Sin prisa pero sin pausa, como dice el adagio popular, el mar comenzó a tragarse las costas de los corregimientos de Punta Arena y Tierrabomba, en la isla de Tierrabomba.
Los más perjudicados en el primero son cuatro adultos mayores de 60 años, de los cuales tres ya abandonaron sus casas para proteger sus vidas.
“Llevaba 12 años viviendo en la casa. Al principio con una pareja y en los últimos ocho años solo. La casa no es mía, me la prestó un amigo, pero tuve que salir de allí a principios de septiembre porque vi que el riesgo era demasiado, la erosión venía cada día más hacia adentro”, expresó José Miguel Díaz Martínez, de 65 años.
Desde que el mar lo “expulsó” de la que por años fue su residencia en el denominado por los nativos el Sector del Medio, vive arrendado. Cada mes tiene que pagar 200 mil pesos, “pero mi situación a veces no me lo permite. Tengo cuatro hijos que me están ayudando porque no tengo trabajo. Vivo de los oficios varios que pueda hacer por ahí: carpintería, plomería y acarreo agua, que es lo que me tiene enfermo del nervio ciático porque es mucho el esfuerzo que hago a mi edad”, explicó Díaz.
“Ya el 3 de enero hay que pensar en pagar el arriendo o pedir espera -anotó-. Yo tengo un lote, pero no tengo recursos para levantar una casa”.
Ismenia Pérez Ramos, quien ha vivido 64 de sus 85 años en Punta Arena, y todavía habita la casa de material que le construyó su esposo en el Sector del Medio, aseguró que “el oleaje tiene tiempo de estar preocupándonos. Frente a mi casa había unas matas, una calle, incluso otra casa, pero la dueña se mudó cuando empezó la mareta”.
La mujer, oriunda del municipio de Necoclí (Antioquia), advirtió que “mis hijos pusieron sacos de arena en la entrada de la casa para evitar la entrada de la mareta y con todo y eso el agua entra y sale (...) Incluso amenaza con llevarse los postes. Una cosa bastante cruel que vive uno aquí”.
LOS DE AL LADO
Desde Barrio Abajo, en Tierrabomba, Neila Cedén Cervantes es una de las más afectadas con el aumento del oleaje. La casa que habita desde hace más de 40 años comenzó a ser víctima de la erosión costera hace unos tres.
“Primero un vendaval partió la casa. Ahora lo grave sucede cuando llueve. Me dieron un subsidio de arriendo de 600 mil pesos (la mañana del pasado jueves) y con eso pienso trasladarme con mi señor a una casa alquilada. Antes no lo hice porque no tenía con qué”, dijo la mujer de 62 años.
“Dizque me van a construir otra casa -añadió- pero no sé cuándo. Temo que en cualquier momento mi casa ceda”.
38 SUBSIDIOS DE ARRIENDO
La Oficina de Gestión del Riesgo y Desastres Distrital informó que ayer canceló 38 subsidios de arriendo por concepto de reubicación temporal, así: 37 en Tierrabomba y uno en Punta Arena. Cada auxilio es de 600 mil pesos y se seguirá entregando cada tres meses.
Laura Mendoza Bernett, en cabeza de esa entidad, precisó que en Tierrabomba los subsidios de reubicación temporal se cancelaron a “personas que estaban ubicadas en la zona de costa (...) por el fenómeno de erosión, algunas casas desaparecieron y otras estaban en riesgo de colapso”.
“La (reubicación) definitiva -indicó- la estamos trabajando en conjunto con Corvivienda, porque debido a que algunos afectados tienen terrenos en otras zonas de la isla, se está verificando si se pueden hacer construcciones en suelo propio”.
Pero para decidir si se construyen viviendas en otro suelo, “se espera que finalicen las obras de protección costera y estudios que verifiquen si el terreno (donde vivían los reubicados) continúa siendo apto para hacer mejoramientos en los inmuebles. En las partes donde se adelantaron trabajos ha habido mucha mejoría, se recuperó gran parte del terreno erosionado, así que estamos muy optimistas con las obras”, aseguró Mendoza.
¿PARA CUÁNDO LAS OBRAS?
Ana Díaz Martínez, coordinadora del Comité Comunitario de Emergencia (Combas) de Punta Arena, informó que en respuesta a una petición que envió el 27 de septiembre, la procuradora 3 Judicial II Ambiental y Agraria de Cartagena, Mayelis Chamorro, sostuvo el 30 de noviembre que la erosión costera “será tratada una vez se reinicien las obras correspondientes al proyecto de mitigación de la erosión costera de la isla de Tierrabomba, con la construcción del espolón de emergencia en Tierrabomba y del espolón de Punta Arena en la zona más urgente de ese corregimiento”.
“El inicio de las obras -agregó- depende de la reactivación de los recursos, con base en la gestión de la administración”.
El secretario de Infraestructura, José Santiago Carrasquilla, dijo que “existe un contrato para la protección costera de Tierrabomba, mediante el cual se ejecutaron algunas obras y en la actualidad está suspendido por la necesidad de construir unas obras adicionales que requirieron la aprobación del ANLA (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales). Se está en proceso de notificación electrónica de la resolución 1533 de diciembre de 2016 que nos permita conocer su contenido, de manera que se pueda reiniciar el contrato y acometer la totalidad de las obras en el año 2017”.
Resaltó que aproximadamente $24000 millones están disponibles para proteger a los isleños.
SIN SUBSIDIO
José Miguel, uno de los más necesitados del subsidio de arriendo, no lo recibió.
Ana Díaz Martínez, coordinadora del Combas de Punta Arena, explicó que a José “no lo cobijó porque cuando hicieron el estudio ya él se había mudado. Solo era para la señora Ubaldina, pese a que desde abril le reportamos a Gestión del Riesgo que fueron tres las personas que tuvieron que salir de sus viviendas”.
La historia de Ubaldina, de 86 años, fue publicada en El Universal desde el pasado 10 de diciembre por clamor de Ana, pues a esa fecha el mar ya había destruido la terraza y una parte de la sala de su casa, sin embargo, no había evacuado porque no tenía a donde ir. Lea aquí (Punta Arena pide evitar una desgracia)
“Su único familiar en Punta Arena vive en una casa pequeña con varios hijos, así que la trasladamos allá en las noches. De día pasa en el patio, nerviosa cuando el agua empieza a entrar”, comentó en su momento Díaz.
Los nativos favorecidos con el subsidio de arriendo por concepto de reubicación temporal, que no hayan podido reclamar el dinero, pueden acercarse al Banco GNB Sudameris, en la avenida San Martín del barrio Bocagrande, a partir del 5 de enero.
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