Hace tres semanas las llamas de un incendio que consumió varias casas en Chambacú hicieron que las miradas de las autoridades y de la ciudadanía en general por fin se voltearan hacia una comunidad ignorada que discretamente ha ido creciendo. Sin embargo, a fecha de hoy, los damnificados aseguran que no han recibido ningún tipo de ayuda humanitaria como les había prometido el Distrito.
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“Apagaron, censaron y adiós luz”, dijo una de las habitantes de la comunidad, que afirmó que desde el mismo siniestro se evidenció una falta de diligencia de las autoridades, que incluso, según manifiestan, llegaron tarde a apagar las llamas.
Los afectados aseguran que desde aquel 25 de enero solo han visto dos veces al equipo de Gestión del Riesgo y Desastres: una al día siguiente de la conflagración, donde realizaron un censo de los damnificados, y otras hace aproximadamente cinco días donde repitieron la labor.
Según la caracterización realizada por esta Oficina, se reportaron cinco casas afectadas en las que residían 67 personas: 39 adultos y 28 menores de edad, entre los cuales igualmente se encontraban 6 personas de nacionalidad venezolana. A su vez dentro de los damnificados se halló la presencia de tres mujeres embarazadas.
También se dijo que se activaría un plan de contingencia de la mano del Cuerpo de Bomberos, la Policía, las secretarías del Interior e Infraestructura, el Plan de Emergencia Social (PES), las alcaldías locales 1 y 2, la Personería y la Gerencia de Espacio Público para evaluar los casos particulares y ofrecer la ayuda oportuna según la atención que requieran.
A pesar de esto hoy los damnificados duermen hacinados en las pequeñas viviendas de madera y zinc que lograron salvarse de las llamas y se las arreglan para sobrevivir con las ayudas que les dan los mismos vecinos y la caridad de una fundación conformada por ciudadanos norteamericanos que desde hace varios meses llevan enseres a la zona.
“Necesitamos ayuda humanitaria. Lo perdimos todo, los documentos, los papeles de los niños. Necesitamos medicinas, colchonetas, ropa. Aquí nos hemos ayudado es entre nosotros mismos”, relata otro afectado.
Según cuentan los residentes, otra de las posibilidades que se les había planteado desde el Distrito es emprender la reubicación de las viviendas, teniendo en cuenta que estas se encuentran en una invasión, a pesar de que varios habitantes afirman estar viviendo allí desde hace más de cinco años.
Sin embargo afirman que no se les ha hablado con claridad sobre el tema y por el contrario los han tenido esperando por unas ayudas que aún no ven llegar.
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