Llegar a los corregimientos de Hato Nuevo y Jesús del Monte, con sus 12 veredas en la Zona Baja de El Carmen de Bolívar, es encontrarse con las quejas y reclamos de sus habitantes hacia el Estado por la cantidad de necesidades que padecen.
Manuel Leones Ruiz, habitante de ese sector del municipio, señaló que si bien es cierto que la Gobernación de Bolívar realizó unas inversiones el año pasado, no fueron suficientes porque las situación se agudiza cada vez más y no se nota el interés de las autoridades de invertir en esa zona.
El anciano indicó que la obra más urgente que necesitan es la construcción de un puente peatonal y vehicular sobre el arroyo Alférez, en el corregimiento de Hato Nuevo, porque no pueden sacar los productos agrícolas hasta el casco urbano del municipio.
Asegura que tienen millonarias pérdidas, sobre todo en temporada de lluvias, porque no tienen cómo venderlos por las altas crecientes que presenta el afluente.
“Perdemos el 80 % de productos como ajonjolí, ñame, yuca, tabaco y hortalizas, y de eso es que devengamos nuestro sustento”, dijo Leones.
Agregó que quieren seguir en el campo, pero en esas condiciones es muy difícil porque no tienen garantías para hacerlo.
Igualmente, Alexandra Castro Ibáñez, una estudiante de primaria, aseguró que para llegar a la sede escolar de este corregimiento, debe recorrer a pie aproximadamente cuatro kilómetros, por eso pide que se intervenga la estructura, para no perder clases por las lluvias.
La pequeña explicó que diariamente debe exponer su integridad, junto a la de sus compañeros al tratar de cruzar el destartalado puente, por eso se suma al clamor de los demás labriegos para que hagan uno nuevo.
“Hoy le pedimos a la Gobernación de Bolívar que nos ayude con la construcción de dos puentes que comuniquen a las comunidades de San José de Rebulicio, Mata Perro, Jesús del Monte, La Reforma, El Chorro y parte de La Negra, con el resto de centros poblados”, manifestó la menor.
Otra de las problemáticas que denunciaron está ligada a la fuerte sequía que los está afectando, ya que desde noviembre no llueve en la región.
Guadith De Oro Navarro, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Hato Nuevo, indicó que están desesperados porque los reservorios de agua se están secando porque los animales también la consumen.
Por falta del vital líquido, las comunidades le piden a la Alcaldía el abastecimiento por medio de carrotanques, ya que están desesperados.
Respecto a esa solicitud, el alcalde Rafael Gallo Paredes, manifestó que va a decretar estado de calamidad pública para poder firmar un convenio con la empresa Acuecar, para llevar el agua a la zona rural.
En el caso especifico de las vías, Andris Quiroz Osorio, representante de la comunidad, dijo que por los menos unos 312 kilómetros de vías terciarias están completamente dañadas, por lo que necesitan que las autoridades las recuperen antes que llegue la temporada de lluvias.
El líder aseguró que el caso más grave que tienen es cuando se presenta la temporada de invierno y los más perjudicados son los niños que deben recorrer hasta cuatro kilómetros para poder llegar a las aulas de clase que están en el corregimiento de Hato Nuevo.
“Nosotros tenemos la esperanza puesta en estas tierras, por eso decidimos retornar sin ninguna garantía y acompañamiento, luego de haber sido víctima de los paramilitares que nos obligaron a irnos y perderlo todo”, añadió Quiroz.
Otras de las necesidades que expresaron los campesinos apuntan al mal estado en que están las aulas de clases de las veredas El Cocuelo, Roma, Las Pelotas y La Negra, donde deben recibir clases los estudiantes para que no recorran grandes jornadas.
Así mismo, pidieron el arreglo de los puestos de salud, para recibir la atención en la zona y no tener que desplazarse hasta el casco urbano, por los costos que genera el transporte.
“Nosotros somos personas que necesitamos atención, queremos que se realicen las inversiones correspondientes para atender cada necesidad. Agradecemos lo que hasta ahora hemos recibido”, dijo un labriego.
Por otra parte, exigieron el desarrollo de proyectos productivos que les permita el fortalecimiento del campo.
Gallo dijo que es cierto que las vías están dañadas, pero no han trabajado en estas porque el banco de maquinaria que tiene el municipio está deteriorado.
El mandatario insistió que para hacer obras en las carreteras necesitan el apoyo de la Gobernación, por lo que le pidió al gobernador Dumek Turbay Paz su apoyo para iniciar los trabajos.
Para la prestación de los servicios de salud, el secretario de Salud, Javier Luna, expresó que están preocupados con lo que sucede en Zona Baja, porque por la población que hay no hay la suficiente cobertura como lo establece la ley para construir un centro de salud.
Por eso, las poblaciones dispersas se atenderán con la unidad móvil. Aclaró que las veredas que están cercanas al casco urbano deben ser atendidas tanto en el hospital Nuestra Señora del Carmen y la ESE Giovanni Cristini.
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