Cartagena


¿Los cartageneros ya no tienen temor del COVID-19? Esto dicen expertos

Tras el aumento de casos de coronavirus en Cartagena, la respuesta de los expertos es que los ciudadanos están en negación.

En marzo se cumplirá un año desde que el coronavirus empezó a afectar la vida de los colombianos, en esa época en 2020 se decretó la medida de cuarentena en Cartagena. Aunque al inicio de la pandemia las cifras que se reportaban eran mucho más bajas que las actuales, las personas parecen no sentir temor por el virus y han vuelto a salir, a realizar fiestas, ir de viaje y en general a retomar la vida que llevaban antes de la pandemia.

Filas largas para entrar a los bancos, aglomeraciones en centros comerciales, fiestas en diferentes zonas de la ciudad dan razón a Aristóteles con su famosa frase: “El hombre es un ser social por naturaleza”. Sin embargo, expertos en el sector de la salud aseguran que no es que las personas ya no sientan temor, sino que están en negación.

¿Qué piensa la gente?

El Universal realizó una encuesta a través de redes sociales preguntando a sus seguidores lo siguiente: ¿Siente usted temor al COVID-19? ¿Continúa en confinamiento o ya ha realizado salidas sociales?

¿Ha tenido alguna crisis o pánico por causa del virus en los últimos tres meses?

Estos fueron algunos de los comentarios:
“Terror da pensar en que vuelvan a cerrar, mucha gente manifiesta que no lo soportaría”, “Yo vivo con miedo”, “El miedo colectivo no es tanto por el Covid sino por la falta de empatía del gobierno hacia sus ciudadanos”, “Muy bonito el miedo en los primeros meses, hasta que me quede sin empleo para pagar arriendo, servicios, comer, en fin. La vida continua, los que siguen aun en confinamiento son pensionados, subsidiados y gente que tiene riquezas pasivas”, “Empleo es lo que se necesita”, “La verdad no le tengo miedo a ningún covid, Miedo si, que cierren el país, la ciudad y que no pueda salir a conseguir de comer a mis hijos”, “Miedo a no tener para pagar los recibos ni el arriendo”.

En términos generales la encuesta arrojó que las personas tienen más miedo a las repercusiones económicas que al virus. También manifiestan que volver al encierro les generaría mucho estrés y ansiedad. Además manifiesta que “la vida continúa” y hay que seguir adelante a pesar del virus.

“Están en negación”

Este medio consultó con dos psiquiatras expertos de la ciudad quienes coincidieron en decir que “el temor sigue, pero las personas están en negación”.

De acuerdo con el médico psiquiatra y psicoterapeuta Christian Ayola: “el temor existe pero las personas están en negación defensiva. Incluso desarrollan argumentos para seguir en la negación. Pero esta situación tiene muchas aristas psicológicas y culturales puesto que se da un registro más emocional que cognitivo”. Esto significa que las personas crean argumentos que les permiten vencer el temor.

Según Ayola el COVID-19 se maneja como un trauma a nivel psicológico, eso significa que es una disparidad entre la capacidad de afrontamiento y el evento crítico que se afronta que puede ser por la magnitud, la persistencia o el significado que tiene el evento en la vida de la persona. “Debido a esa disparidad el trauma se archiva, este se queda en la memoria implícita de las personas y eso hace que tengan una conducta ambivalente o contraria a lo que realmente ocurre a nivel emocional. El resultado es que las personas se cuidan y temen, pero también desafían”, explica Ayola.

Por su parte Alex González, psiquiatra de la Fundación Imagina, confirma lo que dice Ayola “el temor continúa pero se ha perdido la responsabilidad. El miedo nace de dos maneras que pueden ser: por algo real como las situaciones, sean fiestas o aglomeraciones. Y por algo irreal: como el bombardeo mediático-social, los mitos y tabúes alrededor del virus y hasta de las vacunas”. Esto se debe a los cambios en la normalidad. Además, explica que lo que experimentan las personas es la negación, que se debe a un desequilibrio en la salud mental porque no hay introspección de la situación y hay personas a quienes les cuesta más trabajo aceptar la enfermedad.

Debido al tiempo que las personas llevan encerradas, se genera ansiedad y estrés y es por ello que las personas empiezan a tener conductas disfuncionales que son desafiantes a las medidas rigurosas que se deben tener para cuidarse del COVID-19. Esto surge como una respuesta a la situación de trauma colectivo que estamos viviendo y es inconsciente. Es por ello que se presentan aglomeraciones, fiestas y que muchas personas que se cuidaron al comienzo ahora no lo hacen.

Por el otro lado están quienes somatizan la sintomatología porque su temor se manifiesta de una forma diferente, pero todo hace parte de la misma situación de trauma que se está experimentando.

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