Electricaribe y la madre que los parió


En el último lustro, el mundo árabe ha experimentado una serie de alzamientos ciudadanos que dieron como resultado la caída de varios regímenes autoritarios y la implantación de nuevos gobiernos más acordes, en teoría, con sus necesidades y expectativas. Fue así como en Túnez, Argelia, Mauritania, Sahara Occidental, Arabia Saudí, Omán, Yemen, Libia, Libano, Kuwait, Sudan, Jordania, Siria, Egipto, Irak, Irán, Marruecos y el pueblo al que todos ignoran, Palestina;  se generó un sentimiento generalizado de descontento y aires renovadores para despertar en la comunidad la posibilidad real de una mejora sustancial en su calidad de vida, junto al anhelo de una vida digna acorde con sus esfuerzos e intereses.

Para quien lo desconozca, estos países cuentan con un largo historial de golpes de estado, gobiernos autoritarios, autocráticos, monárquicos y corruptos de vieja data. Sin embargo, esto no fue obstáculo para una población saqueada y cansada, pero esperanzada de un cambio rotundo en su nivel de vida que les permitiese un intercambio desde lo cultural hasta lo económico, con los países demócratas del resto del orbe. Deseaban lo que en su mayoría nunca habían tenido.

Cartagena, ciudad hermosa a pesar de nosotros mismos, vive por estos días los capítulos más recientes de su novela preferida protagonizada por el actor mejor pago del sector y uno de los más poderosos del país, me refiero a la Electrificadora del Caribe S.A. E.S.P. conocido por la mayoría de los costeños como el H*j**p*t* Electricaribe ese.  

Al margen de la ineficiente prestación del servicio y de las mentiras e incoherencias entre lo divulgado en sus boletines de prensa y los informes anuales presentados por el grupo de empresas que componen a Electricaribe, cualquier cosa que se diga aquí solo será un homenaje a la canción de Fito Páez y Joaquín Sabina: llueve sobre mojado. Por lo tanto no ahondare aquí en los $685.000 millones que Electricaribe recibió en 2014 de parte del Estado Colombiano por conceptos de aumento de la cobertura, la mejora de la calidad del servicio, el cubrimiento de riesgos de cartera o el alivio de tarifas con recursos del fondo FSSRI. También considero innecesario hacer referencia a las utilidades de Electricaribe en los últimos seis años que ascienden a $3.7 billones por la prestación del servicio de energía a sus afiliados. No, no diré una sola palabra de eso. De lo que sí quiero hablar es del silencio absoluto en materia energética y de satisfacción del servicio por parte del actual Alcalde Dionisio Vélez y de los miles de aspirantes que pretenden ocupar los distintos cargos de elección popular en los comicios regionales del mes de Octubre.

Desconozco si los directivos y socios de Electricaribe, a título personal apoyan financieramente a candidatos a la Alcaldía Mayor de Cartagena o a la Gobernación de Bolívar, pero no deja ser cuando menos curioso que en sus discursos masivos, ninguno haga referencia al grave problema que se desprende del mal servicio prestado por la empresa española en mención.

En los distintos medios que el CNE permite para la publicidad de sus propuestas, podemos ver desde agua, a champeta gratis para todos, pasando por grotescas imágenes de candidatos semidesnudos sosteniendo herramientas de mano para transmitir confusos mensajes a la divertida ciudadanía, hasta candidatas bailando profundos y filosóficos Reggaetones con la impertinencia política apenas obvia. Pero de Electricaribe, ni una palabra, quizá por ser una circunstancia que no les atañe, no imagino a Dumek Turbay maldiciendo en coro con sus vecinos por cuenta de un corte de energía, ni a Dionisio poniendo una vela en el baño para poder terminar las actividades propias de ese recinto. Lo que no les afecta a los blanquitos no resulta de interés para ellos. Es por esto que la ciudadanía, desamparada por sus líderes políticos en esta materia, ha optado de manera autónoma y como en Fuenteovejuna de Lope de Vega, sin ningún cabecilla ni arengador de turno, a marchar y bloquear las vías principales de la ciudad. Todos los descontentos y sus múltiples expresiones, aunque desafortunadas, están justificados, al menos para los afectados, en los frecuentes y abusivos cortes de energía que generan no solo malestar sino daños a los productos refrigerados por los afectados; interrupción en las aulas de los niños más necesitados, además de los daños a los electrodomésticos que luego Electricaribe se niega a reconocer.

No sé si estamos a las puertas de una Primavera Cartagenera o una indignación que una a los pueblos más que un partido de la Selección Colombia, pero lo que sí es seguro es que la ciudadanía tiene claro cuál es el origen de muchos de sus males y quienes desde la arena política están o no dispuestos a dar la batalla por la defensa de los intereses de la mayoría.

Ps: ¿Cuál será el primer medio de comunicación en Colombia que después de hacer eco de información no contrastada y acabar con la dignidad y honra de algún ciudadano, hará acto público de contrición para tratar de compensar el daño causado?

 


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