Reacciones a favor y en contra se generaron luego de que la alcaldesa (e) Yolanda Wong Baldiris anunciara el traslado temporal de la cárcel de San Diego a un predio privado en la urbanización Beirut. Y es que uno de los rechazos proviene de la misma comunidad, que ayer realizó una protesta en contra del traslado de la cárcel. Al personero William Matson Ospino también le parece erróneo el traslado a esta zona, pues considera que no se puede solucionar un problema creando otro y que podría ir en contra de las normas.
El argumento que más usan es que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), en su artículo 252, establece que los centros carcelarios deberán ser ubicados por fuera del perímetro urbano.
“El Distrito en ningún momento habló con alguno de nosotros, de la comunidad, que es la más perjudicada porque está al lado. La alcaldesa argumenta que hay una orden judicial, pero esa es desde hace nueve años, no de ahora, dice que estará ahí temporalmente, pero no cumple con el POT que obliga a trasladarla de la parte urbana a la rural”, destacó Ramón Paternina Bru, integrante de la Asociación de Juntas Comunales de la Localidad 3.
Para la comunidad, este traslado representaría un doble riesgo, pues la cárcel de Ternera también está cerca y es una zona residencial.
“La alcaldesa está violando una norma que está obligada a cumplir. No puede hacer algo corriendo para cumplir una sentencia que está hace nueve años y que nadie ha cumplido. Las cárceles tienen su problema intrínseco. Debería reunirse con nosotros para que conozca los perjuicios que ocasiona la cárcel como tal, no queremos ni un solo día de cárcel ahí”, recalcó el líder.
“El único con los requisitos”
Según la alcaldesa encargada, teniendo en cuenta que el edificio donde funciona la cárcel de San Diego representa un riesgo, en compañía de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría visitó cerca de 20 predios y escogieron este en particular. ¿Por qué?, la mandataria argumentó que cumple con los requisitos y uno de ellos es que es institucional, lo que da vía libre para que sea trasladada a esta zona. El artículo 252 del Decreto 977 de 2001 ubica en el grupo 3 a las cárceles, cuarteles, instalaciones militares y de policía, fiscalía y base naval; también a las universidades, escuela militar, escuela de aviación e instituto tecnológico. “Este grupo comprende los establecimientos que prestan servicios especializados de cobertura distrital, considerados de alto impacto ambiental y urbanístico, requieren edificaciones especializadas de gran magnitud, obras de infraestructura de servicios públicos especiales y su cobertura abarca la totalidad del territorio del distrito, incluyendo áreas de los municipios vecinos”, dice el decreto.
Sin embargo, en el colegio Caribe Real funcionaba primaria y bachillerato, pero estos establecimientos los ubican en el grupo 2 por ser considerados de mediano impacto ambiental y urbanístico. “Requieren edificaciones especializadas para su funcionamiento, generan congestión de tráfico y usuarios en determinados momentos, demandan zonas de estacionamiento adecuadas y propician el desarrollo de usos complementarios en sus cercanías”, destaca el decreto.
El proceso de contratación del predio se hace con el acompañamiento de la Procuraduría, a través de una mesa técnica integrada a raíz del desacato del Distrito.
Según el cronograma para el traslado del penal, la entrega del inmueble será el 24 de agosto y la adjudicación del mobiliario en los seis días siguientes. Mientras que el embalaje y rotulación de las internas será del 7 al 10 de septiembre. Por último, el traslado del personal sería el 12 y la inauguración el 13 de septiembre. (Lea aquí:Cárcel de San Diego será trasladada al antiguo colegio Caribe Real)
El contrato suscrito con la firma Mobi inmobiliarios SAS asciende a 600 millones de pesos y se extiende inicialmente hasta el 31 de diciembre de 2018.
La orden judicial
El traslado de la cárcel de mujeres obedece a un fallo de tutela de 2009, que ordena al Distrito trasladar la cárcel debido a los problemas de infraestructura que presenta.
El predio del antiguo colegio tiene más de 4.400 metros cuadrados y está en una zona de Ternera que conecta con las urbanizaciones Álamos, Nirvana, El Edén, Beirut, Villa del Sol, Siboney, Villa del Cielo, Valencia, El Recreo y conjunto residencial La Bongita.
Comentarios ()