Por ser una zona repleta de establecimientos comerciales generadores de ruido, el Centro Histórico ha mantenido una problemática de abuso de decibeles permitidos por parte de los administradores y propietarios, especialmente en horario nocturno.
De acuerdo con la información del Establecimiento Público Ambiental (EPA), en el Centro existen puntos más críticos que otros respecto a la generación de ruido. La Calle de La Moneda es uno de los sectores del Centro en dónde más se evidencia esa problemática, que se refleja en los estudios realizados por la entidad y las quejas de la ciudadanía. Y aunque, según el EPA, la tendencia en el Centro Histórico es generar ruido en la noche, la Calle de La Moneda rompía el esquema. El escándalo era más común de día por la cantidad exagerada de parlantes y amplificadores de sonido de gran tamaño en las afueras de los locales comerciales. Sumado a eso, el perifoneo repetitivo agravaba la situación.
La realidad en la tradicional Calle de La Moneda hoy es otra. Con pedagogía y tras las constantes medidas preventivas de las que eran objeto, los comerciantes del lugar han logrado disminuir los niveles de generación de ruido.
“No es necesaria la bulla”
Este medio visitó la Calle de La Moneda y evidenció que en los locales comerciales optaron por eliminar el uso de amplificadores de sonido a elevado volumen como estrategia para atraer clientes.
Diana Rodríguez, directora del EPA, considera que fueron vitales las campañas pedagógicas realizadas en los últimos seis meses en la zona, sumado a las medidas preventivas que debieron aplicarse a los comerciantes para crear conciencia sobre los perjuicios que ocasiona la generación de ruido.
“Es satisfactorio ver estos casos donde se controló la generación de ruido y se logró la mitigación. La Calle de La Moneda comprendía toda una área muy ruidosa, con decibeles de más de 75 a 85 en horario día. En estos momentos, se manejan de 55 a 60 decibeles, que es lo normal y permitido. Es una muestra de que sí se puede hacer la actividad comercial con sostenibilidad y aportando calidad de vida a la ciudad”, explicó Rodríguez.
La Directora del EPA afirma que durante el proceso hubo medidas preventivas, que como se corrigieron a tiempo, no pasaron a sanción.
“El EPA nos impuso medida preventiva dos veces. Aprendimos la lección porque eso es contaminación auditiva y queda claro que no es necesaria la bulla para que los clientes entren al sitio. Antes, entrar a la Calle de La Moneda era como entrar a un picó”, comentó Yuly Castro, administradora de uno de los locales del sector.
Las medidas preventivas impuestas consistieron en la incautación temporal del equipo sonoro, cuatro horas de pedagogía y un compromiso de trabajo ambiental en el área afectada.
La zona de la Torre del Reloj y la Calle del Arsenal son otros sectores del Centro en los que se ha identificado excesiva generación de ruido.
El Mercado de Bazurto es otra de las zonas históricamente críticas en cuanto a generación de ruido en Cartagena. “En Bazurto hay algunos espacios recuperados, siguen otros críticos, como el sector de la cristalería, pero tenemos la certeza de que este semestre se podrán conseguir allí más zonas libres de ruido”, dijo la directora del EPA.
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