Se trata de la calle que comunica a las avenidas Crisanto Luque y Del Lago, que fue pavimentada el año pasado, pero no se le construyó un buen registro para la evacuación de las aguas pluviales.
A cambio de eso, los vendedores deben abandonar por unas horas sus rimeros de frutas para dedicarse a desterrar el agua de color ocre que inunda la vía conocida como “Bayunquita”, porque la mayoría de comerciantes son nativos del corregimiento de Bayunca, norte del departamento de Bolívar.
En la Bayunquita, los vendedores de frutas podrían pasar de cien, pero los más populares son cinco, quienes se identifican como José Ruiz, Miguel Capatiero, Demetrio Acosta, Juan Carlos Barboza y José Martínez Caraballo, a quienes los demás comerciantes bautizaron como “Los motobombas”, debido a que son ellos lo que más se afanan por dejar seco el sitio, antes de que se les pierda el día de ventas. (Lea: Avanzan obras del plan de recuperación de Bazurto)
Aunque son varios los sectores del mercado que sufren los rigores de las lluvias, pues la inundación alcanza hasta 15 centímetros, los sitios más afectados son el sector Las Rampas, donde descargan las tractomulas; y la referida Bayunquita, en donde el agua fluye lentamente y durante varias horas.
Dice José Ruiz que afortunadamente el aguacero de ayer no fue tan fuerte, “porque cuando es así, el agua dura hasta tres días para bajar”.
El aguacero comenzó a las 3:00 de la madrugada, precisamente cuando la mayoría de los comerciantes empiezan a llegar a sus tenderetes, con las cargas de frutas que obtienen de las grandes bodegas de la Avenida del Lago. Pero, en vez de dedicarse a llamar la atención de los potenciales compradores, se calzan las botas pantaneras y empiezan a rechazar la visita de las corrientes.
Y es ese el disfraz más común de los días de lluvia en casi todo el mercado: las botas pantaneras, los baldes de plástico y las escobas.
Los motobombas cuentan que cuando la Bayunquita estaba destapaba no se inundaba, pero permanecía llena de lodo negro durante las épocas invernales, por lo cual se vieron en la obligación de armar una protesta que dio como resultado la pavimentación.
“Pero quitaron un tubo de buen diámetro que evacuaba las aguas rápidamente y pusieron uno más delgado, que nos está perjudicando mucho. Es decir, ahora estamos peor que antes”, afirma nuevamente José Ruiz.
Miguel Capatiero, a quien le falta el antebrazo derecho, es uno de los más afanados por evacuar las aguas a punta de escoba. Sus compañeros de labores se divierten repitiendo que “lo malo es que a esta motobomba se le partió un pistón, pero así se defiende”.
También suelen traer a colación que durante la protesta que generó la pavimentación de la Bayunquita, el entonces locutor de noticias radiales, Campo Elías Terán Dix, los respaldó desde su emisora, y el objetivo de la manifestación se cumplió.
Posteriormente, durante su campaña en pos de la Alcaldía de Cartagena, Los motobombas lo llevaron a la Bayunquita para que presenciara de cerca el problema de la falta de drenajes, a lo que el aspirante anunció que durante su gobierno habría inversiones para revitalizar al mercado de Bazurto.
Después de posesionado como alcalde, volvió al mercado, pero lo detuvieron Los motobombas cuando lo vieron tomando por una calle diferente a la Bayunquita.
Alcaldele dijeron¿será que su slogan ‘Hay campo para todos’ nos cobija a nosotros?
Claro que sí.
Pero no parece, porque supuestamente estamos en el siglo XXI, y esta calle parece del siglo antepasado.
Por sus vicisitudes con las inundaciones, Los motobombas afirman que deben agradecer a la pasada Administración Distrital, “porque nos consiguió trabajo barriendo agua y sacando basura. Lo malo es que cuando la gente nos ve en eso, no quiere entrar a comprar”.
Por esa razón, Demetrio Acosta y Juan Carlos Barboza, residentes en los barrios Juan Pablo II y Nuevo Paraíso, respectivamente, dicen que en cuanto el cielo se muestra oscuro “no nos provoca venir a trabajar, pero la pura necesidad nos obliga”.
Por los puestos que ocupan a lo largo de la Bayunquita, los vendedores de frutas deben pagarle mil pesos diarios a la administración del mercado, pero dicen que desde hace tres meses entraron en desobediencia civil hasta que les solucionen la molestia del drenaje inconcluso.
“Y mucho más dice Demetrio Acosta, porque cuando les pedimos que nos traigan un Camel, nos dicen que primero recojamos, entre nosotros mismos, 30 o 50 mil pesos para pagarlo”.
En los momentos en que Los motobombas se desembarazan de la lluvia, el administrador del mercado, Jorge Román, recorre los sitios inundados, mientras explica que el canal destinado a evacuar las aguas de la Bayunquita y de Las Rampas, tiene dos metros de profundidad, pero metro y medio de basuras sólidas, “resultado de la incultura de la gente, en cuanto a manejo de residuos sólidos”, señala.
Por otra parte, la empresa Edurbe nunca terminó de construir el registro de la Bayunquita, obra que hacía parte del Plan de Revitalización del mercado, por lo que ahora Román debe contar con las colectas de los vendedores, pues su despacho carece de presupuesto para contratar un Camel o personal adicional en cada aguacero.
El administrador cree que la solución a las inundaciones requiere que se involucren despachos como Infraestructura Distrital, EPA Cartagena, Alcaldía Local 2, Valorización y la Unidad de Servicios Públicos. “Yo solo no es que pueda hacer mucho”, concluye.
Cartagena
“Los motobombas”: jodidos, pero contentos
Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
2
3#printArticleJsonLd()
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()