Jóvenes de la calle Benjamín Herrera del barrio La Esperanza, que antes integraban pandillas, ahora tienen cepillos en vez de armas de fuego, peinillas en lugar de navajas y carro de perros en reemplazo de motos para cometer delitos.
El cambio se debe a que sus expectativas ahora están puestas en las unidades productivas que les entregó la Secretaría del Interior del Distrito, como parte del proceso de rehabilitación que viven hace varios meses y con el que se busca que se sientan útiles para la sociedad.
Carro para la preparación de perros calientes y otras comidas rápidas, implementos de cocina, cilindro de gas y dotación de ingredientes como panes, salchichas y salsas, fueron algunas de las herramientas que recibieron los jóvenes.
Además les fue entregado un set de espejos, una silla reclinable, una máquina de peluquería, peinillas, cuchillas y cepillos.
"Ellos fueron capacitados durante seis meses en manipulación de alimentos y belleza capilar. Pero con el programa 'Primero Los Jóvenes' no solo hemos hecho eso, sino que los hemos apoyado psicológicamente. La comunidad se comprometió también a ayudarlos", explicó el secretario del Interior, Fernando Niño Mendoza.
El proyecto se ha ejecutado solo en su primera fase. En la segunda, se espera beneficiar a al menos unos 10 jóvenes, de acuerdo con el funcionario.
Creación de frentes de seguridad
La comunidad de La Esperanza, además, se verá beneficiada con la creación de cinco frentes de seguridad que lidera el programa de 'Seguridad y Convivencia Ciudadana' de la Secretaría. Estos serán dotados con alarmas y cámaras de videovigilancia que estarán ubicadas de acuerdo a la injerencia del delito.
El año pasado, en el barrio se realizaron capacitaciones en estuco y pintura, talleres de motivación e incorporaciones de los jóvenes a la Armada Nacional.
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