Las playas de Castillogrande y una parte de Bocagrande serían habilitadas en el próximo decreto que emita la Alcaldía de Cartagena, tras pasar el proceso de zonificación que permite una mejor condición para ser usadas y disfrutadas, tanto por turistas como locales.
Con estas dos playas solo faltarían 13 de un total de 48 por zonificar en diferentes sectores de la ciudad, lo que garantiza, entre otros factores, el distanciamiento físico para prevenir el contagio por COVID-19 y un disfrute seguro. “Playa azul es la insigne por su certificación, cuenta con todos los protocolos de bioseguridad, se garantiza el distanciamiento y hay un aislamiento para que los prestadores de servicio no acosen al cliente, sino que es el cliente quien llama o busca al vendedor que necesita”, explicó el capitán de Navío Darío Eduardo Sanabria Gaitán, capitán de Puerto de Cartagena.
En la ciudad ya se han zonificado 35 zonas de playa, de las cuales hay 17 habilitadas con una capacidad de 11.086 personas en total. Para zonificar las playas, la Dirección General Marítima (Dimar), a través de la Capitanía de Puerto de Cartagena, realiza inspecciones técnicas para: hacer levantamiento de línea de costa, medición del área y registro fotográfico, entre otras. Con ello tiene la información necesaria para conocer la dinámica del cuerpo de agua y qué tipo de actividades se realizan.
La zonificación incluye control de ingreso, zona de servicios turísticos, zona de transición, zona de sistema de enlace, reposo, zona activa, zona de bañistas, de deportes náuticos, áreas restringidas, infraestructura de playa, áreas ocupadas y unidades sociofamiliares (carpas).
Luego de esto, se presenta el plan ante el Comité Local de Ordenamiento de Playas y es este el que luego de analizar las ventajas y desventajas, aprueba que se abra y finalmente el alcalde mayor expide el decreto.
La semana pasada los residentes de Manzanillo del Mar hallaron muerto un cetáceo en la orilla de la playa, con un corte en la parte trasera. Pese a que la primera hipótesis era que el corte fue producido por la propela de una embarcación, esto se descartó. No obstante, queda la duda de por qué estas especies están tan cerca de las costas y es ahora una investigación que adelanta la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique). Las playas de Manzanillo, más algunas de la zona norte, aún no se han presentado para la zonificación.
Cartagena fue la primera ciudad en efectuar este plan, con el sector de Bocagrande, el cual cuenta con delimitación de zonas de tránsito, deportes náuticos, bañistas, zona activa, de reposo, transición, servicios y enlace.
Esta semana se conoció que en las playas de Castillogrande, al parecer, algunos vendedores estaban delimitando los espacios de acuerdo a la conveniencia de sus ventas y sin autorización del Distrito. El Universal se comunicó con el gerente de las playas de la ciudad para conocer cómo se ejerce el control desde que se reabrieron las playas y cuáles serían las próximas playas que se habilitarán, pero no hubo respuesta.
Según los planos entregados por la Dimar, a cada una de las playas se le delimita un espejo de agua de 50 metros para bañistas, 100 metros para el desarrollo de deportes náuticos sin motor y 150 metros para deportes náuticos con motor.
Con respecto a la capacidad de carga, cada unidad sociofamiliar (carpa) tiene un área de 4x4 metros para un total de 16 metros cuadrados para seis personas máximo. Entre una unidad y otra se disponen de dos metros de distancia, y cada ocho a diez carpas se disponen corredores de tránsito de cuatro metros.
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