Cartagena


Coronavirus: la pandemia que no conoce de estratos

El coronavirus ya hace presencia en todas las localidades de Cartagena y todos somos vulnerables al contagio. Así se vive la cuarentena en los barrios con más casos.

El boletín epidemiológico del Dadis que reveló los barrios donde ya hay casos confirmados de COVID-19 en Cartagena, puso de manifiesto una realidad que hasta hace poco muchos aún se negaban a reconocer, y es que todos en Cartagena, independientemente del estrato o del lugar de residencia, son susceptibles al coronavirus.

Y es que precisamente los barrios que encabezan la lista de contagiados se encuentran en extremos totalmente opuestos de la ciudad: Bocagrande en toda la zona turística con 9 casos y El Pozón casi que a las afueras con 8 casos. A estos les siguen barrios como Olaya Herrera (8) y Castillogrande (7), que también guardan notables diferencias en cuanto a condiciones socioeconómicas.

Mientras que en unos abundan las viviendas de estratos 5 y 6, en los otros priman las de estratos 1 y 2. Y mientras que en unos se ven las calles solitarias por el aislamiento, en los otros muchos se sienten obligados a salir porque viven del día a día.

Sin embargo, a pesar de estas abismales diferencias hay algo que no cambia en ninguno de estos barrios, y es el miedo y la preocupación por lo que una mala atención a la pandemia, tanto de parte de vecinos como de las autoridades, pueda desencadenar en Cartagena.

“Oye que no es mentira, escucha la bulla”, dice Betty Ospino, activista cívica de Olaya, que a través de una llamada telefónica me expresa su preocupación porque en su sector, El Progreso, no se está respetando la medida de la cuarentena nacional.

“Aquí después de 7 de la noche y hasta las 10, todavía está la gente caminando y los menores jugando en la calle, esto es un desastre”, se lamenta.

Según ella a pesar de que la Policía hace presencia, siguen pasando vendedores ambulantes todo el tiempo y no hay control.

“Yo quisiera que la Policía comunitaria llegara de casa en casa e hiciera unas visitas por acá hablando con los padres de familia de esos niños informándoles de la problemática que hay, porque esto no es para uno reírse, esto no es para que los niños estén en la calle jugando fútbol ni para que los adultos estén jugando dominó afuera. La Policía y la Alcaldía deben trabajar esa parte”, argumenta.

Para ella la clave está en la pedagogía, y que también llegue el Distrito con las ayudas humanitarias, que todavía no han llegado al barrio Olaya.

“Tan solo en esta calle hay como 50 familias que viven del mototaxismo, y ninguna moto está trabajando, los que tienen sus carretillas en el mercado tampoco están saliendo. Hay madres cabezas de hogar que trabajan en casas de familia y no están trabajando por la cuarentena”, asegura Ospino, por lo que pide celeridad para el tema de las ayudas.

Coronavirus: la pandemia que no conoce de estratos

Panorama en Olaya, barrio con 8 casos de coronavirus. // Julio Castaño - El Universal.

En El Pozón, la realidad no es muy diferente. Miriam Correa, quien reside en el sector Miramar dice que la medida preventiva de aislamiento tampoco se está respetando. “La gente no cumple con la cuarentena porque aquí en El Pozón la gente vive del día a día, entonces salen a trabajar. Por más comparendos que les puedan poner se las ingenian y salen y por eso se exponen”, afirma.

Esto, en sus palabras, también se debe a que las ayudas humanitarias estaban demoradas, ya que pese a que va más de un mes desde que inició todo, estas solo llegaron esta semana, además pueden ser insuficientes para la cantidad de personas que viven en hacinamiento en El Pozón.

“Aquí en una casa viven hasta 10 personas y solo dan una ayuda humanitaria por casa”, dice. “Eso a la gente no le va a durar ni uno ni dos meses. Aquí la gente vive es de lo informal, hay mototaxistas, manejan colectivos, trabajan en el mercado vendiendo frutas, venden fritos, viven para el diario”, afirma Miriam, quien además al ser activista en el sector ha dado charlas por cuadras para que las personas usen los tapabocas y sepan cómo lavarse las manos.

“Nosotros hacemos pedagogía, pero por eso, la gente no hace caso. Ahora que dijeron que había 8 casos en El Pozón fue que la gente empezó a coger miedo, pero mientras no hay alarma, están normal. Sábado y domingo parece que no existiera cuarentena, porque la gente prende sus picó y se ponen a tomar cerveza, los niños los ve usted en la calle jugando, entonces no se están respetando las normas y los ocho casos son la consecuencia”, manifiesta.

Coronavirus: la pandemia que no conoce de estratos

Calles de El Pozón a pesar de la cuarentena. // Julio Castaño - El Universal.

Del otro lado

Si bien al otro extremo de la ciudad, en Bocagrande y Castillogrande a simple vista la realidad es muy distinta: calles solitarias y personas acatando el confinamiento, aún persisten preocupaciones dentro de los vecinos del sector, relacionadas principalmente a la protección de las personas externas al barrio.

“Nuestra inquietud tiene que ver con los habitantes de calle, que hay bastantes en el sector y no cuentan con la protección ni los elementos para evitar contagios, porque no usan ni mascarillas ni guantes ni nada. Nos preocupa porque son personas que no están siendo atendidas y pueden contagiarse y propagar el virus”, asegura Jesús Puello Chamié, habitante de Castillogrande.

Puello Chamié también indica que si bien entiende que los niveles de contagio en el barrio sean elevados debido a la condición turística del mismo, no hay certeza la condición en la que se encuentran estos pacientes, es decir, si están aislados en casa o están recibiendo tratamiento hospitalario, hecho que llena de incertidumbre a quienes habitan el sector.

Coronavirus: la pandemia que no conoce de estratos

Bocagrande es el barrio que más casos tiene (9). Sus calles están desiertas. // Julio Castaño - El Universal.

Gina Olmo, habitante de Bocagrande, asegura que también hay preocupación por el nivel de aglomeración en los buses de Transcaribe, que de igual forma ingresan al sector y no están acatando las medidas sanitarias. Sin embargo resalta que por parte de los vecinos sí se está respetando la norma.

Aunar esfuerzos

Si bien las condiciones son diferentes, la preocupación y el objetivo es el mismo: mitigar la propagación del COVID-19 en toda Cartagena. Para ello los diferentes líderes comunales piden mayor acompañamiento al Distrito en las garantías para la protección de los ciudadanos y el cumplimiento de las medidas sanitarias.

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