Luego de analizar 18 contratos que el Distrito suscribió en el 2017 con Edurbe a través de convenios interadministrativos por más de $64 mil millones para la ejecución de obras y servicios que debieron ejecutarse ese mismo año, Funcicar, a través de su programa Vigila Cartagena, determinó que el 65% de estos no fueron terminados en los tiempos inicialmente establecidos.
A través de un informe, precisó que, de estos convenios, tres no se han entregado pese a que debieron finalizarse: dos de ellos en el 2017 y otro a mediados de 2018. Además, nueve terminaron en 2018, pese a que debieron entregarse en 2017, y que de cinco que terminaron en 2017, dos se entregaron fuera del tiempo y solo tres los entregaron en los plazos iniciales.
La organización también puntualizó que los convenios entregados a Edurbe tuvieron 16 modificaciones de tiempo, cuatro modificaciones de cantidades de obras y tres tuvieron adiciones presupuestales que representaron mayores costos a lo planificado inicialmente.
Sobre esta situación, Carolina Calderón Guillot, directora de Funcicar, aseguró que en la ejecución de los contratos existe una falta de planeación, lo que permite que no se cumplan los tiempos de ejecución.
“Bajo la argumentación de lograr mayor celeridad en las obras, la Alcaldía realizó convenios interadministrativos con Edurbe, convirtiendo a esta empresa en su mayor contratista. Los resultados de la revisión documental de Funcicar a la información entregada por Edurbe vía derecho petición, evidencian que no hubo una ejecución eficiente, pues persisten problemas en la planeación, cumplimiento en tiempos de ejecución y calidad de la supervisión. Hubo incumplimiento de hasta 585 días en los plazos inicialmente establecidos para la entrega de obras. Nos preocupa que, por ejemplo, 5 convenios se entregaron entre 93 y 129 días después de los plazos iniciales. Desafortunadamente, existe la práctica reiterativa de suspensiones que ocasionan retrasos en la ejecución de los recursos”, dijo.
Funcicar resaltó que hay convenios a los que le pusieron especial cuidado, ya que estos arrancaron su ejecución sin requisitos, como permisos de diferentes autoridades. Expuso el contrató por $1.604 millones de la Alcaldía local 1 para construir calles, parques, escenarios deportivos y un embarcadero marítimo en Isla Fuerte mediante el convenio CONT-INT-ADM-01.
“Este convenio fue firmado el 12 de octubre de 2017 e inició su ejecución el 14 de noviembre sin que se tuvieran los permisos de la Dimar para la intervención de la zona costera de Isla Fuerte, según el acta de cierre. Lo que evidencia que se firmó un contrato sin tener los requisitos necesarios para su ejecución. Reportó un 50% de avance el 7 de diciembre y 20 días después se suspendió argumentando condiciones marítimas adversas.
“Las obras nuevamente se reiniciaron el 15 de mayo de 2018 y, de acuerdo con Edurbe, tres días después, el 18 de mayo, ya se había ejecutado el 100% a excepción del embarcadero en Isla Fuerte, lo que indica que en 20 días de diciembre de 2017 y 3 días de mayo de 2018, Edurbe ejecutó el 50% de obras en calles, parques y canchas. No se entiende tampoco por qué si a diciembre de 2017, solo faltaban tres días para ejecutar el 100% de las obras, se suspende el contrato y se retoma cinco meses después”, expuso Funcicar. También se puso sobre la mesa el convenio interadministrativo 024 de 2017, la construcción de la vía Campaña. “Este contrato inició obras el 16 de noviembre, sin embargo, el 27 de diciembre fue suspendido argumentando que ‘no se había contratado interventoría’. Es decir, que Edurbe arrancó la ejecución de este contrato por $17.206.083.162 sin contar con una interventoría que verificara la calidad de las obras”, expuso Funcicar.
También se refirieron al contrato para la adecuación de escenarios deportivos en el área urbana y rural de la Localidad 2, por $3.099.999.430, el cual se firmó el 2 de junio de 2017, sin embargo, las obras empezaron a ejecutarse el 29 de septiembre, es decir, más de tres meses después que el Distrito le entregara estas obras a Edurbe.
Otra de las observaciones es que de los 18 convenios, 12 fueron supervisados por dos funcionarios de la secretaría de Infraestructura de la Alcaldía, quienes tenían la responsabilidad de hacerle seguimiento a la ejecución de los recursos.
“El funcionario Gustavo De León Villalobos tuvo a su cargo la supervisión de siete convenios, esto implicaría hacer bitácoras diarias de los avances de obras, verificar el cumplimiento de la seguridad social de los trabajadores, la calidad y resistencia de los materiales, entre otras labores. Teniendo en cuenta que las obras se ejecutaban en diferentes lugares de la ciudad, ¿cómo pudo este funcionario hacer una supervisión óptima a los siete contratos que ejecutó Edurbe y cumplir las labores ordinarias de su cargo?”, cuestiona Funcicar.
Respecto a los cuestionamiento a Edurbe, Bernardo Pardo, gerente de esta entidad, manifestó lo siguiente:
“Si bien Edurbe anteriormente no cumplía las obras contratadas debido a los factores ya conocidos, se puede evidenciar que lo contratado con dicha empresa se ha cumplido. Las entregas de las obras fuera del plazo inicial en algunos casos no obedecen a incumplimientos por parte de los contratistas, sino a suspensiones de plazo contratado por situaciones imprevistas y otras veces a la ampliación del plazo del contrato en razón a justificaciones técnicas”, dijo.
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