Las declaraciones del ministro de Vivienda, Camilo Sánchez Ortega, quien indicó que las licencias de construcción de Aquarela podrían ser ilegales y que este proyecto se estaría vendiendo como viviendas de interés social (VIS) cuando no lo es, generó varios pronunciamientos por parte de los constructores y ahora del gerente de Corvivienda, William García Tirado.
El funcionario resaltó que el proyecto Aquarela sí cumplió con los requisitos para venderse como viviendas de interés social y por eso Corvivienda lo certificó a través de las resoluciones 0706 del 2015 y la 082 del 2017. Por otro lado, García Tirado enfatizó que dentro de las funciones de la entidad no está vigilar si los constructores están cumpliendo o no las condiciones en las obras para vivienda tipo VIS, y que esa labor es de Control Urbano.
“En 2015, antes que nosotros entráramos a la entidad, ellos solicitaron una certificación de vivienda de interés social y cumplieron con todos los requisitos previos para ese otorgamiento (...) ese documento fue expedido y con él se les entregó una licencia de construcción, salvo que cualquier autoridad competente revoque esa certificación que se dio en su momento, aludiendo a su cercanía con el Castillo de San Felipe”, dijo García Tirado.
Hay sanciones
El gerente enfatizó en que los constructores cumplieron con todos los requisitos, pero en el caso de que incumplan con lo establecido en los certificados y licencias serán sancionado por las autoridades competentes.
“Todos los requisitos para poder entregar el certificado de vivienda VIS los cumplían (...) No podían vender, por ejemplo, los apartamentos a más de 135 salarios mínimos. Si ellos incumplen, si en la ejecución del proyecto ellos los venden a más de ese valor, estarían incursos en unas sanciones. Igual pasa en el caso de que hayan cambiado las medidas del plano inicial, y las llevaran a 90 metros, también queda sin piso la certificación que se les dio”, sostuvo el funcionario.
Hablan los constructores
Los constructores manifestaron a través de un comunicado de prensa que los señalamientos del ministro son especulaciones y no tienen fundamento. Señalaron que los apartamentos no tienen áreas de 80 y 90 metros cuadrados, sino de 56 y 46 metros cuadrados. Además, enfatizaron que al ser Aquarela un proyecto tipo VIS, se obtuvo anticipadamente la aprobación de Corvivienda, entidad pública encargada de verificar las condiciones para ser considerado como tal.
Adicionalmente, el valor de venta de las unidades inmobiliarias se estípula en un máximo de 135 salarios mínimos mensuales vigentes al momento de la escrituración.
Respecto a las licencias de construcción, la misiva resalta que no son falsas y que los permisos surtieron los trámites requeridos y exigidos por la ley ante las diferentes autoridades. Por último, los dueños del proyecto recordaron que este ha sido investigado por diferentes autoridades en numerosas ocasiones y ha cumplido con cada uno de los requerimientos exigidos.
Señalamientos
Según Sánchez, las medidas de los apartamentos y la ubicación de Aquarela no corresponderían a vivienda de interés social, por lo que los constructores habrían mentido al presentarse como tal y obtener así la licencia de construcción.
“Aquarela se vendió como un proyecto de interés social y podría no serlo, eso está en investigación, y muy seguramente puede darse eso por los metros de construcción que dicen”, dijo.
Para el ministro, llama la atención que estos apartamentos de más de 80 y 90 metros, costarán 105 millones, mucho más por la ubicación. Además, indicó que los compradores no corresponderían al público al que están dirigidos los proyectos VIS.
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