Los trabajadores contratados para las obras de reparación del colegio Manuela Beltrán, sede Hijos del Chófer, en el barrio Los Cerros, habrían aprovechado la soledad del plantel para sustraer materiales pedagógicos de niños de preescolar y primaria que incluyen cuadernos, resmas de papel, juguetes y hasta las canecas de las aulas.
Lo anterior consta en un oficio remitido por directivos de la institución educativa a la Secretaría de Educación, a la Fiscalía, entes de control y a Edurbe, que está a cargo de las reparaciones en esa sede.
Jorge Galofre, quien apoya la dirección del colegio, explicó a El Universal que el robo fue hace 10 días aproximadamente y que fueron los vecinos quienes alertaron al vigilante y a la administración del plantel.
“Forzaron seis gabinetes y sacaron los elementos por las paredillas del colegio, por eso los vecinos se dieron cuenta (...) en ese colegio solo teníamos un vigilante para cubrir toda la institución, y él no se dio cuenta de lo que estaba pasando”.
Los trabajos que se realizan en la sede Hijos del Chófer, según los directivos, se lograron mediante una tutela interpuesta contra el Distrito porque la planta física representaba un riesgo para la población escolar. Incluyen la mejora del cerramiento, curación de fisuras en las paredes, cambio de baterías sanitarias, entre otros.
“Desde el 29 de enero estamos trabajando hacinados en la sede principal del colegio (porque las obras están atrasadas) y sin materiales pedagógicos, que son indispensables para la formación de los estudiantes de preescolar y primaria”, anotó Galofre.
Este medio consultó a Edurbe sobre la situación y el gerente, Bernardo Pardo, indicó que la desconoce. La Secretaría de Educación tampoco se pronunció sobre el caso.
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