Nadie podría imaginar la historia detrás del drama de Dayana Barroso, la niña de 13 años que esperó por tres años un transplante de córnea y, luego de los múltiples esfuerzos de su padre por conseguirlo, lo logró. (Lea aquí: Niña espera hace 3 años por trasplante de córnea).
Él, Raúl Barroso, padre de la menor, ha soportado en medio de esas circunstancias su propio drama que va más allá de liderar esa lucha por conseguir el transplante de córnea para su pequeña. Debió afrontar la infidelidad de su esposa que resultó embarazada de otro hombre y luego conformando un nuevo hogar.
Raúl Barroso visitó las instalaciones de este diario junto a Dayana. “Quería agradecerles personalmente, sino hubiese sido por El Universal, todavía estaríamos esperando”, manifestó el hombre sentado junto a su hija, quien hoy, después de la operación que le fue practicada el 4 de junio en Bogotá, luce alegre, muy distinta de la niña apagada e insegura que estuvo en la misma sala de entrevistas a finales de marzo, cuando la desesperanza los embargaba a ambos: padre e hija. (Lea aquí: Casos dramáticos de menores toman rumbo positivo).
Raúl viajó desde el municipio de Pinillos (sur de Bolívar), donde residen, en busca de la solución para su hija por primera vez en el año 2009, poco después de que Dayana sufriera la lesión en el ojo izquierdo mientras jugaba con su hermano.
El hombre permaneció casi un año en Cartagena, al volver a Pinillos, su entonces esposa y la madre de sus 5 hijos estaba embarazada de otro hombre.
“Yo no soporté eso y nos dejamos. Le pedí que viniera a Cartagena para que siguiera acompañando a Dayana mientras yo trabajaba allá en Pinillos para poder mandarles algo de plata, porque estando yo en Cartagena no había nadie que lo hiciera y nosotros no teníamos para comer ni trasportarnos, pero ella se negó”, dijo Raúl.
Fue así como el padre de Dayana decidió acompañarla hasta el final. “Mi prioridad era que la operación de mi hija se diera”, agregó el hombre.
Al preguntarle por su otros 4 hijos, Raúl contó que “los tres menores de (de 5, 7 y 10 años) están con la mamá, pero el mayor de todos, el de 14, no quiso irse con ella después de lo que pasó. Él esta viviendo donde mi mamá”, dijo Raúl.
Además, el menor también habría tomado la decisión de dejar el colegio porque “él dice que no tenía plata para lo que necesitaba, así que ahora trabaja en una minería”.
A pesar del dolor que puede representar una infidelidad, Raúl sigue en pie de lucha por su hija, esperando su pronta recuperación y demostrando que el amor por su pequeña es a toda prueba.
Dayana mejoró, pero todavía falta
Luego de la operación, Dayana reconoce haber mejorado, pues, aunque ya no tiene la protuberancia que sobresalía en su ojo izquierdo y ha logrado recuperar parte de la visión que para entonces era nula, el proceso de evolución continúa.
“El médico dijo que va a ir mejorando cada vez más y que la niña va a volver a ver bien”, cuenta el padre de la menor.
Por su parte Dayana detalla: “ahora estoy mejor porque yo antes no veía nada, ahora veo borroso pero veo. También, antes no podía cerrar el ojo cuando estaba dormida porque se me abría solo, ahora duermo normal”, detalla la menor.
En enero de 2013, Dayana y su padre deberán volver a Bogotá por si se requiere o no otra cirugía.
Las personas que deseen ayudar a Raúl Barroso pueden comunicarse con él al número de celular 3107414873.
Cartagena
Amor de padre: a toda prueba
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