Una interna de la cárcel de mujeres lanzó su birrete de bachiller al aire tras culminar el último ciclo de preparación y graduarse en medio de un proceso que inició junto a otras 17 compañeras que siguen en el proceso y pronto también serán bachilleres.
Así lo dio a conocer ayer la Alcaldía Distrital, al informar del grado que recibió la interna de este penal (anteriormente Cárcel de San Diego) ubicado en la zona de conurbación con Turbaco.
Ayer, se informó del grado para felicidad de sus compañeras y de los suyos.
Desde cero
La Alcaldía informó ayer que algunas de las internas de este proceso no sabían leer ni escribir, otras solo firmar su nombre y medio deletrear. Por eso, con el apoyo del gobierno distrital y bajo el liderazgo de la directora del penal, Mercedes García, ingresaron a este proyecto.
Estos conocimientos — dice la Alcaldía — les servirán para enfrentar el mundo de una mejor manera cuando recobren su libertad.
Los estudios hacen parte del programa de resocialización de la cárcel de mujeres y ejecución de un convenio con el colegio Valores Unidos. El mismo inició en enero de este año al interior de la cárcel para llevar una verdadera resocialización de las personas privadas de libertad, es uno de los programas bandera de la Alcaldía y la Cárcel Distrital.
En el proceso, cinco mujeres pasaron del ciclo 1 al 2, que significa que cursaron los primeros grados de primaria y pasaron a los últimos cursos de educación básica. Otras cuatro terminaron el ciclo 2 así que pasaron al bachillerato, es decir al ciclo 3 que es el de los primeros grados de la secundaria; 8 internas más terminaron los ciclos 3 y 4 y pasaron al último peldaño, es decir, a 11º grado, y una mujer fue la única que se graduó de bachiller y que ahora le apuesta a continuar su proceso formativo profesional una vez salga del penal, a través de una beca.
“La actividad estratégica comenzó bien, pero llegó la pandemia y lo cambió todo, la forma de recibir las clases y la organización de las internas para conectarse y recibir sus clases exigían mayores esfuerzos de la Administración de la Cárcel y de las beneficiarias del programa, porque la motivación era diferente por las medidas de autocuidado y la conectividad”, precisó la directora de la Cárcel, Mercedes García, quien afirmó que nada fue fácil, “porque en momentos se suspendieron las clases por el tema de la COVID, y verlas que cumplen su objetivo nos pone feliz. La educación es el medio para transformar las historias de vida de estas mujeres”.
García explicó que fue un trabajo muy importante por parte de la única bachiller, de la escuela y de la Cárcel Distrital, haciendo el acompañamiento día a día.
“Implicaba motivarla para que estuviera en las clases, conectarla en Internet, que hiciera las tareas y las entregara. Estamos contentos en la cárcel, porque, además, se consolida el sueño de la formación, y ella está totalmente motivada, al igual que las otras internas que lograron seguir su ciclo formativo”, manifestó Mercedes García.
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