Con el rostro hinchado y la ropa partida fue hallado el cuerpo de Giovany Díaz Marrugo, de 42 años, en la tarde de ayer, en el Canal del Dique, en el corregimiento de Gambote, jurisdicción del municipio de Arjona.
Su ausencia se empezó a sentir el viernes, cuando, de repente, se lanzó a las aguas, tras ser atacado con un garrotazo en la cabeza, en el municipio de Soplaviento (Bolívar).
Ese día, la víctima salió de San Estanislao de Kostka (Arenal) a pescar en Soplaviento, en compañía de unos amigos, pero la faena fue interrumpida por un grupo de hombres, quienes empezaron a agredirlos a palazos y machetazos, de repente.
Las primeras versiones dejaron entrever que Díaz fue agredido por la furia de un padre que aún sufre por el crimen de su hijo.
Al parecer, el joven fue asesinado en Arenal y por eso su progenitor arremetió en contra de Giovany y de quienes iban con él en la canoa.
Se desconoce si los señaló directamente por la muerte del muchacho o si solo lo hizo porque eran residentes del municipio de Arenal.
Por su parte, sus amigos y dolientes pasaron la peor noche de sus vidas, intentado dar con su paradero, y ayer lo encontraron flotando con sangre en la parte izquierda de la cabeza.
Con un machete, dos hombres cortaron la parte del suéter que quedó sujeta en sus hombros, para cargarlo y subirlo a una canoa, en la que fue sacado a tierra firme, para ser llevado a Medicina Legal, en donde determinarían las causas de su muerte.
Las primeras versiones indican que se ahogó, pero solo los médicos forenses confirmarán si el golpe que recibió aceleró su deceso.
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