Ayudar al otro siempre será considerado un acto de solidaridad, donde se hace de corazón y cuya finalidad es compartir lo poco o mucho que se tiene con esa otra persona, más en esta época donde la pandemia del coronavirus ha hecho que muchos deban estar en casa resguardados y sin tener alimentos o dinero para sobrevivir, todo para evitar el contagio de este virus que cada día aumenta más en la ciudad.
Ante esto, la Fundación Islas del Rosario decidió apoyar, desde su programa social, a los residentes de la comunidad del Archipiélago de Nuestra Señora del Rosario, quienes viven en su mayoría del turismo, actividad económica que está paralizada desde marzo, cuando se conoció el primer caso activo de este virus en el Corralito de Piedras.
Ante la emergencia sanitaria, desde la fundación decidieron llevar mercados, agua potable y además realizar charlas de emprendimiento, para que esta comunidad afrodescendiente pueda seguir sobreviviendo en esta temporada, mientras se reactivan todos los sectores de la ciudad.
A la fecha, la fundación ha entregado más de 15 mil mercados y 330.000 litros de agua potable, gracias al apoyo que han recibido de personas privadas.
Con estas ayudas humanitarias han sido 370 familias las que se han beneficiado en todo este tiempo, desde le mes de marzo. Según conoció El Universal, han realizado más de 8 entregas.
“Los mercados cumplen con la minuta de la Oficina de Gestión de Riesgo, lo único que no enviamos es el atún, puesto que son pescadores, y el chocolate, pero nos hemos basado en lo publicado por la Alcaldía”, aseguraron desde la fundación.
Como una retroalimentación de la comunidad, cada vez que reciben un mercado, ellos le dan las gracias al medioambiente recolectando los residuos que se encuentran en la tierra o en el mar, esto con el fin de convertirse en la isla más limpia del Caribe.
“Esta actividad ha permitido la reconstrucción del tejido social y el compromiso por tener una mejor isla”, indicaron.
Al ver que en la comunidad todos estaban dispuestos a aportar, desde la fundación desarrollaron el emprendimiento ‘el costurero de Islas del Rosario’, cuyo único fin es elaborar tapabocas con materiales reutilizables para el cuidado y protección de toda la comunidad.
“Con este proyecto además de enseñarlos a hacer tapabocas para que se protejan durante esta pandemia, también buscamos que ellos puedan comercializar estos tapabocas y cuando ya regresemos a la normalidad, puedan desarrollar otros productos como por ejemplo trajes de baño”, explicaron.
La fundación ha logrado realizar todo esto gracias a la colaboración de la Armada Nacional, la Capitanía de Puerto y la estación de Guardacostas de Cartagena, además cuentan con el apoyo de Room Mate Group, Fundación Santo Domingo, la Agencia María del Puerto, los hoteles de las Islas del Rosario y compañías de transporte marítimo de pasajeros.
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