A Liceth Payares, madre de Harold Morales, el menor de 17 años asesinado el pasado 24 de agosto en San Francisco por miembros de la Policía, todavía se le aguan los ojos al referirse a su hijo, quien aún no cumple el mes de haber fallecido de forma tan inesperada para todos. (Lea: “Harold quería jugar en Brasil”)
Sin embargo, eso no le ha impedido mantenerse en pie de lucha por Harold David y exigirle justicia a las autoridades para que se esclarezcan los hechos. Ya son varios plantones y velatones los que ha realizado con sus vecinos, pero ninguna manifestación ha sido tan multitudinaria y contundente como la ocurrida ayer, en la que varias organizaciones sociales se sumaron a la indignación nacional que se vive por los constantes abusos policiales en el país, y se movilizaron con el fin de que cesaran estos hechos. La manifestación contó además con la presencia del alcalde de Cartagena William Dau y gran parte de su gabinete distrital. (Lea aquí: Distrito respalda manifestación en contra del abuso policial)
“Ya está bueno de tanta violencia, de tanto atropello, estamos cansados de que la Policía haga lo que se le dé la gana y que no pase nada, pero vamos a luchar por eso”, señaló Liceth.
Su clamor es que los patrulleros que mataron a su hijo sean judicializados como lo merecen. “Ellos no pueden estar en esa institución porque son un peligro para la sociedad. No quiero que otra madre sufra lo que yo estoy sufriendo, no es justo que acaben con los sueños de un joven de 17 años”, dice.
La manifestación partió alrededor de las 9 de la mañana desde la bomba El Amparo, y siguió por la Transversal 54 hacia el CAI Ceballos, tomó la vía de ingreso al Nuevo Bosque, atravesó La Campiña y siguió por la avenida de El Consulado hasta el CAI María Auxiliadora, donde luego tomó el curso de la avenida Pedro de Heredia para finalizar pasada la 1 de la tarde en el Centro Histórico.
“La vida se respeta y el principal de los derechos humanos es el derecho a la vida, eso no se negocia. Estoy en apoyo a la manifestación justa, a los reclamos justos de la ciudadanía en contra de la violencia policial y en general de todo tipo de violencia”, manifestó el alcalde de Cartagena, William Dau.
Precisamente, con relación al caso de Harold, el alcalde manifestó que habló personalmente con el general de la Policía sobre el tema y que ‘estará encima’ hasta que se aclare el último detalle sobre su muerte.
La marcha, en gran parte de su recorrido transcurrió con normalidad y sin inconvenientes, a pesar de que se reportaron algunos retrasos en Transcaribe, y también algunos altercados con la Policía a la altura del CAI María Auxiliadora, hecho que fue controlado por la injerencia del alcalde al solicitar a los uniformados que se retiraran.
El mandatario además, atendió las alertas de personas que podrían haberse infiltrado en la marcha con el fin de alterar el orden público y les pidió que se fueran.
“El comportamiento en la marcha lo califico de manera excelente. Todo transcurrió de manera tranquila y pacífica, creo que los jóvenes y las organizaciones sociales que convocaron la manifestación se comportaron a la altura. Mantenemos la posición del gabinete de respetar los derechos fundamentales y de la movilización y la protesta de manera pacífica y civilizada, rechazamos la violencia venga de donde venga”, expresó el secretario del Interior, David Múnera.
El alcalde de Cartagena indicó que ya se reunió con el Brigadier General de la Policía Henry Sanabria Cely y le envió una misiva en la cual le pide un informe detallado sobre las destituciones, procesos disciplinarios y los procesos penales que se hayan desprendido de investigaciones iniciadas por el uso excesivo de la fuerza en medio de procedimientos. (Lea: Dau pide cuentas a la Policía por procedimientos policiales)
Además, pidió que se abran las investigaciones pertinentes en los casos de abuso presentados recientemente en la ciudad.
“Antes de ayer me reuní con el comandante de la Policía y le canté la tabla. Luego le pasé una carta diciéndole lo mismo. Cuando hay que capturar a una persona, una vez esté controlada, tiene que cesar todo acto de agresión física o verbal. Y cuando la lleven a la Estación de Policía y no haya nadie que esté viendo, está prohibido ponerle un dedo encima a la persona. No se puede abusar de nadie. La Policía debe acatar la ley y los derechos humanos, no generar antagonismo”, puntualizó Dau.
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