El privilegio que tiene El Campestre de ser uno de los barrios cartageneros que más zonas verdes posee y de tener pavimentadas todas sus calles, está siendo empañado por las basuras y por un canal de aguas pluviales en creciente erosión.
Hace 33 años, cuando sus habitantes comenzaron a ubicarse en la primera y segunda etapa, a su alrededor solo había lotes enmontados. Hoy tiene nueve etapas (excluyendo la seis, que se independizó y nombró Nuevo Campestre), aproximadamente 1.500 viviendas y barrios aledaños que lo están afectando.
La acumulación de desechos en sus espacios públicos, así como el flujo y desborde de grandes cantidades de aguas pluviales e incluso servidas, por el canal que atraviesa el barrio, son algunas de las problemáticas que afectan a sus habitantes y que -según líderes comunales- viene creciendo a la par de los barrios contiguos.
Álvaro Grijalba Nieto, uno de los líderes, dijo que “ya erradicamos el basurero que había al lado del canal. Ahí tiraban escombros, colchones y desechos de todo tipo, pero ahora lo trasladaron para el frente, en los alrededores de la cancha polideportiva que llamamos cancha de Telecartagena”.
Asimismo, Leonor Trespalacios Méndez, manifestó que “todos los días hay desfile de personas de otros barrios, en especial de Vista Hermosa y El Milagro, que vienen a traer basura. La tiran delante de la Policía y no les dicen nada. El 60% de la basura viene de otros barrios y el 40% de los mismos residentes. Es falta de conciencia”.
Por el auge de barrios vecinos, la mujer advirtió que el canal de aguas pluviales, “desde hace cinco, seis años, no tiene suficiente capacidad para las aguas que corren, por eso se presenta un embotellamiento por donde entran las busetas de El Campestre hacia Vista Hermosa y en el tramo tapado, cuando llueve, la presión del agua levanta las placas”.
“Esa ha sido una vena rota que el Distrito ha tenido aquí -recalcó- porque nunca ha querido ejecutar las acciones debidas. Coloca placas, cuando llegan los aguaceros las vuelven a levantar y así hemos vivido. Ahora mismo están destruidas porque tienen como cuatro años que no las hacen”.
Para Trespalacios, “esa es la preocupación más grande que tenemos y en la que necesitamos urgente que el Distrito tome acciones. En la tercera etapa, el canal ya está llegando a la carretera. Además las aguas servidas de los barrios de arriba nos traen enfermedades, proliferación de plagas y malos olores”.
Agregó que la inseguridad es otra problemática causada por foráneos. “Debido a su posición geográfica, nuestra urbanización se convierte en un corredor y se presta para que los malhechores actúen más. Los atracos son el pan de cada día, se han ha convertido en algo normal y es preocupante. La comunidad no vive tranquila. Por el Patinódromo los hurtos son constantes. Pedimos a las autoridades que por favor hagan más patrullajes”.
Otros puntos
Las zonas verdes y parques, así como un paseo peatonal que a petición de la comunidad construyó Telecartagena, están siendo usados para el parqueo de vehículos.
Parte de la malla vial está destruida. El punto más crítico es el tramo que del colegio Bertha Gedeón de Baladi baja a Nuevo Campestre y Alto Campestre, atravesando la quinta etapa.
La falta de poda ha ocasionado que ramas de varios árboles estén enredadas con el cableado eléctrico de alta tensión. Se han caído ramas dentro de las casas, tumbando los cables.
Los espacios públicos de los escenarios deportivos son invadidos por ventas ambulantes los fines de semana.
Ruido excesivo generan las busetas que, saliendo de Vista Hermosa, pasan por el semáforo que está frente a la iglesia. La comunidad pide la intervención del EPA.
No hay señalización peatonal.
No hay un centro de atención y esparcimiento para la tercera edad, pero sí muchos ancianos.
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