María Fernanda* y su padre Juan Pablo Arango* habían llegado a Cartagena junto con otros miembros de la familia a pasar una temporada en la pasada Navidad.
(*Nombres cambiados).
La joven de 20 años le insistió a su padre para visitar ciertas tiendas de ropa en dos importantes centros comerciales de la ciudad: uno en el Centro Histórico y otro en Bocagrande. Ellos estaban hospedados en un condominio en el exclusivo sector de la zona norte. Empezaron su recorrido comercial una mañana de sábado y tras visitar las tiendas en el Centro Histórico, se dirigieron con algunas compras a Bocagrande. Juan Pablo llevaba puesto un Rolex Submarine verde, modelo Kermit valorado en unos 13 mil euros, unos $48 millones; su hija, un Rolex Oyster Perpetual de manillas con lineas de color rosa y crema, valorado en $21 millones.
El conductor de confianza de la familia en Cartagena había notado algo extraño. Un sujeto que había visto en el centro comercial del Centro, en una tienda de ropa muy cerca de la joven, también había llegado a Bocagrande al lugar que recorrían los turistas paisas.
De inmediato puso en preaviso al señor Arango. Este tomó una decisión inusual. A la salida de aquel centro comercial, espero al hombre y lo encaró: -¿Entonces qué, me está siguiendo, pues o qué?- . Maria Fernanda tiró del brazo a su padre y junto con el conductor lo subieron al auto.
El joven, que no parecía cartagenero, se perdió entre la gente sin refutar a Arango su reclamo. El turista puso una denucia pero ante la Policía de Medellín, porque presumía que a sus hijos y a él mismo, miembros de una banda le estaban haciendo seguimientos por todo el país.
El anterior relato lo hizo a El Universal un propietario de una tienda de relojes de la ciudad que pidió reserva de su nombre.
“Estas bandas buscan prendas costosas, incluido el reloj más caro del mundo que incluso iguala en precio y supera según los modelos a los Rolex, el Patek Philippe, pero eso aún es inusual en Cartagena, que se roben un Patek”, dijo la fuente conocedor de marcas de relojes.
De hecho, un investigador de la Policía Metropolitana de Cartagena le contó a este medio que desde 2017 hasta la presente, la Policía le hace seguimiento a una banda denominada los Rolex, que operan en todo el territorio nacional en las principales ciudades haciendo seguimiento a sus posibles víctimas. La Policía estima que se trata de un trabajo meticuloso que incluye mucha información sobre las posibles víctimas, una vez califiquen y en la que trabajan redes de personas.
En Bogotá un golpe a la banda terminó con 7 capturados incluyendo su presunto cabecilla Luis Gilberto García Giraldo.
En 2019 Cartagena fue el escenario de cinco capturados por estos hechos: dos paisas, un barranquillero y dos venezolanos quienes fueron capturados en flagrancia y las prendas recuperadas.
Un investigador le contó a El Universal que: “estos delincuentes han ido sofisticándose, y se valen de cualquier ardid para llegar al corazón de sus posibles víctimas, e incluso al interior del hogar, con ayuda de personas cercanas, inmiscuyéndose de alguna manera al círculo cercano, para dar el golpe ya sea hurtando la prenda, en este caso los Rolex, del lugar de residencia o a mano armada; o utilizando sustancias como la escopolamina; por ello la recomendación al ciudadano es estar atento a las señales, la cercanía permanente de un extraño, y en la preservación de la información personal entre otros. Entendemos de todas maneras, que es algo muy complicado, porque los amigos de lo ajeno están dispuestos a perderle tiempo al seguimiento que hacen”.
El delito informático en todas sus modalidades también tiene como blanco a ciudadanos cartageneros de todas las esferas. Una reconocida líder del emprendimiento en Cartagena, Karen Carvajalino, denunció por la red social Facebook que ha venido siendo víctima de una nueva modalidad de estafa.
“No quiero que esto le pase a otras personas. Manejo activamente las redes sociales, por mi trabajo. Recientemente había escuchado sobre una modalidad de estafa que consiste en una especie de envíos de paquetes internacionales. Nunca me imaginé que me pasaría a mí”
Carvajalino contó que un amigo le llamó y le dijo que ella le estaba hablando por Facebook cierto día. Él le dijo que alguien con el perfil de Karen le habló, le preguntó incluso por su caballos. Le contó detalles de una conferencia que ella dictaba en Atlanta. Ese perfil falso le dijo al amigo de Karen que ella enviaría un paquete por Avianca Cargo a su familia en Cartagena.
“A él le pidieron sus datos, y él los dio pensando que era yo. Al día siguiente le hablaron desde un número de Whatsapp con mi foto de perfil”. En otra conversación le dijeron al amigo de Karen que como el encargo de ella había sobrepasado los 10 millones de pesos, él debía pagar 2 millones 350 mil pesos a la Dian, o de lo contrario iban a retener el supuesto encargo a Karen. Al amigo de Karen le hicieron llegar hasta una carta falsa de la Dian.
La líder empresarial finaliza su denuncia agregando que otras personas la siguieron llamando pero les advirtió que no era ella y que ya había puesto las denuncias respectivas a la autoridades. Carvajalino pide a las personas estar atentas a este tipo de nueva modalidad de estafa.
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