Desde hace tres años, los habitantes del corregimiento Tierrabaja (zona norte de Cartagena) están esperando a que se les instale su alcantarillado, el cual fue ordenado por la Sentencia T-969 en 2014.
Mediante dicha sentencia, la Corte Constitucional ordenaba al Distrito instalar, en no menos de cinco meses, el alcantarillado en Tierrabaja y en la localidad vecina de Puerto Rey.
Desde entonces, los miembros del Consejo Comunitario emprendieron diligencias, ante la Secretaría de Infraestructura del Distrito, pero, según ellos, el proyecto no progresó, lo que los obligó a instaurar un incidente de desacato en 2015.
En 2016, el ahora suspendido alcalde de Cartagena, Manolo Duque Vásquez, presentó una cronograma de actividades, en el cual quedó estipulado que al finalizar 2016 se estaría iniciando la obra, pero eso nunca ocurrió.
Al finalizar 2016 se aprobaron los recursos por medio de la Alcaldía de la Localidad 2 y se comenzaron a hacer los trámites con la empresa Aguas de Cartagena para firmar el convenio, gestión que ocurrió en el presente año entre esas dos instancias.
Según el Consejo Comunitario, Aguas de Cartagena está esperando, desde febrero de este año, que el Distrito le entregue los predios donde deberá construirse la planta de expulsión, pero aún no se da la entrega.
El Distrito le informó al Juzgado Doce Civil Municipal, por petición de la Procuraduría, las gestiones que se estaban haciendo para la construcción del alcantarillado, pero en 2017 no se han extendido más informes.
l Consejo Comunitario pidió al Juzgado que sancione al Distrito por no haber cumplido la orden que se emitió en 2014.
En Calle de la Concepción, de Tierrabaja, los habitantes informan que unos bordillos, que el Distrito había construido, ya no se ven por causa de las cantidades agua que quedan estancadas después de un aguacero; y como consecuencia del desborde de las pozas sépticas.
Aura Cristina Vásquez Pereira, de la Calle de la Iglesia, señaló que las viviendas se están desvalorizando, porque casi todas tienen un su frente un arroyo de aguas negras, que no solo mantiene el ambiente irrespirable; además, produce enfermedades cutáneas en los niños.
Jaime Leal, un nativo de Puerto Rey, contó que algunos vecinos optan por contratar motobombas para secar las pozas sépticas, pero las calles, aún sin pavimentar, quedan llenas de esos desechos.
La recién posesionada secretaria de Infraestructura del Distrito, Clara Calderón, dijo que se documentará al respecto para pronto dar un pronunciamiento.
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