Que la Oficina de Control, Circulación y Residencia (Occre) deba otorgarle el permiso de residencia a una lesbiana para que conviva con su pareja en San Andrés, en cumplimiento de la orden emanada por el Juzgado Único Administrativo del Circuito de esa isla, es una “gran puerta que se abre para muchas parejas del mismo sexo que están en la misma situación”.
Así lo considera Wilson Castañeda, director de la Corporación Caribe Afirmativo, refiriéndose a lo conseguido la semana pasada por Sandra*, una cartagenera de 24 años que con el fallo judicial se convirtió en la primera persona homosexual que obtendrá la tarjeta de residencia temporal expedida por la Occre, para avalar la permanencia en San Andrés de quienes no son nativos de la isla.
Hay que recordar que con el Decreto 2762 de 1991, se reguló la circulación y permanencia de ciudadanos colombianos no raizales en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, para controlar la densidad poblacional del archipiélago y su impacto sobre la naturaleza. De esa forma y bajo el control de la Occre, el aval a ciudadanos no raizales para vivir en cualquiera de las islas del archipiélago solo se otorga si están casados o han establecido una unión marital de hecho con un residente.
Pese a que así lo dicta la norma –sin especificaciones de sexo, género u orientación sexual–, hacer este trámite se había convertido en un imposible para homosexuales. Así le sucedió a varias parejas del mismo sexo que hace años iniciaron el proceso y desistieron ante respuestas tardías o nulas. Y así también le pasó a la cartagenera, que hoy puede contar otra historia, luego de un trámite que comenzó el año pasado.
“Estamos luchando por un derecho que nos merecemos”, resume Sandra.
NO SE ACATABA LA NORMA
“La situación en San Andrés es muy complicada, es una lucha tenaz para que entreguen la tarjeta de la Occre a personas homosexuales. Sin ese permiso, no se puede trabajar ni estudiar allá. Y si hacen controles y ven que no la tienes, te expulsan”, cuenta la joven.
Por la zozobra que supone esa situación y luego que decidió convivir con su pareja en San Andrés, la cartagenera comenzó los trámites para obtener la tarjeta de la Occre, aunque parecía complejo. Caribe Afirmativo acompañó jurídicamente el proceso.
“La Occre comenzó a funcionar en el año 91, pero en esa época nunca se expidieron tarjetas de permanencia a personas del mismo sexo, pues de eso no se hablaba. Solo hasta el 2009, la Corte Constitucional emitió la sentencia C-029, en la que reconoce derechos económicos, sociales y culturales a las parejas del mismo sexo, al equipararlas con la unión marital de hecho, y entre esos derechos está el acceso a la tarjeta de la Occre, si cumplen los requisitos”, explicó Castañeda.
Sin embargo, el mandato constitucional no se estaba cumpliendo en San Andrés, según denuncian.
“En 2014, tuvimos el caso de una antioqueña que quería convivir con su pareja sanandresana en la isla, solicitó la tarjeta y se la negaron. Con apoyo de Caribe Afirmativo, interpusimos una acción de tutela, que fue fallada en contra. Llevamos el caso a la Corte Constitucional y el año pasado la Corte emitió un fallo, el T-371, donde recuerda que la tarjeta de la Occre también funciona para parejas del mismo sexo. Pero la Occre siguió desconociendo esta sentencia de la Corte, por lo que la pareja finalmente desistió. Ahora, la situación vuelve a ocurrir con una cartagenera”, agregó.
De acuerdo a lo que explica Sandra, solicitó la permanencia ante la Occre, pero solo obtuvo respuestas tardías y dilaciones en el trámite, por lo que acudió a acciones legales.
“Interpusimos una tutela, adjuntando las dos últimas sentencias relacionadas (C-029 y la T-371), el juez único administrativo del circuito de San Andrés falló a favor y la Occre aceptó que debe otorgar la tarjeta”, completó Wilson Castañeda.
Tras la batalla jurídica, esta semana Sandra estaría recibiendo la tarjeta que le permite permanecer en la isla para convivir con su pareja.
BOLIVARENSES CON EL MISMO CASO
Los casos de una cartagenera y un joven homosexual oriundo de Arjona, que pretenden convivir con sus respectivas parejas del mismo sexo en San Andrés, están siendo acompañados por Caribe Afirmativo, corporación que indica que ya están cursando en el juzgado de la isla.
“Notamos que San Andrés es un lugar al que llegan muchos bolivarenses, que deben seguir con esa itinerancia de estar entrando y saliendo de la isla por desconocer sus derechos. Con esto no estamos motivando una migración de personas gays y lesbianas a San Andrés, porque somos respetuosos del ordenamiento jurídico colombiano que busca preservar la isla. Lo que nos interesa es que sanandresanos que han constituido uniones maritales de hecho con personas del mismo sexo, puedan tener los mismos derechos que les otorgó la Constitución del 91 y ratificaron las sentencias de la Corte del 2009 y 2014”, señaló Wilson Castañeda.
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