En la familia de El Universal deja un gran vacío, pues hizo parte activa de la redacción, en donde se cocinan las noticias del día a día, los análisis, reportajes y las crónicas del fin de semana, frentes en los que Ernesto Taborda se desempeñó de la mejor manera y con una clase única.
Ernesto, que esta mañana partió rumbo al cielo, en su rutina habitual siempre estuvo en la jugada, casi nada se le escapaba, serio y riguroso con sus fuentes, capaz de mostrar la noticia, tal cual como es, pero a la vez con mucha responsabilidad, mostrando un alto grado de profesionalismo. Ese era nuestro compañero, el gran Taborda, como le decíamos muchos en la redacción de El Universal. (Lea aquí: ¡Adiós, Taborda! Fallece nuestro compañero de El Universal)
Como editor de política, fuente que manejó durante varios años, fue fino, pero a la vez picante con su pluma, imponiendo un estilo y sello propio. Eso, precisamente, hizo de sus columnas una de las más leídas de El Universal durante muchos años.
Sí. Fino. Con el léxico en su impronta y picante en sus escritos, con temas políticos delicados, a los que él solía sacarle mucho provecho para meterse al lector en el bolsillo.
Taborda solía estar muy bien enterado, le gustaba mucho leer, opinaba con criterio de todo un poco, con argumentos sólidos se refería a los temas de moda, pero también abordaba con mucha inteligencia los momentos del ayer en diferentes frentes, tanto políticos, culturales, sociales, económicos y deportivos.
Amó y quiso a Cartagena siempre y la defendió desde su posición de periodista recto que siempre buscó la verdad por encima de todo.
Taborda dejó una gran huella en el periodismo local, con el que siempre mantuvo una buena relación.
Los compañeros de El Universal, así como el resto de colegas de Cartagena y Bolívar, lamentan la partida de quien fuera uno de los mejores periodistas locales en los últimos años.
¡Adiós al gran Taborda!
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