Sin saber los motivos de este crimen. Así se encuentran los familiares de Edwin Primera Huertas, de 40 años, quien fue asesinado ayer en la mañana de dos balazos cuando cuidaba una finca de la empresa donde laboraba como vigilante, en el corregimiento de Arroyo de Piedra, zona norte de Cartagena.
Sus seres queridos se encontraban en la morgue de Medicina Legal, en el barrio Zaragocilla, realizando los trámites pertinentes para el retiro del cadáver, mientras las autoridades siguen adelantando las investigaciones para esclarecer el crimen.
Esa es la pregunta que ronda por la mente de estas personas, quienes viajaron desde San Onofre (Sucre) y Córdoba, al recibir la trágica noticia.
El hecho, que ocurrió las 7:30 de la mañana, los tomó por sorpresa, pues alegan que Edwin nunca les comentó si tenía problemas con alguien, por lo que están totalmente desconcertados.
Sobre el crimen saben muy poco y aseguran que los habitantes del corregimiento solo indicaron que escucharon los dos tiros, pero que no vieron a nadie.
“A nosotros nos avisó un compañero de trabajo de él, a quien llamaron unos vecinos del lugar a darle la noticia. De inmediato nos vinimos a Medicina Legal para saber qué había pasado, pero aún no sabemos más. La comunidad solo dice que escucharon los dos tiros, pero no si vieron a alguien o escucharon alguna moto”, dijo uno de los sobrinos del fallecido.
El cuerpo fue hallado, según las autoridades, en inmediaciones del predio de la finca La antigua camaronera, que ahora sería de la empresa Construcciones Inversiones Beta, para la cual trabajaba Primera Huertas hacía más de 8 años.
Según fuentes, Edwin estaba en el lugar cuidando, así como le tocaba cada 15 días, cuando dos hombres habrían ingresado al predio, tal vez con la intención de atracar o de asustar, por lo que la víctima, señalaron sus seres queridos, lo único que hizo fue correr.
“Él estaba cuidando esa finca. Era vigilante de ese lugar cada 15 días, porque los otros días los pasaba en Barranquilla, donde vivía; y la empresa no le entregó ningún arma de dotación ni nada para defenderse. Entonces, lo que creemos es que él al ver a esas personas, (no sabemos cuántos eran), lo que hizo para salvar su vida fue correr”, indicó el pariente.
Pero esto no fue suficiente, pues los matones, al parecer, llegaron apuntando y, al ver que su víctima iba a salir huyendo, le dispararon dos veces ocasionándole la muerte de manera inmediata. Uno de los tiros se le alojó en la espalda; y el otro, en uno de sus glúteos.
Los pistoleros se fueron del lugar sin dejar rastro alguno y sin llevarse nada de la finca, la cual, dijeron los familiares de Edwin, está desolada y solo cuenta con una casa y una habitación, que era donde dormía su ser querido.
Miembros de la Sijín fueron los encargados de hacer la inspección técnica del cadáver y de trasladarlo a la morgue de Medicina Legal en Cartagena.
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