Desde hace 5 años, los habitantes del barrio Villa Rubia notaron perplejos cómo las aguas que corrían por sus calles luego de las lluvias pasaron de unos cuantos centímetros a casi dos metros de altura, todo debido a las obras civiles que se llevaron a cabo en la parte posterior del barrio.
Dicha obra corresponde a la construcción de una cuneta que redirecciona las aguas lluvias provenientes de 6 barrios vecinos: La Consolata, El Educador, María Cano, Jorge Eliécer Gaitán, Cesar Flores y Rosedal, y que se supone daría solución al grave problema de evacuación que padecían estos 6 barrios en el pasado. Sin embargo, la medicina resultó peor que la enfermedad.
Con las obras concluidas, la corriente de agua aumentó en proporciones inimaginables, lo cual ha traído como efecto colateral la destrucción del pavimento de las calles y la acumulación de arena y zahorra que los habitantes del barrio deben recoger con palas y escobas, debido a que imposibilitan el tránsito de automóviles e incluso de personas.
La única medida de contingencia con la que los habitantes de Villa Rubia cuentan es subir la altura de sus terrazas, sin embargo, algunos propietarios ven con impotencia cómo las aguas van tomando cancha y amenazan con ingresar hasta sus hogares.
Según el presidente de la Junta de Acción Comunal, Jesús Dejanón Jurado, han sido 26 años de padecimientos, pero afirma que antes las inundaciones eran menores. “El canal nunca debió construirse. Antes nos inundábamos, pero nunca como ahora”, dijo Dejanón.
El líder señala además que la única manera de darle solución a este problema es que se amplíe, por lo menos 5 metros, la cuneta en la que desembocan finalmente las aguas de escorrentía y que las dirige a la avenida La Electrificadora, pasando por El Socorro y finalmente a la Ciénaga de la Virgen.
La oficina de Valorización Distrital informó a El Universal que, a través de un convenio interadministrativo con la Universidad de Cartagena, se autorizó un contrató para la realización del diseño del drenaje fluvial del canal Ricaurte en los sectores de San Fernando y El Socorro, que afecta también al colegio Emiliano Alcalá, con una inversión que asciende los 550 millones de pesos. El resultado de dicho estudio fue presentado el pasado 31 de octubre y en la actualidad es evaluado para determinar la viabilidad financiera, y con ello considerar incluirlo en el presupuesto del 2014.
Según un vocero de esa cartera, el contrato está firmado desde el 4 de marzo del 2013, “se le hizo un modificatorio el 11 de julio para incluir otros barrios, entre ellos Villa Rubia, pero también Alameda la Victoria y el diseño del cruce sobre la glorieta Pozón - Bayunca”. Agregó que “están en una etapa de evaluación encabezada por el subdirector técnico, Germán Beltrán García quien, entre otras cosas, se encargará de verificar si lo contratado es lo que se recibió”.
Siendo este el panorama, y luego de un año de que este medio informara sobre esta situación, los habitantes de Villa Rubia tendrán que armarse, además de palas y escobas, de mucha paciencia para soportar los embates que el clima traiga a su barrio.
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