te Espero” es espectacular:
…Y tú tendrás un altar, y un palacio hecho con besos
y reinarás junto a mí, porque el mundo será nuestro.
Tú eres luz y yo soy sombra, que en la noche se fundieron,
Tú eres mar y yo soy río, que se encuentran, aunque lejos.
Todo un mundo nos separa, por dos distintos senderos,
Pero el amor es más fuerte, que el poder del mundo entero,
Y allá, allá al final del camino, con mi corazón te espero…
Y mi terco corazón la esperó… ¡tres, cuatro años! ¿No sé… cuántos?
Con versos y canciones, con Detalles como los de Oscar de León, mi corazón la conquistó, y formamos “un palacio hecho con besos”, el cual por su misma estructura se desvaneció de la vida real y pasó al mundo de los recuerdos eternos, esos que jamás desaparecen del alma y te hacen exhalar un suspiro, cada vez, cuando los evocas.
Hoy, los amigos de Roberto “El Bolerista Mayor”, sabemos que ha grabado centenares de canciones de afamados compositores, con versos que le dan todavía la vuelta al mundo, hecho Tierra; son cantos imperecederos y de la vida cotidiana, que nos acercan al romanticismo de fino corte, al amor y el desamor, a las mujeres hermosas, como son todas y a la naturaleza.
Más para la muestra unos botones inolvidables:
Adoro/ Mira Que eres Linda/ La Gloria eres Tú/Dónde Estás Corazón?/ Contigo Aprendí/ No/.
Esta Tarde Ví Llover/ La Pared/ Palabras en el Cielo/ Noche de Ronda/ Camino del Puente/.
Se me Olvidó Tu nombre/ Hoy/ Yo no Soy tu Amigo/ El Malquerido/ Por Amor/.
Declárate Inocente/ Que seas Feliz/ Tus Ojos.
Con toda una gama de situaciones donde el amor es el protagonista principal, la letra, la música y el mensaje de cada uno de estos poemas del cancionero popular quedaron grabados en el alma de miles de latinoamericanos quienes hoy evocamos aquellos momentos, cuando aparecía un Long play de acetato con las canciones del Maestro y no queda más que decir con Alci Acosta y Julio Jaramillo: Si Hoy Fuera Ayer…
Sin embargo, Ledesma fue más allá del amor y la ternura separados para combinar los dos sentimientos con el canto a la naturaleza y al interior de esta a uno de sus bienes más preciados: El Árbol.
Y es precisamente El Árbol, una de las canciones más especiales de Roberto Ledesma; tal vez una de mis favoritas especiales, que invita a evocar los años de la adolescencia, cuando enamorados en el campo y muy bien acompañados de la mujer amada interpretamos esta canción:
El árbol, la flor el cielo,
Tú mano sobre la mía,
Un corazón que grabamos,
con dos letras que son mías.
Pasa un año vuele el tiempo,
el árbol reverdecía,
se fue borrando el grabado,
nuestro cariño moría.
Ya son otras iníciales,
las que bordan cada día
otro acaricia tu mano,
mientras sola está la mía.
El árbol quedó muy sólo,
de negro se revestía,
otros dos niños grababan
su nombre mientras reían.
Sigue la noria del tiempo,
sigue girando la vida,
y el árbol sigue guardando,
en su corazón mi herida,
en su corazón… mi herida…
Así, tal como lo dice el cantor, sigue la noria del tiempo, la de esa vieja rueda que nunca para de extraer el agua para satisfacer necesidades de la cotidianidad en remotas comunidades del viejo mundo, y con los giros de la noria, la vida.
Por ello hoy, junto con miles de románticos, intrigado me pregunto: ¿Cuántos corazones se han borrado del árbol de nuestra existencia? ¿Cúantas veces quedaron nuestras manos vacías en este corto peregrinar en la Tierra? ¡ Quienes acarician ahora las manos de las mujeres que un día nos amaron? ¿Serán más cálidas o más tiernas? ¿ O tal vez sabrán más que las nuestras, descubrir mejor con sus caricias los secretos hermosos que encierra el cuerpo de una mujer enamorada?
Pienso en esta mañana nublada, que estos fueron interrogantes que hice en mi vida pasada y que hoy vuelven a mis recuerdos después de cuatro décadas vividas…Todo “Parece Que Fue Ayer” y es con precisión matemática que esta canción es otra de las más bellas interpretadas por El Bolerista Mayor, con una melodía celestial, con unos versos que no se olvidan jamás:
Parece que fue ayer,
cuando te vi aquella tarde en primavera.
Parece que fue ayer, cuando
las manos te tomé por vez primera.
Soy tan feliz de haber vivido junto a ti
por tantos años
de disfrutar algunas veces tus regaños.
Parece que fue ayer,
que eras mi novia y te llevaba de mi brazo.
Parece que fue ayer,
cuando dormido yo soñaba en tu regazo.
Soy tan feliz, pues sigues siendo de mi vida la fragancia,
en nuestro amor nunca ha existido la distancia,
que Dios te guarde por hacerme tan feliz.
Tampoco se olvidan las canciones de Hansel y Raúl y mucho menos: “A las Mujeres que yo Amé” con arreglos personales:
A las Mujeres que me amaron,
con todo corazón, les dedico esta canción,
con ellas aprendí lo que yo sé,
les agradezco su querer.
Ese día, fue cuando conseguí el permiso de los dos salseros, para hacer arreglos a una de sus canciones clásicas; fue un día fuera de serie: Era la entrega del “Premio José fajardo”, el salsero legendario de los sesenta; allí estaba la Charanga 76,Alfredito de la Fe el nuestro, el gran Johnny Pacheco, y por supuesto estaba Roberto Ledesma, el otro de mis boleristas del alma; fue en Miami “La Capital del Sol” en un julio de 2014; allí estuve yo; allí estuvo mi imaginación, mis sueños de melómano.
