Personal de la seccional de Investigación Criminal de la Policía Metropolitana de Barranquilla y del Batallón Fluvial de infantería Número 17 capturaron a un hombre y a una mujer en el municipio de Calamar (Bolívar), quienes serían los responsables de haber asesinado a tres mujeres y a un hombre en el barrio Las Terrazas, en Barranquilla.
Los capturados fueron identificados como Luis Alberto Castillo Orozco y Yoselín Meza Salas, ambos oriundos de Mahates, Bolívar.
Según las autoridades, los dos son requeridos por el Juez Primero Penal de Control de Garantías, desde el 2 de febrero del año en curso, por el delito de homicidio agravado.
La Policía precisó que ambos están vinculados, presuntamente, con los asesinatos de Jaime Enrique Herrán Oviedo, Betzaida del Carmen Acevedo Espinosa, Griselda del Carmen Acevedo Espinosa y Sandra Milena Ricardo Montes.
Cantillo y Meza vivían en un sector de la finca donde sucedieron los asesinatos, pero el día de los hechos no se encontraban en el sitio, lo que despertó sospechas en su contra, según informaron las autoridades en un comunicado de prensa.
Los capturados fueron dejados a disposición de la Fiscalía Segunda Especializada URI.
Poco antes de que amaneciera, un grupo de la Sijín de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en conjunto con uniformados de la Policía de Bolívar y soldados de la Armada Nacional, llegaron hasta la isla Barreto, en la mitad del río Magdalena, cerca del municipio de Calamar (Bolívar), en busca de Luis Alberto Orozco Castillo y su compañera sentimental Yoselín Meza Salas.
La colaboración de la ciudadanía fue fundamental para lograr ubicarlos en ese lugar, a donde se habrían escondido tras estar presuntamente involucrados en la masacre ocurrida el 2 de febrero pasado en la finca “El gran chaparral”, entre los barrios Villa del Rosario y Las Terrazas, en el noroccidente de Barranquilla.
Los uniformados llegaron hasta una improvisada vivienda de madera y plástico en la mitad de la isla.
Allí capturaron a la pareja y tuvieron que caminar una trocha hasta el río Magdalena, donde embarcaron a Luis y su mujer en una lancha, hasta llevarlos al municipio de Calamar, donde los esperaba un vehículo oficial de la Policía para trasladarlos hasta Barranquilla.
Cuando eran sacados de la modesta vivienda, se escuchó a un hijo de la pareja llorar y gritó: “Papi”. A lo que Luis le respondió: “Ya mijo, ya regresamos”.
Llegaron a la URI de la Fiscalía de Barranquilla a las 10:39 de la mañana y allí Luis Alberto dijo ante los medios de comunicación que no los había matado, que solo amarró a las víctimas porque “fue obligado. Tres sujetos armados (dos de ellos viven al lado) fueron quienes ejecutaron el múltiple crimen”.
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