Mientras que en Bello (Antioquia), una familia estrato 3 consumió 45 kilovatios por hora (kWh), del 28 de mayo al 27 de junio; en Cartagena (Bolívar), una familia estrato 1 consumió 395 kWh del 15 de junio al 14 de julio. Ambas están integradas por cuatro personas.
A la primera, las Empresas Públicas de Medellín (EPM) le facturaron $21.249, correspondientes a 45 kWh por 472.200 (costo kWh). A los $21.249 le restaron un subsidio de $9.289, para un total de $11.960 a pagar por energía. A la segunda, la factura de Electricaribe le llegó por $135.641, pese a tener una tarifa inferior (448,89 costo kWh) y un subsidio mayor ($41.669).
Electricaribe explicó que para usuarios de estratos 1, 2 y 3, el Estado subsidia hasta un nivel de consumo llamado de subsistencia. Es decir, hasta lo que considera el consumo mínimo necesario de una familia para satisfacer sus necesidades básicas.
Para climas cálidos, ese subsidio es hasta los 173 kWh/mes; para templados y fríos 130 kWh/mes, en un porcentaje de la tarifa que puede ser hasta del 60%, 50% y 15% para los estratos 1, 2 y 3, respectivamente.
El caso de Cartagena es el de Liduvina Zurita, residente en la carrera 79 del barrio Fredonia, quien sostiene que su bolsillo no resiste pagar la actual tarifa de Electricaribe, pese a estar posesionada como la más baja del país; y mucho menos resiste una alza de esa tarifa, como lo propuso el 10 de agosto pasado el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
Por consumir 395 kWh del 15 de junio al 14 de julio, en la factura de Electricaribe le subsidiaron 167 kWh. Es decir, el Estado pagó una parte de esos 167 kWh (249,52 de una tarifa de 448,89), lo que se traduce en un subsidio de $41.669; a Liduvina le corresponde pagar los $33.295 faltantes para saldar la tarifa de la empresa de energía.
Los 228 kWh no subsidiados también los debe pagar Liduvina y son cobrados a tarifa plena: 448,89, para un total de $102.346. Estos más los $33.295 mencionados anteriormente dan $135.641 por consumo de energía.
¿Hay algo más?
A juzgar por la cantidad de energía que consumió en julio pasado (395 kWh), lo que se está “comiendo” tanto el bolsillo de Liduvina, como los de otros usuarios de la región Caribe, no es la tarifa, es el consumo derivado de las condiciones climáticas existentes.
Pero, según la mujer de 72 años, su consumo no es tan alto. “En mi casa somos cuatro personas: dos hijos, mi nuera y yo. El recibo me está viniendo muy alto. Tengo dos focos, el abanico y la nevera, y me viene en 143 mil pesos, 160 mil pesos. Eso es una exageración. Yo soy cabeza de hogar, tengo que pagar agua, luz, gas.
“El de Electricaribe es el servicio que me viene más costoso. Y eso que el abanico lo tengo en la sala, encendido solo hasta las 3 de la tarde. Cada ocho días alquilo una lavadora, televisor no tengo, no tengo electrodomésticos en la sala”.
Ella, quien trabaja como madre comunitaria del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), no solo tiene el dolor de cabeza de la factura de julio del servicio de energía eléctrica. Carga con otras 27 facturas vencidas por un monto de $3.155.740. Sostiene que no es que no quiera pagar, es que no le alcanza para pagar el monto por el que le llega cada factura.
“Yo hice un convenio hace como un año (le suman $7.564 por cuota acuerdo de energía a cada factura). Llevé más de 200 mil pesos, pero no pude seguir pagando. Como no estoy pagándoles, cuando viene el recibo no voy a reclamar. Estoy esperando una liquidación que nos van a dar para ver si me pongo a paz y salvo. Creo que toca que me hagan una rebaja porque, ¿de dónde voy a sacar ese poco de plata? Tendré que venderle la casa a la electrificadora”.
No es la única
Aura Serrano tampoco está a gusto por el costo de su factura de energía. La última, cuyo periodo facturado es del 15 de junio al 14 de julio, le vino por $40.570. Ella, que vive con un hijo en la llamada calle 14 de Fredonia, consumió 183 kWh.
Al igual que a Liduvina, el Estado le subsidió una parte de los primeros 167 kWh, correspondiéndole pagar una parte de estos y los 16 kWh faltantes. “Ahora me vino por $40.500. Anteriormente venía por 20, 26 o 24 mil pesos. Yo no estoy consumiendo todo eso; la factura comenzó a subir en junio, julio y agosto. Pago con rabia, pero no me he acercado a la empresa a preguntar por qué. Sí dije que iba a reclamar.
“Solo tengo un televisor, una nevera, una lavadora y un abanico que solo enciendo en la noche para dormir. Me acuesto a las 11 de la noche y me levanto a las 5 o 6 de la mañana. De ahí no prendo más nada. El televisor a veces lo prende mi hijo para ver el noticiero y lavo dos veces en la semana, pero no es mucha ropa, solo somos dos personas”.
Más de 141 mil millones en mora
A 141.206 millones 112 mil 018 pesos asciende la deuda de los usuarios de Electricaribe en Cartagena.
Quienes más deben son los usuarios residenciales de estrato 1 (76.767 millones 399 mil 068 pesos), seguidos de los estrato 2 (33.961 millones 673 mil 215 pesos), los de tipo comercial ($12.993 millones 612 mil 496) y los de estrato 3 (7.115 millones 663 mil 897 pesos). En la ciudad, la empresa prestadora tiene 282.038 usuarios, de los cuales 102.983 son residenciales de estrato 1, 74.751 de estrato 2, 47.378 de estrato 3, 17.404 de estrato 4, 9.712 de estrato 5 y 12.043 de estrato 6. Los 17.767 restantes son: 16.855 usuarios de tipo comercial, 236 industrial y 676 oficial.
Alza, "ni siquiera puede ser una posibilidad"
Ante la propuesta del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, de cobrar “tarifas significativamente más altas” por el servicio de energía eléctrica, para consolidar una nueva empresa, “hacer las inversiones necesarias, mejorar la calidad y tener un futuro como compañía”; el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, reiteró que “nos oponemos a que esa sea siquiera una posibilidad”.
Afirmó que “es mucho lo que se ha dicho frente a la crisis generada por el mal servicio de Electricaribe, pero lo más importante es que el responsable de esa crisis es el mismo Electricaribe. La misma empresa, durante muchos años, conociendo la real situación, no realizó las inversiones necesarias para mejorar el servicio.
“Allí también entra a responder solidariamente el Estado central y frente a eso, lo que hemos dicho de todas las maneras posibles, es que la llegada de un nuevo operador tiene que ir de la mano del compromiso y la obligación de realizar las inversiones, que no se realizaron, de remozar la red de los transformadores. Es increíble que tengan que plantear como una solución o como una salida tocar el bolsillo a los habitantes del Caribe”.
Recalcó que la anterior “solución”, “ni siquiera puede ser planteada como una posibilidad porque corresponde, como he dicho, al nuevo operador y a la Nación darnos las condiciones necesarias para un gran servicio”.
El mandatario de los bolivarenses sostuvo que para sacar adelante la prestación del servicio de energía “habrá salidas. Una, se está hablando últimamente de la posibilidad de que el Estado asuma el manejo de la empresa por los próximos cinco u ocho años, y a través de ese manejo pueda hacer la inversión a través de obra pública o inversión pública; valorizar la empresa y en unos años entregarla a un nuevo operador.
“Hay soluciones, hay que buscarlas. Hay posibilidades reales de mejorar el servicio, que no admitimos tampoco una demora más en ello, pero por ningún motivo tendrá que ser elevando la tarifa y por ningún motivo como gobernantes del Caribe lo vamos a aceptar”.
Hace cuatro días, el pasado 16 de agosto, saltó a la luz la que sería la salida a la crisis energética que afronta la Costa Caribe.
Turbay anunció que fue acordado un trabajo articulado con el Gobierno nacional que, como primera medida, busca garantizar la financiación de $1,4 billones que se requieren para mejorar el servicio de energía.
Tal trabajo se acordó en una reunión en la que los gobernadores de la región se reunieron con la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez; y la superintendente de Servicios Públicos, María Paula Jaramillo.
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