A los circuitos de Electricaribe les dio un resfriado la semana pasada cuando cayó una llovizna, se mofaba una amiga a través de su Facebook. No solo en Cartagena, también en Barranquilla, sufrieron por la falta de luz.
Las redes sociales se inundaron con mensajes contra la empresa de energía, la gente salió a las calles a protestar, el sector hotelero de Cartagena denunció pérdidas millonarias, otra vez Alcaldes y Gobernadores de toda la región se unieron para pedir la intervención del Gobierno Nacional y de la Superintendencia de Servicios Públicos. [Lea aquí: Gobernadores, alcaldes, políticos y usuarios piden intervenir a Electricaribe]
Y como ha ocurrido en anteriores ocasiones las razones que dio la empresa por los cortes de luz pasaban por la morosidad de los usuarios que dificulta sus programas de inversión y por alteraciones en los circuitos.
En 2011 la satisfacción con el servicio de energía eléctrica en Cartagena se encontraba en el 63%, el pico más alto de satisfacción se dio en 2013 cuando alcanzó el 75%. En 2014, empezó el bajón al llegar al 58%, una diferencia del 17% respecto al año anterior. En 2015, llegó al 34%. [Lea aquí: Hoteleros denuncian millonarias pérdidas por fallas en el servicio de energía]En Barranquilla ha ocurrido algo similar, el pico más alto de satisfacción ocurrió en 2012 cuando alcanzó el 76%. Para 2014, la satisfacción llegó al 57%, 15% menos que el año anterior. En 2015, sólo el 40% de los usuarios se sentía satisfecho con el servicio de energía, una baja del 32% en los dos últimos años.
La semana pasada alcaldes y gobernadores del Caribe, reunidos en Cartagena en el marco del Órgano Colegiado de Administración y Decisión (Ocad), pidieron al Gobierno Nacional y a la Superintendencia de Servicios Públicos la intervención de Electricaribe.
Al término de la reunión se tomaron tres decisiones: la primera, que el Gobierno Nacional intervenga a Electricaribe; la segunda, constituir una promotora para la búsqueda de un nuevo operador y la tercera, resaltar la necesidad e importancia de tener un buen servicio de energía para el desarrollo económico en la región. [Lea aquí: “El mal servicio de Electricaribe esta totalmente documentado”: Dumek Turbay]
A esta petición se unieron las bancadas del Senado y Cámara del Partido Conservador.
A pesar de las peticiones de las autoridades y usuarios del Caribe, la respuesta del Gobierno Nacional no ha sido contundente frente a la crisis de Electricaribe. Bajo la administración del exministro de Minas y Energía, Tomás González, se definió el plan 5 Caribe para invertir en los sistemas de transmisión y distribución de la energía. Sin embargo, aún no se han visto cambios sustanciales en la prestación del servicio.
La superintendente Servicios Públicos, Patricia Duque, al final de una reunión el viernes pasado en Barranquilla, declaró que la situación financiera de Electricaribe es la principal razón del mal servicio de la empresa. [Lea aquí: Fallas de Electricaribe obedecen a su mala situación financiera]
“Tiene una situación financiera bastante crítica, comprometida con el sistema financiero, una deuda bastante grande y lo que hemos socializado hoy es la imposición de un programa de gestión que la Superintendencia impondrá la próxima semana en Barranquilla a Electricaribe, donde contempla aspectos financieros, técnicos y comerciales”, dijo Duque.
La Superintendente también anotó que el tema a resolver en el Caribe es de infraestructura “y de unas inversiones con un rezago de más de diez años”.
Según recoge La Silla Vacía, la dirección del Caribe de la Superservicios, ha informado que ningún otra empresa de servicios públicos tiene problemas de recaudo en estas zonas. Además, el Gobierno Nacional entrega un subsidio al operador por los estratos 1, 2 y 3. [Lea aquí: Personeros de la Costa acuerdan consulta ciudadana sobre servicio de energía]
La Superservicios tenía preparada la entrega de un plan de gestión para hoy miércoles en Barranquilla, pero la presentación fue aplazada para la próxima semana.
En medio de una empresa que no es proactiva en resolver su situación financiera y de un gobierno central que no asume una posición más firme, se encuentran los usuarios que sufren las consecuencias de un rezago en inversiones de más de diez años, de una pobre infraestructura y de un pésimo servicio al cliente.
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