Cuando permites que los niños usen pólvora, nada queda para celebrar en estas fiestas”. Esa es la frase con la que el Instituto Colombiano de Bienestar Familia (ICBF) lanzó a nivel nacional la campaña de prevención de uso de pólvora en niños, niñas y adolescentes.
La campaña, que fue lanzada en la ciudad el pasado viernes 6 de diciembre, tiene como objetivo bajar los indices de accidentalidad y quemaduras en niños durante estas fiestas decembrinas, por lo que el ICBF dispuso de su línea 141 para que todas aquellas personas que vean que en tiendas están vendiéndole pólvora a menores, llamen a denunciarlo.
“También esperamos que denuncien aquellos casos en los que menores son víctimas de este tipo de quemaduras y son dejados en casa para atenderlos de manera artesanal, pues esto no debe ser así, las quemaduras necesitan una atención médica urgente”, explicó Rosember Alvarado Rodríguez, nuevo Director Regional Bolívar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Entre los años 2013 y 2016, en las festividades de fin de año, se estima que en el país ocurrieron unos 400 casos y para el periodo 2017 a 2018 fueron reportados 300.
“Esto quiere decir que a nivel nacional solo disminuyeron 100 niños, niñas y adolescentes quemados. Se espera que para este año la cifra baje aún más”, señaló Alvarado.
Con esta campaña buscan sensibilizar a padres de familia, teniendo en cuenta el riesgo de lesiones de las que ellos pueden ser víctimas, todo en el marco de la Alianza Nacional contra la Violencia hacia Niñas, Niños y Adolescentes.
En el caso de Bolívar, según el reporte del Instituto Nacional de Salud, en el departamento se atendieron 7 casos de niños, niñas y adolescentes lesionados por pólvora durante el periodo de vigilancia de 2018 a 2019.
“El objetivo que tenemos para este nuevo periodo de vigilancia es que ningún niño, niña o adolescente, en ningún rincón de Bolívar, resulte lesionado con estos artefactos explosivos”, dijo el director.
En caso de que algún menor resulte herido por pólvora en estas fiestas, los padres de familia o cuidadores no deben poner en riesgo la salud de los niños, por lo que de inmediato deben llevarlo a un centro asistencial para activar la ruta de atención y que les brinden los cuidados de rigor.
“La ruta de atención es que después de ingresar el menor al centro médico, debe reportarse el caso al Instituto Nacional de Salud, quienes notificarán a los defensores del ICBF para que verifiquen los derechos del menor”, explicó Alvarado Rodríguez.
Después de esto, se analiza si el menor debe ser ubicado con un familiar externo o en algún hogar sustituto y al final se interpondrá una denuncia penal en contra de los representantes legales del menor de edad, las cuales pueden ser amonestaciones o sanciones.
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