El pasado 14 de mayo se identificó el primer caso de coronavirus en la cárcel San Sebastián de Ternera, un penal con capacidad para 1.350 internos pero que alberga hoy a 2.400. Un hacinamiento del 65 % según el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
Desde el primer caso, el comportamiento de la enfermedad ha sido exponencial. A la fecha son 562 presos han resultado positivos para el virus y siete funcionarios que laboran en el penal. Lea: Siguen aumentando los casos de coronavirus en la cárcel de Ternera
La situación es tan compleja que el Sindicato de Empleados Unidos Penitenciarios (SEUP) denuncia que siguen esperando los elementos de bioseguridad como guantes, tapabocas y alcohol glicerinado tanto para dragoneantes como para los internos.
“Hasta el momento ninguna de las peticiones ha sido atendida. El Distrito no nos ha proporcionado ni con elementos de bioseguridad, ni con tapabocas con los internos que son de su competencia. Cerca de 1.300 internos sindicados le pertenecen a la Alcaldía de Cartagena. Las pruebas de COVID a los reclusos condenados la está haciendo la unidad promotora de salud del Inpec”, sostuvo Edwar Montaño, presidente del Sindicato de Empleados Unidos Penitenciarios (SEUP).
Es tal la magnitud de la emergencia al interior del penal, que la directora encargada del Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), Johana Bueno, envió el 10 de junio una carta el al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec) y a la Fiduprevisora, encargada de la administración del Fondo Nacional de Salud de las personas privadas de la libertad, en la que explica la crítica situación del penal y solicita algunas medidas para la contención del COVID-19.
Y es que según informa el Sindicato Empleados Unidos Penitenciarios (SEUP) el Distrito se siente “presionado” con la situación, pero quien está al frente de la toma de pruebas COVID es el Inpec.
“Las pruebas de COVID a los reclusos condenados la está haciendo la unidad promotora de salud del Inpec. Ellos asumen la responsabilidad que por ende es obligación del Distrito”, agregó el vocero del SEUP en Cartagena.
Sin embargo, la directora del Dadis dijo a El Espectador que el Distrito solo puede “dar asistencia técnica a las entidades encargadas de las cárceles, pues hasta ahí llega su competencia”.
No obstante, hace cuatro días el alcalde William Dau participó en una reunión con la ministra de Justicia, Margarita Cabello Blanco, que dejó como resultado un plan de acción para disminuir el hacinamiento en el penal. En este sentido, el Distrito se comprometió a adecuar el Coliseo de Combate para alojar algunos capturados, de tal forma que se puedan descongestionar las URIS y estaciones de Policía. Lea: El plan de acción para disminuir hacinamiento en la Cárcel de Ternera
Pese a que existen dos órdenes impartidas por jueces para que de manera inmediata se suministre al personal de custodia elementos de seguridad, así como al personal administrativo que labora en la Cárcel de Ternera y a la población privada de la libertad elementos de bioseguridad, el virus se propaga entre los patios. Lea: Juez ordena suministrar elementos de bioseguridad a presos de Ternera
Por lo pronto, el secretario del Interior, David Munera, confirmó a El Universal que esta semana se realizará una nueva toma de pruebas COVID-19 a los reclusos del patio 1, lugar donde se originó el primer contagio.
“Se está preparando una nueva prueba en el patio 1 porque fue donde se originó el primer contagio. Aspiramos que ya muchos de los contagiados hayan superado la pandemia”, sostuvo el funcionario.
La cárcel de Ternera es hoy el tercer centro penitenciario con más casos de coronavirus en el país y tanto internos como trabajadores sufren los estragos de esta pandemia.
La cárcel de mujeres
El COVID-19 también alcanzó los barrotes de la cárcel de mujeres. El 20 de junio se confirmaron 15 personas, entre internas y guardias de seguridad, que dieron positivos para coronavirus. Lea: Cárcel de mujeres: 15 contagiados de COVID-19
La emergencia obligó al Distrito rápidamente a activar un protocolo de prevención pues según indicó el secretario del Interior David Múnera serian aisladas aquellas internas con comorbilidades de diabetes, hipertensión, tabaquismo, entre otros.
En dialogo con El Universal, Mercedes García, directora de este centro de reclusión dijo que, a diferencia de la cárcel de Ternera, la situación está bajo control.
“Todo controlado. Todo el mundo asintomático. Diario se hace monitoreo de saturación de oxígeno, presión y temperatura. Todo el mundo en muy buen estado de salud”.
García explicó que las internas positivas están en zona de aislamiento sin tener contacto con las demás y se usan elementos de protección para el personal.
Aseguro que trabajan con monitoreo y acompañamiento del Dadis y “se van a repetir las pruebas en toda la población”.
Lo cierto es que mientras que la ciudad supera los seis mil casos de COVID, los estragos de la pandemia también recaen en los internos y trabajadores de los penales.
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