Cuatro casos positivos de COVID-19 en los últimos días encendieron las alarmas en el barrio Los Calamares, en donde las cifras de contagios habían bajado considerablemente en las últimas semanas, llegando a tener hasta septiembre apenas 15 casos activos.
Los nuevos infectados residen en diversas viviendas de la etapa 5, hasta donde llegaron recientemente funcionarios del Dadis y de la estrategia distrital Barrio Heroico para hacer el respectivo cerco epidemiológico y además una jornada integral de salud en las etapas 2 y 5 del barrio, calle a calle, casa a casa.
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“Son cuatro personas de cuatro familias distintas que resultaron contagiadas y de inmediato se activaron todos los protocolos para evitar que haya una propagación. Aquí vino el Dadis con más de 160 trabajadores a hacer capacitaciones, pedagogía y pruebas a los posibles contactos de los positivos. Visitaron más de mil casas. En total practicaron 77 pruebas y todos están esperando que les entreguen los resultados para confirmar o descartar la enfermedad”, señaló Juan Carlos Mendoza, presidente de la Junta de Acción Comunal de Los Calamares.
Según la comunidad, en los meses que van de pandemia el barrio ha puesto alrededor de cuatro víctimas mortales y en los momentos críticos fue uno de los más golpeados de la ciudad ubicándose entre los 15 primeros, pero la cuarentena obligatoria y el cumplimiento de las medidas sanitarias por parte de sus residentes pronto fueron bajando las cifras.
Sin embargo, según los líderes, hoy en Los Calamares existe mucho desorden social, lo que mantiene con mucha preocupación a quienes sí continúan protegiéndose eficientemente.
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“Hay fiestas todos los fines de semana, mucha gente anda sin tapaboca, parece que no hubiera conciencia sobre lo rápido y fácil que se propaga ese virus que todavía sigue en el ambiente. Los parques se están llenando, en las canchas pasan jugando los jóvenes. Aún no estamos para esas cosas, sobre todo porque Los Calamares es un barrio grande con muchísimos adultos mayores”, agregó Mendoza.
Otra preocupación reciente entre los moradores es la inminente autorización para reabrir el estadio de fútbol sintético en la Sexta Etapa, el cual es usado por deportistas de toda la ciudad. Los gestores cívicos piden a la Alcaldía, especialmente al Ider, que socialice esta medida antes de hacerla efectiva, pues quieren garantías y certezas de que esto no será contraproducente para sus residentes.
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