Cartagena


Jóvenes de Asomenores recibieron grados

El “adelante” que invoca Marlon tiene que ver con los cursos y programas que le esperan en los salones del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), con el cual la Fundación Saber Ser tiene convenio, en aras de continuar resocializando a los jóvenes infractores.

RUBÉN DARÍO ÁLVAREZ P.

27 de diciembre de 2018 12:00 AM

*Marlon tiene 20 años y la semana pasada recibió su grado de bachiller, junto con otros nueve jóvenes internos en Asomenores.

Llegó a ese centro penitenciario a los 13 años, sindicado de lesiones personales agravadas y daño en propiedad ajena.

Casi de inmediato, el personal de la “Fundación Saber Ser” se encargó de reforzar y complementar la educación que el joven había recibido en cinco años de penosa instrucción elemental.

Con ayuda psicológica y precisos métodos de enseñanza, los profesionales de la fundación lo impulsaron a ser uno de los mejores de la promoción, detalle este que fue exaltado durante la entrega de diplomas a diez nuevos bachilleres.

“No me fue tan fácil --declaró Marlon entre lágrimas--, pero con el tiempo fui descubriendo que continuar con mi educación debía ser lo más importante en mi vida. Yo era un muchacho intolerante. Todos los problemas quería solucionarlos golpeando y dando puñaladas. Y por eso estoy aquí. Pero ya eso se acabó. De ahora en adelante seguiré siendo una mejor persona”.

El “adelante” que invoca Marlon tiene que ver con los cursos y programas que le esperan en los salones del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), con el cual la Fundación Saber Ser tiene convenio, en aras de continuar resocializando a los jóvenes infractores.

Idalid Correa Rojas, representante legal de la fundación, relata que “llevamos once años educando y resocializando niños y jóvenes infractores, la mayoría de los cuales llegan con edades entre 14 y 17 años. A algunos hay que ubicarlos en preescolar, porque el único conocimiento académico que tienen son las cuatro operaciones, pero no desde la simbología de las matemáticas sino de manera práctica y cotidiana”.

Las edades de los graduados, según Correa Rojas, oscilan entre los 17 y los 23 años, algunos de los cuales nunca habían pisado un salón de clases, pero ya habían incursionado en la delincuencia en territorios como Córdoba, Sucre, La Guajira, Cartagena y, últimamente, Venezuela.

“Con estos muchachos --prosigue-- debemos implementar lo que se llaman ‘Modelos Educativos Flexibles’ (MEF), donde no se tienen en cuenta muchos factores de la educación tradicional, especialmente la edad. De otra parte, mientras nosotros trabajamos la educación, los psicólogos y trabajadores sociales de Asomenores van aplicando sus terapias con el fin de que los estudiantes se adapten al nuevo ambiente”.

La docente afirma que las profesoras intentan siempre tener un magnífico acercamiento con sus estudiantes, “a tal punto que llegan a considerarnos como sus madres, tal es el vacío de afecto familiar con que llegan a la institución”.

Saber Ser ha sido exaltada por la Presidencia de la República debido el trabajo que ha desarrollado en zonas inaccesibles del departamento de Bolívar, sobre todo en territorios de conflicto.

*Nombre cambiado

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