El 27 de agosto la ciudad conoció el Informe de Calidad de Vida Cartagena Cómo Vamos 2018; pese a que algunos indicadores mejoraron, la mayoría continúa empeorando, haciendo más larga la ruta para que más cartageneros vivan dignamente.
Uno de ellos es el empleo, un eje transversal para la generación de ingresos y oportunidades, que a su vez es el impulso para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, pese a su importancia, Cartagena muestra la tasa de ocupación más baja de las 7 principales ciudades capitales del país, frente a ciudades como Bogotá, con 61, 9 puntos y Barranquilla con 59,6 puntos, según lo revelado por CCV.
Estos resultados ponen sobre la mesa los grandes retos que se tienen en materia de generación de ingresos y oportunidades.
Por ello, se ha creado la “Ruta estratégica para dónde vamos”, un documento crucial de cara a las elecciones del 27 de octubre. En esta segunda entrega, El Universal presenta las estrategias para mejorar los indicadores de desempleo e informalidad.
En la “Ruta estratégica para dónde vamos” se expone un análisis crítico del panorama de empleabilidad en Cartagena, en el cual se concluye que en la última década, más del 50% de los ocupados desempeñaba actividades informales, empleos de baja calidad, caracterizados por bajos ingresos, la inestabilidad laboral, la no tributación y la no garantía de seguridad social; lo que se convierte en un desencadenante de círculos de pobreza y exclusión social.
Pese a mostrar una tendencia decreciente en los últimos años, Cartagena se mantiene como la tercera ciudad con la proporción más elevada de informalidad.
El objetivo: “Más cartageneros con empleos formales que representen estabilidad laboral y garantía de seguridad social”. Para lograrlo se propone centrar los esfuerzos hacia la informalidad y el desempleo, sin embargo, al realizar el diagnóstico, se identificaron dos grupos fundamentales a los que se debe dar prioridad: mujeres y jóvenes. Siendo las primeras quienes menos participan en la fuerza productiva, quienes muestran tasas de ocupación más bajas y tasas de desempleo más altas en comparación a los hombres. Y en el caso de los segundos, 28 de cada 100 jóvenes cartageneros de entre 18 y 24 años no estudia ni trabaja; y de estos el 70% son mujeres.
Otro de los focos en los que se debe trabajar es la formalización de las empresas, la ruta propone crear un censo empresarial con actualizaciones trianuales que permita realizar seguimientos al crecimiento de microempresas a las cuales se les debe brindar capacitación, asesoría y acompañamiento en el proceso de formalización empresarial, tributaria y laboral.
“Hay que mejorar la capacidad que tiene nuestra economía para generar empleos productivos, debemos tener crecimiento, pero hay que hacer que este sea inclusivo y con equidad. Además, hay que apostarle a una mayor integración entre las grandes, medianas y pequeñas empresas”, manifestó Dewin Pérez Fuentes, docente de economía de la UdeC y director del Observatorio Laboral.
Por otra parte, no se deben descuidar a los vendedores informales, por el contrario, se propone realizar un censo de vendedores (ambulantes y estacionarios) con actualizaciones cada dos años, a su vez, se les debe brindar capacitación, asesoría y acompañamiento en el proceso de formalización laboral e implementar medidas restrictivas a la invasión del espacio público.
Una de las formulas planteadas para disminuir la informalidad es priorizar la contratación del 60% de la mano de obra local para la ejecución de macroproyectos de infraestructura y localización de proyectos empresariales en la ciudad.
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