Celebrar 70 años es un gran logro y eso lo tiene muy claro Danilo Acosta, rector de la Institución Educativa Liceo Bolívar, por eso el pasado viernes, 31 de enero, celebraron con una eucaristía este nuevo milenio, donde estuvieron como invitados los docentes, estudiantes, egresados y todo el cuerpo administrativo.
En este evento también dieron a conocer los proyectos que tienen para este año con los estudiantes y las metas que desean cumplir.
“Con nuestros valores de respeto, tolerancia, amor y solidaridad hemos logrado sobresalir en el área académico y nuestra meta es seguir siendo uno de los mejores colegios de la ciudad, donde nuestros estudiantes sigan saliendo muy preparados, así como hay muchos egresados de gran renombre en la ciudad”, dijo Acosta.
La historia de esta institución inició el 31 de enero de 1950, con la firma del decreto 49 de parte de Alfredo Araújo Grau, gobernador de la época, quien nombró en ese entonces como primer rector a Moisés Melo y para ese mismo año se dio la primera promoción de bachillerato.
La institución estaba en la sede del Cuartel del Fijo, detrás de la Universidad de Cartagena, por lo que sus estudiantes en muchas ocasiones llamaban de cariño como “hermanos mayores”, a los universitarios.
“En esa época el Liceo de Bolívar era reconocido por ser uno de los más importantes planteles públicos de la costa Atlántica, debido a la calidad de su enseñanza y el empuje de sus estudiantes”, indicó el rector.
Esta institución de donde han salido profesionales de todas las ramas académicas, como lo son Rubén Sabogal, quien hoy en día es un médico neurocirujano; Juan Gutiérrez Magallanes, gestor cultural; los hermanos deportistas, Joaquín Gutiérrez, Hernando Gutiérrez y Gustavo Gutiérrez, quienes representaron a Bolívar y Colombia en diferentes eventos destacado; Oscar Carmona Arango, reconocido médico, entre otros, quiere seguir impulsando a los jóvenes de hoy en día a seguir los caminos de bien a través del estudio.
Por eso crearon la estrategia de un semillero, el cual funciona desde preescolar hasta bachillerato. Este semillero, según explicaron lo que hace es potencializar el conocimiento de estos niños y jóvenes, para que aprendan a luchar por sus derechos.
Así como ocurría en épocas anteriores, según conoció este medio, el Liceísta de esa época se caracterizó por la solidaridad que mostraba por las causas populares, el cuestionamiento de las Políticas Educativas Nacionales, lo que ocasionaba movimientos de protestas con cierre temporal del establecimiento; a pesar de esto, el nivel académico se mantenía, lo que dio como resultado profesionales de mucha calidad, con figuración en la vida política y cultural de su nación y el exterior.
Después de muchos años de dificultades, donde incluso los cambiaron de sede para la Avenida Pedro de Heredia, donde hoy funciona la Institución Educativa Nuestra Señora del Carmen, fueron trasladados al barrio Daniel Lemaitre, donde a la fecha funciona la sede principal de la institución.
En el 2000 decidieron organizar el plan de estudio y profundizar más en las ciencias naturales, matemáticas, lengua castellana, inglés y ciencias sociales, las áreas básicas, para ese entonces, el Liceo comenzó a tener más de 10 salones de un mismo curso, puesto que todos querían estudiar en este colegio, por lo que se presentaban más de 2 mil estudiantes, pero solo pasaban unos 200.
En el 2003 decidieron abrir las sedes 11 de Noviembre, 7 de Agosto y San Vicente de Paul, pertenecientes a la zona de los barrios Canapote, 7 de Agosto y La Paz respectivamente, logrando así tener más acogida en la ciudad y recibiendo a más estudiantes de todas las edades y pasando de ser un colegio masculino a mixto.
Dentro de su filosofía está incentivar la cultura, por eso tienen grupos de danza y banda de paz y apoyan el deporte, enseñándoles todas las disciplinas.